PAULA BERBELL. “Mis conexiones con Majadahonda son muchas y muy diversas. Yo viví durante más de 5 años en Madrid capital aunque mi vida de ocio la hacía en Majadahonda. Me gusta mucho la ciudad, es tranquila pero a la vez tiene todos los servicios que se pueden necesitar. Si alguna vez vuelvo a Madrid sería donde me gustaría vivir. Es una ciudad cómoda y con muchas familias, es una de las principales razones por las que la hemos elegido para comenzar la difusión de nuestro proyecto. Hemos estudiado la pirámide poblacional de la ciudad y es ideal para nuestro proyecto pues además de las familias con hijos pequeños hay una gran masa de población de más de 50 años que son personas muy activas que pueden estar interesadas en ejercer de abuelos. Además el Monte del Pilar me parece un paraíso a las puertas de una gran ciudad». Leticia Jiménez Vázquez ha puesto en marcha una iniciativa singular que se llama «Quiero un abuelo» y ha elegido Majadahonda como una de sus primeras ciudades donde desarrollarla. Estas es su historia:


«Para entender cómo nació la idea os tengo que contar un poco sobre mi vida. Soy de Granada, licenciada en Administración y Dirección de Empresas. Para encontrar trabajo me tuve que ir a Madrid como muchos jóvenes de mi generación. Allí, además de desarrollarme profesionalmente durante más de 5 años, encontré el amor de la mano de un galleguiño. Posteriormente, para aprovechar una oportunidad laboral, nos mudamos a La Coruña. Un año después tuve a mi primera hija y fue cuando me di cuenta de que echaba mucho de menos a mis padres y que me gustaría que estuvieran junto a mi para ayudarme y disfrutar de la pequeña. Desgraciadamente, mi padre había fallecido unos años antes y mi madre estaba ejerciendo de cuidadora de mi abuela en Granada por lo que se escapaba a vernos sólo cuando podía».

«Después de dos años tuvimos a nuestra segunda hija y el sentimiento de que mi madre se estaba perdiendo cómo crecían sus nietas se incrementaba día a día. Por otro lado, afortunadamente, mis hijas están creciendo muy cerquita de sus abuelos paternos los cuales las miman, les enseñan, juegan con ellas y las malcrían como todo abuelo debe hacer. Yo me crié con una relación muy estrecha con mi abuela materna y tengo tantos recuerdos con ella… Creo que jugó un papel fundamental en mi educación y en la de mis hermanos aportando unos valores sólidos a la vez que nos concedía esos pequeños caprichos que nuestros padres no nos permitían pero que la abuela no podía negarse. Sin contar con el papel fundamental que realizó en la organización familiar, ahora llamada conciliación».

«Todo esto me hizo pensar que hay multitud de familias que no tienen el privilegio de tener un abuelo/a cerca y que es una pena que haya niños que no puedan tener esa persona mayor que les enseñe cómo se jugaba en su época. También hay multitud de personas mayores que siendo o no abuelos realmente, les encantan los niños y tienen el tiempo libre necesario para dedicarlo a ellos. Después de darle muchas vueltas a la idea y al cómo desarrollar el modelo de negocio, me decidí a montar Quiero Un Abuelo. De momento, estamos dando los primeros pasos. Centrando esfuerzos en darle difusión a la idea para que:

– Tanto las personas mayores de 50 años que estén interesadas en la idea se apunten a nuestra Red de Abuelos (http://quierounabuelo.es/).

– como, las familias que quieran poder contar con un abuelo/a se registren en nuestra web (http://quierounabuelo.es/familias-conciliar-hijos-nietos/).

Cómo funciona: El funcionamiento es sencillo, primero se registran en la web los abuelos/as y las familias y nos podemos en contacto con ellos para conocer sus gustos, necesidades, prioridades y algunos datos personales. Posteriormente, cuando encontramos un abuelo/a para la familia les avisamos y tienen una entrevista donde además de conocerse y conocer a los hijos se hablan de las condiciones laborales del abuelo/a. En estas condiciones Quiero Un Abuelo no interviene. Las partes son libres para fijar horarios y precios. Por tanto, el abuelo o la abuela cobra lo que estipule con la familia. Si la entrevista ha ido bien se comienza la relación con la idea de que se llegue a generar una relación a largo plazo con cariño y beneficiosa tanto para los niños/as como para el abuelo/a».

«Nuestros abuelos/as tienen muy buena predisposición, paciencia y son de trato fácil. No obstante, si surge cualquier circunstancia que haga que la relación no pueda continuar se puede volver a buscar otro abuelo/a y otra familia para la persona mayor. El beneficio para Quiero Un Abuelo es la satisfacción de generar una relación abuelo/a-nieto/a donde se compartan aprendizajes y se genere cariño y respeto mutuo. No obstante, para mantener la plataforma y poder dar sostenibilidad al negocio nos vemos obligados a cobrar una pequeña cantidad solo a las familias por poner en contacto con el abuelo/a.»

Majadahonda Magazin