FotoBorjaCabezónBORJA CABEZÓN. Majadahonda es hoy una ciudad con mayúsculas, con cerca de 23.000 hogares y más de 70.000 habitantes. Tras 25 años de gobiernos del Partido Popular el balance no es nada halagüeño: hemos sufrido etapas de un urbanismo voraz y especulador con Romero de Tejada como alcalde en los años 90. Su sucesor, Willy Ortega, situó a Majadahonda en el mapa mediático para denostar su imagen con el mayor escándalo de corrupción de la historia de la democracia: la trama Gürtel, por la que está imputado. Todos conocemos su millonaria cuenta en Suiza, y el abrumador agujero económico que dejó en las arcas municipales y hemos tenido que pagar de nuestro bolsillo todos los vecinos con desmesuradas e injustificadas subidas de impuestos.


El periodo actual, con Narciso de Foxá, es la etapa del rodillo, del gobierno por decreto ignorando la opinión ciudadana, la era de las privatizaciones, las concesiones-regalo de suelo y los recortes de servicios públicos.

No hay duda de que Majadahonda se merece mucho más, es la hora de cambiar el rumbo de la ciudad, de gobernar por y para los ciudadanos con honestidad y una verdadera vocación de servicio público, es la hora de escuchar para abrir el ayuntamiento a los vecinos y gobernar con la colaboración y la opinión del inmenso capital humano de la ciudadanía majariega. Entiendo la política desde la cercanía, la transparencia y el diálogo: el voto no puede seguir siendo un contrato en blanco cada cuatro años para que el PP haga y deshaga a su antojo sin importarle los verdaderos problemas de los vecinos.

Los Socialistas de Majadahonda queremos poner en marcha presupuestos ciudadanos para que sean los vecinos quienes decidan la forma de gestionar los recursos públicos y marquen la hoja de ruta de las prioridades reales de la ciudad. Con nosotros la apuesta es segura hacia una cambio responsable, por una Majadahonda transparente, con unos servicios públicos y sociales de calidad acordes con los impuestos que pagamos.

Queremos cambiar los titulares que injustamente hoy definen a Majadahonda, queremos dejar de ser la ciudad de la corrupción y definir una nueva marca de ciudad cuyas señas de identidad sean la participación, el impulso emprendedor, la vivienda pública digna y asequible al bolsillo de todos y todas, la ciudad del empleo, de las oportunidades, de la innovación y, también, una ciudad en la que los majariegos presuman de un servicio ciudadano rápido, eficaz y cercano. Ha llegado el momento de mirar al futuro, de recuperar la ilusión y construir entre todos una Majadahonda integradora, justa, sostenible, habitable, dinámica y activa. Apuesta por el cambio seguro.

Majadahonda Magazin