JULIA BACHILLER. Izquierda Unida fue la encargada de organizar en Majadahonda un acto en el que presentó su campaña destinada a luchar contra la precariedad. El Salón de Plenos del Ayuntamiento se convirtió en el escenario donde la formación política explicó todas estas cuestiones de mano de Eduardo Garzón, hermano del coordinador general de Izquierda Unida Alberto Garzón, Sol Sánchez, co-portavoz de IU Madrid y José Miguel Sebastián, portavoz de IU Las Rozas. Un acto que fue presentado y moderado por Lola Sánchez, portavoz de IU Majadahonda. Entre las preguntas formuladas por los asistentes destacar la preocupación de Javier, militante de IU, para saber si la revolución tecnológica incrementará el número de desempleados. Otro de los asistentes destacó la importancia del sindicalismo para los trabajadores y la necesidad de fortalecer el mismo. Tras una hora de intervenciones y discursos sobre economía y empleo sin que en ningún momento se hablara de los problemas en Majadahonda, la anécdota se produjo cuando Sol Sánchez contestaba a las preguntas de los asistentes y aquejada por trastornos en la voz como su compañero Eduardo Garzón, decía lo siguiente: «Dios, no sé qué nos pasa aquí, nos ahogamos…” Y una voz procedente del final del salón, donde se encontraban algunos integrantes del grupo Somos, decía: “Es el micro del alcalde…”, lo que despertó las risas de los allí presentes.

Eduardo Garzón, economista y asesor de la concejalía de Hacienda en el Ayuntamiento de Madrid, hizo una exposición que giró entorno al marco teórico que utiliza para acercarse a una realidad económica basada en el marxismo. Para ello aportó datos para argumentar como «estamos amenazados por la precariedad» y finalizó con una serie de ideas las cuales considera son la alternativa. De sus palabras destacó que «estamos viviendo en un sistema económico muy particular, que se denomina capitalista, y no debe ser así. Como hemos vivido en el capitalismo y no conocemos otra cosa, desgraciadamente se nos antoja que es lo único que hay. Esa riqueza que somos capaces de crear no la ponemos en marcha de forma democrática, sino que está secuestrada por una serie de colectivos que son los propietarios de los medios de producción, los empresarios, quienes deciden cuando se va a poner en marcha la maquinaria económica, con la cual se genera riqueza, renta, empleo».

«La palanca que pone en funcionamiento para generar renta, riqueza, empleo y bienestar, no corresponde a nuestra decisión, sino a unas cuantas personas que son las que poseen las palancas que accionan su funcionamiento cuando a ellos les viene bien, porque son propiedad suya. Ahora a pesar de que tenemos mayor avances tecnológicos, más capacidad de generar riqueza, la palanca no está puesta ni a pleno rendimiento ni a la mitad de rendimiento de lo posible, y esto es así porque al dueño de la palanca no le sale rentable ponerla de esa forma. No es que seamos ahora más pobres que antes sino que la capacidad de generar riqueza está desactivada, o mejor dicho, a mitad de rendimiento. Las soluciones deben ir por la democratización de esas palancas no solo cuando el dueño individual le venga bien, si no cuando le venga bien a la inmensa mayoría de la población, porque al fin y al cabo los recursos naturales, los medios tecnológicos, los conocimientos… son fruto de la sociedad en general y no de una serie de individuos particulares, por muy empresarios o emprendedores que sean», argumentó Eduardo Garzón.

«Como empresario privado a mí me interesa que lo público cada vez tenga un servicio peor para que la gente acabe acercándose a mi actividad y a mi negocio. Es una de esas vías por las que el neoliberalismo nos ha atacado: reducir todo lo que tiene que ver con lo público. Otra forma es darle más facilidades al empresario para vender sus productos en cualquier lugar del planeta, la financialización de la economía, y reducir la capacidad de negociación de los trabajadores, que es un coste que tienes tú como empresario. Desde que Rajoy llegó al Gobierno nos damos cuenta de que se han destruido casi 200.000 empleos indefinidos y se han incrementado en más de 200.000 los contratos temporales. La precariedad tiene que ver muchísimo con la temporalidad evidentemente, la gente que trabaja está siendo explotada. El sector privado hoy en día no es capaz de generar puestos de trabajo«, concluyó Garzón.

