Africa Sánchez (izq) junto a Gustavo Severien

F. UTRERA/J. RUBIO. “Es la segunda ocasión en que un jefe de servicio incurre en falta de diligencia, primero fue la basura y ahora la limpieza, por lo que habría que estudiar las medidas a adoptar. En lugar de meter gente en el Ayuntamiento hay que acabar con quienes realizan gestiones nefastas”. Así sonaron las palabras de David Ayuso (Cs) cuando se quejó de que alguien no estaba haciendo bien su trabajo en la Concejalía de Medio Ambiente dirigida por Africa Sánchez (PP) cuando el contrato público se acerca a los 10 millones de euros por la limpieza de los colegios e institutos municipales. Zacarías Martínez Maíllo (PSOE) prefirió tachar de “incompetente” a “la concejala responsable, no al funcionario” debido a que el expediente llegó al pleno por vía de urgencia, algo que finalmente la Oposición tumbó. Porque al abrir Ciudadanos esa vía de agua, el resto de los partidos entraron en tromba y tanto Patricio Mackey (Somos), como Juancho Santana (IU) o Mercedes Pedreira (Centrista) vieron espacio para hincar la lanzada en el costado del departamento de limpieza.


David Ayuso (Cs). Abajo, Alfonso Reina

La concejala Africa Sánchez (PP) asumió con gallardía su culpa: “hay responsabilidad mía por no haber apremiado a los funcionarios” y en su descargo dijo que habían tramitado 29 expedientes en 1 año, a razón de algo más de 2 al mes. “Vigilamos y tramitamos, el personal no está mirando al sol y la luna”, dijo Sánchez, al tiempo que apelaba a los representantes de los 117 trabajadores de la contrata, acusada de estar al borde de la quiebra y de no pagar las extras o retrasar los salarios de sus empleados. Estaban presentes en la sala pero ninguno tomó la palabra. Y es que el sindicalismo en las empresas privadas es muy diferente del que se disfruta en las instituciones públicas, algo que los contribuyentes conocen en sus propias carnes pero algunos políticos se niegan a aceptar.

Majadahonda Magazin