El Colegio Reparadoras – Sagrado Corazón de Majadahonda acogió este fin de semana el encuentro de invierno de las Familias Invencibles. Una cita en la que se reunieron las familias de este colegio católico majariego, pero también los miembros de esta fraternidad que aboga por «la evangelización de la familia y vivir nuevos caminos en la espiritualidad familiar». Los asistentes pudieron participar en múltiples charlas y talleres enfocados a los matrimonios y a adolescentes principalmente. Además, también se desarrollaron a lo largo del fin de semana otras actividades como la realización de catequesis para los niños, así como la celebración de la adoración y la eucaristía. Un fin de semana de reflexión en el que los participantes pudieron compartir experiencias y vivir la cristiandad en comunidad y de forma unida.


Estos encuentros son una práctica común para las denominadas «Familias Invencibles», ya que se realizan varias veces al año. Sin embargo, de todos ellos el que más importancia tiene es el que se corresponde a los meses de verano. «Los Encuentros de Verano son las principales citas anuales de las «Familias Invencibles», en donde se convive, se divierten, se forman y oran juntas todas las Familias completas congregadas en torno al Dios Vivo y en Cristo Resucitado junto con María, nuestra Madre y Maestra. Compartimos nuestras experiencias e impresiones sobre nuestra vida familiar y vida de oración, todo ello en respuesta a la insistente llamada del Papa Juan Pablo II en favor de la evangelización de las familias y desde las familias», detalla la web de esta agrupación. Una experiencia que también se vive intensamente en Majadahonda como refleja la reciente celebración del encuentro invernal en las instalaciones del Colegio Reparadoras – Sagrado Corazón.

Una agrupación que surge «en el seno de la Iglesia de España al comienzo del tercer milenio, como una respuesta a la insistente llamada del Papa Juan Pablo II en favor de la evangelización de la familia y una llamada a vivir nuevos caminos en la espiritualidad familiar, para ser testigos de que Cristo vive y es la salvación del mundo y de las familias hoy. Porque el futuro de la Iglesia se juega en el día a día de nuestras familias. Y las familias necesitamos fortalecernos: crear espacios de fraternidad donde se descubran nuevos horizontes y se afiance la vida en el Espíritu, haciéndose más concreta y real. De forma aislada, no se puede vivir en el mundo sin ser del mundo. Es en la comunión fraterna, como cada familia se ve fortalecida e impulsada en su vocación», detallan las «Familias Invencibles».

Majadahonda Magazin