“Llegué a Madrid con mi familia y al poco fuimos a solicitar unas pruebas al Bernabéu, para probar con el Real Madrid. Jugué varios meses con el primer equipo de infantiles, cuando lo normal era que los periodos de prueba durasen una o dos semanas, pero llegó el final de la temporada y me dijeron que me llamarían y que si no lo hacían que volviese yo directamente, pero al no llamarme entendí que no tenían el suficiente interés y no volví. Después estuve un año sin jugar y fui a probar con el Atlético de Madrid, donde estuve dos años en categoría cadete. Después pasé por el Adarve, el Rayo Majadahonda, el Leones de Castilla y el Alcobendas hasta que debuté como senior en el San Sebastián de los Reyes”. Alexander Szymanowski, el jugador del Leganés, recuerda al periodista Juan C. Navarro en “Fichajes.com” su paso por la cantera de Majadahonda, donde era conocido como «Alexander». Ni soñaba en ser profesional: trabajó en el Decatlon y vendiendo alarmas y alfombras. Esta es su ejemplar historia:
“Con 20-21 años, y después de pasar por una lesión en la que me fracturé tres dedos del pie y cuando aún estaba en Tercera y compaginaba el fútbol con un par de trabajos, ni se me pasaba por la cabeza ya no te digo llegar a Primera, simplemente alcanzar la Segunda B. Me parecía algo muy complicado. Entonces, en vez de dedicarme a pensar en lo que podía pasar en el futuro, me centré en el día a día, sin marcarme ningún objetivo. Creo que eso fue clave, porque me quité mucha presión. Me dije: «Esto es lo que hay. Trataré de jugar en Tercera y seguir trabajando a la vez y después ya se verá». Fue empezar a pensar así y que las cosas comenzaran a mejorar. Fue extraño la verdad. En aquel año en el que todo empezó a cambiar estuve un mes vendiendo alarmas y también en Decathlon (un año en la sección de pádel y otro en tenis) y en mi primer año en Segunda B también estuve vendiendo alfombras… Siempre con un sueldo del fútbol y otro del trabajo, para poder echar una mano en casa”, añade.
