«Todo lo que me gusta es inmoral, es ilegal o engorda», cantaba el grupo «Pata Negra» con los hermanos gitanos Raimundo y Rafael Amador con Kiko Veneno pero el jugador Antoine Griezmann (At. Madrid) lo sigue al pie de la letra para desesperación del profe Ortega. Antes de entrenar, Griezmann desayuna en Majadahonda y va directo a una pastelería. Y cuando no tiene tiempo manda traer los pasteles a casa ¿Quien es el causante del mayor riesgo que posee actualmente la alimentación de la plantilla colchonera? Lo cuenta la revista GQ: «Fanático colchonero y amigo de los capitanes del Atleti, Koke y Gabi, este pastelero es “culpable” en parte del éxito del cholismo. Y es que sus manolitos forman parte de la dieta de los guerreros de Simeone. “Los jugadores del Atlético están enganchados. Los descubrieron a través del fisioterapeuta del equipo, que es de Colmenar. Cuando no van a la tienda de Majadahonda se los sirvo yo mismo. A Griezmann le chiflan. Cuando me ve aparecer el Profe Ortega –el severo preparador físico rojiblanco– empieza a soltar de todo por la boca. ¡No quiere que engorden!”.


«Manolo se encarga de repartirlos él mismo, aunque no encaja en la imagen que tenemos de un repartidor. “La gente espera que aparezca en una furgoneta. Pero a mí me encantan los coches deportivos. Son mi pasión. Cuando los clientes me ven aparecer con el coche lleno de manolitos, no dan crédito”. Os lo dijimos: todo aquí se sale de lo normal». El periodista José Manuel Ruiz, con fotos de Andrea Vega en la revista GQ, entrevista a Manolo Manzano, el hombre que está detrás de los “manolitos”, «esos pequeños croissants que han cautivado el paladar de los madrileños hasta la locura. Son un bocado adictivo y no es raro ver largas colas en la puerta de sus pastelerías, un día sí y otro también. Se han convertido en el dulce más icónico de la capital: Madrid devora 7.000 kilos de manolitos al mes», señala la revista.

No es la primera vez que estos tradicionales pasteleros recién instalados en Majadahonda salen en prensa. «Hablar de unos minicruasanes hojaldrados, con mantequilla y un acabado con un chocolate 30% de cacao despierta el apetito de cualquiera. En Madrid se les conoce como «manolitos». Y salen de la pastelería artesanal «Manolo e hijos». «Los manolitos son nuestro producto estrella», explica Remedios Manzano, heredera de la tradición familiar que iniciaron sus padres. Fue en Colmenar Viejo (Madrid), donde pusieron primero en práctica el «arte de la pastelería» que ahora lleva por eslogan la pastelería Manolo e hijos. Y lo hicieron en su propia casa:

«Mi padre, junto con mi madre, recién casados empezaron a hacer los pasteles en su cocina y a vender las tartas a los vecinos y a tiendas cercanas», recuerda Manzano al programa «Dar Cuerda». Por eso, la continuidad familiar era la hoja de ruta: «Mi padre quería montarlo para nosotros y de hecho lo ha conseguido. Nos inculcó su capacidad de emprendimiento. Cada mañana levantamos la persiana como si fuera su primer día». El resultado salta a la vista: tres tiendas en Colmenar Viejo, dos en Tres Cantos, dos en Madrid y una más en Majadahonda. Y, sobre todo, el éxito de lograr que un dulce común conocido como minicruasán solo se llame ‘manolito’ si proviene de la Pastelería Manolo», concluye esta web.

Remedios Manzano

Manolo Manzano

Majadahonda Magazin