Foxá y Catalá, ministro de Justicia, en el 18º Congreso

«No nos merecemos que venga aquí gente a aprovecharse de nuestro partido», señaló Fernando Maíllo al presentar a votación la ponencia política definitiva que se incorporará a los estatutos. En línea con lo dicho la jornada anterior por la secretaria general, Dolores de Cospedal, «la corrupción no ha acabado con nosotros pero nosotros hemos puesto los medios para acabar con ella». Los delegados del Congreso nacional del PP aprobaron sin apenas disidencia las cinco ponencias sometidas a votación en la segunda jornada de la sesiones. Sintonía hasta rozar la unanimidad, salvo excepciones aisladas, como la ‘enmienda anti-Cospedal´o la maternidad subrogada, que fueron sorteadas en los debates que precedieron a su aprobación”. El relato de Jose Alejandro Vara, ex director de La Razón, en Voz Populi, complementa el que hicieron los representantes del PP de Majadahonda: «Gracias a nuestros compromisarios que este fin de semana nos han representado», decía el PP majariego en alusión a Narciso de Foxá, Laura Nistal, José Luis Pro y Mª Luisa Conti. “Esta tarde, en la ponencia de estatutos del 18 Congreso del PP”, escribió Narciso de Foxá sobre su trabajo allí, mientras que Laura Nistal declaró: «Creo que hoy reelegimos a una persona honrada, trabajadora y que piensa en el interés general de España. ¡Enhorabuena!». Se refería a Mariano Rajoy. El PP de Majadahonda había presentado 6 enmiendas para el 18 Congreso en el Comité Ejecutivo local, tal y como difundieron en sus redes sociales los dirigentes de Nuevas Generaciones Majadahonda, Marina Pont y Alvarez Ustarroz, pero toda la atención la acaparó el «reparto de poder» que hizo Rajoy entre Dolores de Cospedal y Fernando Maíllo, hermano del portavoz municipal socialista en Majadahonda, Zacarías Maíllo. Estos fueron los principales análisis de los corresponsales políticos en torno a esta cuestión:


Narciso de Foxá y Laura Nistal durante la discusión de las enmiendas del PP Majadahonda

AGENCIA EFE: Todo un ascenso tras una carrera política que comenzó en 1999, cuando Maíllo fue elegido concejal de su Zamora natal, y que en su mayor parte ha desarrollado en esa provincia. Maíllo ha pasado las últimas semanas asegurando que él estaba muy bien donde estaba, recordando que solo llevaba «un año y medio en Madrid». Es decir, veinte meses en el Comité de Dirección como vicesecretario de Organización. Y tras todas estas misiones, ha llegado a este congreso nacional con una ponencia bajo el brazo cuyo debate le trajo más de un sobresalto, sobre todo cuando se discutieron las enmiendas sobre la acumulación de cargos, una de ellas directamente contra María Dolores de Cospedal, que se rechazó por solo veinticinco votos. Han sido así, en definitiva, veinte meses de intenso trabajo que Maíllo ve recompensados con el reconocimiento de Rajoy a su labor llevando el día a día del partido.


Alvarez Ustarroz en el 18 Congreso del PP

LA OPINIÓN DE ZAMORA: Martínez Maíllo hizo oídos sordos a la pregunta de si suponía tener más poder en el Partido Popular. El también secretario provincial del PP de Zamora y alcalde de Casaseca de las Chanas manifestó que «creo que Rajoy lo ha explicado y ha sido coherente en el planteamiento, él mismo ha dicho que hemos funcionado y que no hay por qué cambiar lo que funciona». Eso sí, dejó bien claro que sigue dependiendo de Cospedal, confirmada como secretaria de Organización por Rajoy, y que trabajará «con ella como coordinadora como hasta ahora. Evidentemente el día a día voy a estar al cien por cien en Génova con ella». Su nuevo cargo -que le llegó tras dirigir uno de los debates más acalorados del congreso en su ponencia sobre Estatutos, la moción denominada «anti-Cospedal» por recoger la limitación de cargos que se tumbó «con votos, nada de pucherazo»– obedece a que «había que reforzar el partido, dadas las tareas a las que ahora se debe dedicar la secretaria de Organización» como ministra de Defensa. Al líder popular no le asusta lo que está por llegar, para lo que echa mano de su única fórmula, dedicación, consciente de que «tendrá más visibilidad, como es lógico, y viajaré más por todo el país, tendré más trabajo».

