hermanas-majadahonda-lores-kjxd-510x286abc«El fútbol sala femenino, cuestión de hermanas. Catorce jugadoras de Primera y Segunda Nacional explican cómo se vive el hecho de compartir camiseta y apellido. Los Linares, los Saldise, los Diz… Conocemos muchas parejas de hermanos en el fútbol sala pero, ¿conocen la gran cantidad de hermanas que también comparten la pasión por el 40×20?». Nuevamente el Majadahonda Afar 4 de fútbol sala es protagonista de las secciones deportivas de los diarios, en este caso del ABC gracias a la periodista Mercedes N. Alcocer: «Nos hemos dado una vuelta por Primera y Segunda División Nacional y hemos tenido el placer de charlar con siete pares de hermanas para que nos cuenten cómo es eso de compartir genética y «profesión». En el sur nos hemos encontrado a Bea y Noe Reyes, que militan en el CD Polideportivo Cádiz FSF. En la Universidad de Alicante juegan las hermanas Pino Cabrera, Ana Mª (Anita) y Mª Ángeles (Melli). En La Llagosta (Barcelona) tenemos a Cris y Sonia Ancosta, jugadoras del CD Concordia FSF. Como no podía faltar, en Galicia también tenemos a dos hermanas «futsaleras», Jenny y Jessica Lores, del Poio Pescamar FS. Y en la capital, se han reunido nada más y nada menos que tres pares de hermanas en el Majadahonda Afar4 FSF: Elena y Marta Mateo, Celia y Marta Rodríguez, y Arantxa y Ana De La Chica (Anilla).


futsal«Además de físicamente, damos por hecho que a nivel futbolístico las hermanas también compartirán algunas cualidades. Les preguntamos en qué se parecen y exceptuando a las Mateo, que casi responden al unísono –«¡en el carácter! ¡y en las ganas!»–, la mayoría de sus respuestas dicen todo lo contrario. ¿Parecerse? Poco. ¿Compenetrarse? Como nadie. «Es nuestra mayor virtud», sentencia Arantxa. Cada pareja de hermanas es la viva representación del «yin y el yang», concepto que sostiene la dualidad de todo lo existente en el Universo. Si Noe, Marta R. o Arantxa son de juego directo, uno contra uno y gol, Bea, Celia y Anilla se definen más tranquilas y de repartir juego. Mientras Jessica, Anita y Marta M. destacan defensivamente, Jenny, Melli y Elena lo hacen ofensivamente. ¿Se equivocaba Iván Ferreiro? Parece que el equilibrio sí es posible. Sabemos que la confianza da asco. Con un balón de por medio, ¿se pican las hermanas entre sí? «Mi hermana toca mucho las narices con los caños. Si te lo puede hacer 18 veces seguidas, te lo hace. Y sí, pica», cuenta Arantxa sobre Anilla. Las Pino Cabrera, las Mateo y las Reyes lo reconocen sin tapujos: «Sí, somos unas picadas». El «tú no me la puedes robar», la competitividad extrema, alguna patada fuera de lugar… «Pero siempre con amor», apunta Bea. Las Rodríguez confiesan que ellas suelen picarse más si juegan en el mismo equipo, y las Mateo saben perfectamente de qué va eso: en pleno partido, a 120 pulsaciones y después de haber sido regateada por una rival, una recriminación familiar («¡vas como los toros!»), puede provocar una discusión gemela vs. gemela tan airada que deja estupefactas y paralizadas a compañeras y contrarias.

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Arantxa De La Chica

En cuanto al parecido físico, a veces ha jugado a su favor, como Anita evitando la expulsión mientras Melli cargaba con su segunda tarjeta amarilla. A veces, también en su contra, como las palabras «cariñosas» que una rival dedicó a Cris Ancosta pensando que ella y no Sonia era quien le había hecho una entrada. Tanto Marta como Elena Mateo se han visto en más de una ocasión totalmente libres de marca, mientras su hermana tenía a dos rivales encima. Entre risas, Marta Rodríguez recuerda cómo su hermana Celia realizó una jugada estelar… en pleno vahído: «Celia estaba pidiendo el cambio porque no podía más. Estaba para caerse, con las rodillas fallándole. Al irse hacia el banquillo, una rival la encaró, no pudo ni darse la vuelta y se cayó al suelo medio inconsciente (risas). En ese momento la rival disparó a portería y, en pleno desfallecimiento, tuvo la fortuna de interceptar el tiro con la espalda. Todas las compañeras vitoreándola, celebrando su coraje y entrega en defensa… y yo mirándola alucinada sabiendo lo que había pasado en realidad: ¡evitó el gol desmayándose de pie!» (risas). Los malos entendidos entre hermanas también les han deparado situaciones divertidas. «En la final de un torneo en Faro (Portugal), me lesioné el tobillo dando un pase a Arantxa para dejarla sola sin portera. Me tronché el tobillo. Mientras yo me retorcía de dolor en el suelo, ella falló el tiro (risas). Yo seguía tirada «jurando en arameo», nadie se dio cuenta de la lesión. Entonces las compañeras se acercaron a decirme que no era necesario que me pusiera así, que todas fallamos de cara a puerta… Hasta que les enseñé que tenía el tobillo como una bota (risas)». Arantxa y Anilla De La Chica también recuerdan con orgullo el poder defender los colores de su tierra, en la Selección de Andalucía: «Y con 5 años de diferencia, que coincidiéramos juntas en la Selección… Fue una suerte». Las Mateo se quedan con los ascensos a Primera División con el Majadahonda Afar4 y con decenas de historias de baloncesto, pasión que también comparten.

futsal1Algún momento regumalo también han pasado. Y como imaginarán, todos tienen su raíz enla parte más triste del deporte, las lesiones. Cris Ancosta, Jessica Lores, Elena Mateo y Arantxa De La Chica tuvieron la mala suerte de sufrir una (o más) lesiones de larga duración a lo largo de su trayectoria. Tanto para ellas como para sus hermanas, no dudan un instante en identificarlo como el peor momento que les ha tocado vivir en las pistas. Pero el verdadero dolor de estas situaciones no es el hueso o ligamento roto, sino todo lo que arrastran cuando se rompen: de pronto las hermanas dejan de compartir y disfrutar el fútbol-sala juntas como venían haciéndolo hasta ahora. Si sufre una, sufren las dos. Noe y Bea Reyes sueñan con «ganar la Liga y ascender de nuevo con el Cádiz. O compartir experiencia en Italia, ¡quién sabe!». Jessica Lores también sueña con «volver a ganar algún título juntas, ojalá una Liga o una Copa». Para Arantxa De La Chica ya se ha cumplido: «Volver a jugar con Ana», a la que le encantaría «haber conseguido juntas algún ascenso, pero como ahora estamos en Primera… ¿por qué no entrar en Copa?». Este es también el sueño de Celia, mientras que Marta R. apunta un poco más alto: «No sólo jugar la Copa… ¡ganar la Copa!». Además de la Copa, las Mateo quieren «dar mucha guerra, que hasta los equipos más fuertes de la Liga se asusten cuando les toque jugar contra nosotras. ¡Este año tenemos equipo para plantar cara!».

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