Fotografías del peluquero Julio Valverde con sus oficiales Bienvenido y Cocina, la antigua plaza de la Iglesia, el apaleamiento del Judas… «La Fiesta del Judas en Majadahonda es una tradición local, organizada por el Ayuntamiento de Majadahonda, que viene desarrollándose ininterrumpidamente desde que finalizó la Guerra Civil. Anteriormente no se conocen exactamente sus orígenes pero se sabe que es una tradición muy antigua. En un principio este festejo tuvo un carácter religioso, pero fue derivando hacia lo profano y hoy día tiene una significación exclusivamente de divertimento, alejada de toda motivación religiosa». Una antigua Guía de Fiestas de la Comunidad de Madrid contiene imágenes poco conocidas de la celebración de esta efemérides en Majadahonda y señala: «la Fiesta del Judas se celebra el Domingo de Resurrección y consiste fundamentalmente en la quema de un pelele o muñeco de trapo relleno de paja y petardos, atado a un poste, que representa a Judas Iscariote, por su traición a Cristo, y que simboliza la quema del pecado y del mal. Hay que destacar la labor de la Peña de la Albarda, entidad que se encarga de confeccionar el pelele, de animar a los asistentes con su charanga y con el reparto de limonada, y de divertir a los más pequeños con entretenidos juegos infantiles». 


Orígenes de la Fiesta del Judas: «Fue la fiesta del Judas de las más populares y de más arraigo dentro del ciclo festivo de primavera y seguramente hunde sus raíces en los ritos más antiguos que las primeras civilizaciones agrícolas celebraban en el año lunar, el equinoccio de marzo o, para ser más precisos, el día 20, fecha en la cual entra el Sol en Aries. La naturaleza resucitaba del letargo y muerte invernal y fueron frecuentes los ritos que incluyeron la quema de muñecos y peleles, simbolizando el mal y la muerte que desaparecían con el fuego purificador, para renacer a una nueva vida primaveral. En el Concilio de Nicea, año 325, recordando el calendario lunar, la iglesia decidió celebrar la Pascua de Resurrección el domingo siguiente al primer plenilunio después del equinoccio de primavera. Pronto recogió y bautizó, dando un significado cristiano, muchos de los ritos y tradiciones que en la antigüedad pagana había creado en la celebración del año lunar».

«Este fue probablemente el origen de la fiesta del Judas, discípulo traidor y símbolo del mal para los cristianos y personificación de todos los males cometidos por el pueblo durante el año. Con la quema de Judas desaparecían las rencillas, estafas, robos, envidias… Y se resucitaba a una nueva vida. Servía la fiesta para presentar y vivir de una forma sencilla el significado litúrgico de la Pascua: paso del pecado y la muerte a la gracia y a la vida. La fiesta arraigó en nuestras gentes y hasta principios de siglo se celebraba en la mayor parte de nuestros pueblos y en muchas ciudades. En todos aparece la figura central del Judas, un pelele que ante el regocijo general acababa en la hoguera. En muchos precedía a este acto un juicio grotesco en el que se recordaba la vida de Judas, según la leyenda que nos trasmitió en el siglo XII Jacobo de la Vorágine, todos los males por él cometidos y los que en el pueblo seguían perpetrándose. El mal quedaba reducido a cenizas y el pueblo, purificado, celebraba la reconciliación».

Majadahonda Magazin