Laura Nistal con Núñez Feijoo en el 18º Congreso

LA VANGUARDIA: La duda sobre la cohabitación Cospedal-Maíllo en el PP. La cara de pocos amigos que lució la ministra en el momento en el que Rajoy anunció al plenario la nueva estructura de dirección augura cuanto menos una relación complicada. Y es que Maillo, con el apoyo de los tres vicesecretarios, Javier Maroto, Andrea Levy y Pablo Casado, pasa a ser de facto el máximo responsable de la organización del partido y cubrirá el vacío que, según las quejas de algunos líderes territoriales, ha dejado Cospedal desde que se trasladara al Ministerio de Defensa. La relación entre Cospedal y Maillo, que se ha enturbiado por la enmienda contra la acumulación de cargos que perdió únicamente por 25 votos, puede ser un nuevo frente que sumar a la larga pugna de poder entre Cospedal y la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, quienes prudentemente han guardado las distancias en estos tres días de cónclave sin apenas cruzarse las miradas.

Narciso de Foxá en el 18º Congreso

OK DIARIO: Una concesión difícil, y más aún en un momento enturbiado por el debate sobre la acumulación de cargos, que Cospedal logró esquivar el viernes por un margen de solo 25 votos. Tras la votación, el entorno de la ministra llegó a deslizar el malestar porque Maíllo no hubiese evitado que las enmiendas más polémicas llegasen intactas a la votación en el plenario. Entre ellas, la del compromisario de Cuenca, Francisco Risueño, que colocaba explícitamente a Cospedal en el punto de mira. Maíllo admitió no haber departido aún con Cospedal, pese a que, ya en la tarde del viernes, el presidente le había comunicado sus intenciones de convertirlo en número tres. A los reporteros no se les escapó la frialdad de la respuesta. Tampoco cuando contestó con un leve: “Son lentejas”, para dar a entender que, ante los encargos de Rajoy, no caben las excusas. La mueca evidencia el desacuerdo de Cospedal con la decisión del presidente del Gobierno. La relación con Maíllo se ha ido enfriando conforme el vicesecretario ascendía en la escala de confianza del presidente. Reconocido por su papel de mediador en Génova, se le valora su especial capacidad para sintonizar con los cargos intermedios del partido, fruto de su trayectoria como alcalde.

Fernando Maíllo, Pablo Casado y Rajoy

EL PAÍS: Mariano Rajoy lo explicó: “Son los mismos porque han funcionado, lo han hecho bien y en esta vida se cambia lo que no funciona”. En el primer nivel ejecutivo no hay novedades, en el segundo, retoques. Y donde se guardó algunas bajas significativas fue en la lista de vocales de la época de José María Aznar: Ana Botella, Juan José Lucas, Alberto Ruiz-Gallardón y Federico Trillo ya no seguirán. Mariano Rajoy considera que Dolores de Cospedal funciona lo suficientemente bien pero necesita un escolta que rellene sus lagunas y sirva de contrapeso. Fernando Martínez-Maillo será el nuevo coordinador general y relevo en la sombra de Cospedal. La ministra de Defensa ocupará ese despacho noble en el partido los lunes, pero el día a día lo llevará Maillo, así como la coordinación con los vicesecretarios y secretarios ejecutivos y la relación con el aparato nacional y regional, clave para los congresos locales que se avecinan. Cospedal y Maillo no tienen una mala relación. Hay un antecedente a copiar. Lo ejerció en 1996 Ángel Acebes cuando Francisco Álvarez-Cascos fue promocionado a vicepresidente por Aznar.

Cospedal y Maíllo en el Congreso

LA RAZON: El «peón» de Rajoy para llevar Génova. Quienes trabajan con él coinciden bastante en resaltar que «a primera vista» se le reconocen las virtudes que Rajoy aprecia en sus colaboradores. «Lealtad, discreción y eso que el presidente tanto reivindica, sentido común». A partir de este lunes tendrá oficialmente poderes para tomar las decisiones diarias del partido y organizar su funcionamiento. Ya lo venía haciendo con un trabajo en la sombra que le ha ido otorgando la confianza de los cuadros de la organización popular. Solo lleva prácticamente veinte meses en la dirección nacional, después de que Rajoy le fichara para dar oxígeno al PP tras el «golpe» de los comicios de 2015. Y resulta que conocía desde el sábado, antes de la votación de la ponencia de Estatutos, cuál iba a ser su nuevo destino. Otros compañeros, sin embargo, se enteraron ayer, justo cuando el líder popular anunció su candidatura. Todo un gesto de la confianza que Rajoy ha decidido depositar en él, teniendo en cuenta cómo apura hasta el último momento la comunicación de sus decisiones. Su primer reto es organizar la renovación regional y provincial sin crisis que molesten al presidente del Gobierno.

Majadahonda Magazin