Lola Sánchez detalló de la siguiente forma las causas por las que surge esta campaña llamada «Que no nos jodan la vida»: «¿Qué es la precariedad o qué entendemos por precariedad? los pensionistas que tienen que hacerse cargo económicamente de las familias de sus hijos, sus nietos, no solo económicamente sino en los cuidados, la dependencia y los cuidados a los dependientes, esa falta de recursos por parte de la administración, no porque no haya recursos, sino porque no se dota de ellos«.»Es la red familiar la que tiene que encargarse de los cuidados y estos dos ejemplos tampoco afectan igual a los hombres y a las mujeres. Si pensamos en estos dos casos se nos viene más a la cabeza un rostro de mujer, porque la precariedad afecta mucho más a las mujeres que a los hombres. La precariedad también afecta a la educación, todos los recortes que se han llevado a cabo en la educación la han precarizado. La falta de profesores hace que la educación que reciben nuestros hijos sea más precaria, a la vez que se derivan fondos públicos a la educación concertada y privada. Una circunstancia que también se puede aplicar a la sanidad. Como nosotros queremos ver los positivo, queremos explicar que alternativas tenemos para paliar esta precariedad«, destacó la portavoz de IU, Lola Sánchez, que alabó el trabajo de Eduardo Garzón en el Ayuntamiento de Madrid donde “están haciendo una labor excelente» y destacó que el concejal Carlos Sánchez Mato «ha presentado un informe sobre la auditoria de la deuda que se ha hecho de los millones y millones que se han expoliado en manos de los anteriores alcaldes«.

Por su parte, Sol Sánchez, antropóloga y socióloga, co-portavoz de IU Madrid, destacó que “tenemos que lidiar en una situación en el que todo es inseguridad. Es inseguridad no solo tu trabajo, que se hayan perdido derechos laborales, que te vayan a despedir en cualquier momento, que tener un trabajo no sea suficiente para llegar a fin de mes o para cubrir las necesidades básicas de la gente. También es inseguro que tus hijos vayan a poder estudiar, que vayas a poder tener un tratamiento médico o que vaya a haber unos servicios sociales que en un momento dado te cuiden si tienes unas necesidades especiales. ¿Esto desde cuándo viene? pues desde los años 70 en los que aquello de las agencias de trabajo temporal se empezó a normalizar y a ver como una parte legitima del sistema económico, antes no se había conocido algo así. Ese sería para mí el inicio de la ofensiva de precarización«.

«Con esto se consigue un nuevo consenso cultural sobre el mundo del trabajo, que es lo que parece se ha ido instalando poco a poco en la mentalidad de la gente, pues que las personas empleadas son una carga, que solamente el producto del trabajo es algo que interese y que la fuerza de trabajo es una molestia y que puede ser externalizado , evitada su carga, etc. Hoy encontré un tweet que decía “No eduques a tus hijos para ser funcionarios, edúcalos para ser emprendedores». Ese es el consenso cultural sobre el mundo del trabajo que han ido poco a poco haciendo que se instale y que se acepte, que se vea como algo muy positivo ser un emprendedor y no ser un trabajador, cuando realmente lo que se busca con eso es quizá el sumun de la precarización. Probablemente el modelo ideal al que les gustaría que llegásemos en breve a Rosell dela CEOE sería precisamente uno que se ha ido instalando en otros sitios como Gran Bretaña, donde se supone que no están tan fastidiados como aquí, que es el del contrato cero horas de trabajo», prosiguió Sol Sánchez.

«Este tipo de contrato supone que no tienes carga de ningún tipo por la empresa contratante. Los derechos y libertades se deben asegurar desde el estado y no deben caer de ninguna manera en el ámbito de la culpabilización individual de quien tiene problemas, y por lo tanto la sanidad, la educación, las pensiones o directamente las leyes que rigen los derechos y libertades como en este caso la ley Mordaza que afortunadamente parece que vamos a tener alguna posibilidad de derogarla aunque espero que no sea con lo que planteaba el PSOE, sino con algo más ambicioso. Son cuestiones que atañen a la precariedad, cuando nosotros y nosotras decimos que no nos jodan la vida nos estamos refiriendo no solo a no tener trabajos de mierda, que también, si no a todas estas cuestiones para tener una vida digna para la gran mayoría social«, concluyó la co-portavoz de IU Madrid.

José Miguel Sebastián, abogado y portavoz de IU Las Rozas, tuvo una intervención bastante extensa de la cual merece la pena mencionar que se basó en la crisis del empleo como forma de integración social. «Debemos propugnar unas medidas más innovadoras que respondan a la situación actual. Medidas como el trabajo garantizado que está en el programa de IU, y aunque no lo este de forma tan categórica la reubicación de una renta básica de ciudadanía. Creo que el trabajo garantizado no puede reducir a corto o medio plazo el alto nivel de desempleo que tenemos en la actualidad. Hay ciudadanos que pueden optar por trabajar a tiempo parcial y realizar otros trabajos en los ámbitos de cuidados voluntarios, participación social, en trabajo reproductivo o incluso coger la tabla de Surf e irse a coger olas a Malibu. Esto último dentro de la ética republicana que todos compartimos no es muy aceptable pero también tiene derecho a la existencia, deberíamos compatibilizar estas dos reivindicaciones. Los que somos partidarios de la renta básica desde un punto de vista de izquierdas obviamente no estamos de acuerdo con esa utilización porque eso serviría como coartada para desmantelar todas las prestaciones sociales y terminar de dar la puntilla al estado social. Tenemos que asumir desde la izquierda Unida esa reivindicación de la renta básica, una renta básica para mayores de 65, menores de 3 y para parados de larga duración mayores de 52. El derecho de asegurar la existencia material implica una garantía de libertad”.