IMG_2249ÁLVARO GARCÍA. Sacrificio, destreza, superación, instinto o autoconfianza, así es como los llamados traceurs, (trazadores), describen la práctica de esta nueva disciplina deportiva llamada Parkour (recorrido), y que consiste en desplazarse a través del entorno superando obstáculos y utilizando para ello únicamente las propias habilidades del cuerpo. Un movimiento surgido en Francia a finales de los años 80 que ahora puede estudiarse en el Instituto Saramago de Majadahonda durante sus clases extraescolares, de la mano del profesor Daniel Requena.


david-belle-dame-du-lac-interviewDavid Belle, un niño criado a las afueras de París, fue quien, inspirado por su padre Raymond Belle, (militar y bombero destinado a Vietnam), comenzó a divertirse jugando con el método que su propio padre le había enseñado: el «método natural de Georges Hérbet», disciplina utilizada para poder desplazarse más hábilmente en terrenos complicados durante la guerra. Así, desde esta barriada de Lisses, su hijo de apenas 15 años, uniría ese juego de búsqueda de aventura a una práctica deportiva que a día de hoy es la disciplina preferida para millones de adolescentes en el mundo.

IMG_2237El Parkour es seguir un camino, intentar superar los obstáculos que tengas por medio”, comenta Daniel Requena, quien tras nueve años dedicado a la práctica de este deporte, enseña ahora a los niños majariegos a seguir la actividad que el mismo considera como su forma de vida y de entender el mundo. Una disciplina que cada traceur entiende de un modo distinto. Y es que, mientras que para unos representa el estilo de un arte urbano, para otros es una forma de expresión o, incluso, como para Daniel, una filosofía de vida. Pero, lo que ninguno de ellos ignora es la actividad física que con ésta se desarrolla. “Es genial para el estado físico, es un deporte que haces sin darte cuenta. Luego te das cuenta de que no habiendo hecho nunca abdominales ni habiendo salido a correr dices: realmente estoy en forma”.

IMG_2261Los traceurs sienten la ciudad de una forma diferente, como una meta, un reto, una provocación. «Fíjate allí, en ese bordillo», dice Daniel durante la entrevista. “Yo ya no estoy viendo sólo dos bordillos, sino un salto entre obstáculos, un objetivo”, comenta. Una visión, la suya, que no es la que quiere transmitir a sus alumnos, que deben desarrollarlo “como un juego divertido entre amigos, porque si no lo hacen así no seguirán”, añade. “No hay que ponerse metas y no hay que exigirse demasiado pronto, ni querer ser como alguien que sea demasiado bueno, es sólo buscar tu estilo y ser prudente”, comenta. “Lo que yo intento inculcar a mis alumnos es que salgan con sus amigos, que se lo pasen bien. Yo he vuelto a casa con mas agujetas de reírme que de hacer ejercicio”, sostiene Daniel.

IMG_2243Rotaciones, recepciones, desplaces, saltos… Existe una multitud de movimientos o trucos con los que conseguir superar los obstáculos lo más efectivamente posible, pues ese será el éxito del traceur, el que se desplace de una manera fluida y natural. Être et durer (ser y durar), dice el lema y principio del Parkour. “Puedes ser el mejor ahora mismo pero, si no duras hasta el año que viene, de poco te servirá”, afirma Daniel. Para ello y para todo, cabeza, “los que no tienen cabeza pueden conseguir cosas muy grandes que al final estarán más tiempo escayolados que saltando”, añade. Un ejercicio completo con el que se ejercita todo el cuerpo, pero también la intuición, el autocontrol, la autoconfianza y la relajación mental. «Yo considero que el Parkour es algo diferente y que te servirá en tu vida diaria. A mí me ha aportado una forma de descargarme cuando estaba estresado con los estudios y el trabajo. Sales a despejarte, a saltar, incluso puedes hacerlo sólo, con música… Sales y te despejas, gastas energía y descansas por las noches», dice.

IMG_2260El pasado martes comenzó la primera clase del curso, algunas caras ya conocidas y reencuentros entre algunos de ellos que ya repetían por segundo año consecutivo, como es el caso de Nicolás, de 13 años, quien se interesó por este deporte al ver en internet lo llamativo de las acrobacias de sus deportistas. “Se parece a los videojuegos”, dice. “Además, es bueno para evitar el daño que puedes hacerte en una caída, pues nosotros ya hemos aprendido a hacer determinada acrobacia para caer bien y no hacernos daño”, comenta. Una práctica que más tarde todos ellos intentarán reproducir en los parques juntos a sus amigos y para lo que sólo es necesario un buen par de zapatillas y tener presente el mensaje claro aprendido durante las clases: Ser y durar, sabiendo siempre que no se trata de arriesgar.

Majadahonda Magazin