Arribas marcando a Vitolo bajo la mirada de Mateu Lahoz

J. FEDERICO MTNEZ. «Los árbitros me han expulsado justa e injustamente, unas veces te benefician, otras te favorecen. Y alguna tarjeta me han quitado también. Recuerdo una en especial marcando a Soldado contra el Valencia. Él, muy hábilmente se frenó, lo arrollé y me sacaron roja directa. El Comité de Apelación me quitó la tarjeta, a la semana siguiente jugamos contra el Getafe, metí un gol y nos salvamos. Ahora con el VAR es otra historia. Me dan igual los arbitrajes, que sean permisivos tipo Mateu Lahoz o más estrictos como Undiano Mallenco. Cada vez, de hecho, se parecen todos más. Y es difícil ser árbitro porque dirigen a 22 profesionales que te intentan engañar si hace falta con tal de ganar el partido. Y es muy complicado moderar el juego en directo, saber si están simulando o no… Es difícil». En esta tercera entrega de la entrevista con el futbolista Alejandro Arribas, emblema del fútbol en Majadahonda y el deportista que ha cumplido el ciclo completo de la cantera en La Oliva (de alevín a juvenil) y ha llegado más alto, repasa su trayectoria desde distintos ángulos: arbitrajes, presidentes, utilleros, posiciones…


El árbitro Fernández Borbalán expulsando a Arribas

¿Qué tipo de presidencias ha vivido en el mundo del fútbol profesional? –A mí me gustan los presidentes discretos, aquellos que conoces el día que firmas el contrato y te despides de ellos cuando te vas. Ese tipo de presidente es el que impera en el fútbol profesional que yo he visto y vivido, no ese otro que baja al vestuario, que está todo el día con polémicas en la prensa o que se mete en la alineación de los jugadores o en las tácticas del entrenador. El presidente del Consejo de Administración en un equipo profesional es sobre todo gestión y los consejeros se diferencian de los antiguos directivos de un club amateur en que deben velar por los intereses de la entidad, nunca por los suyos propios, debiendo ser especialistas y profesionales en su área.


J. Federico Mtnez y el utillero Gómez

Y del primero al último del escalafón: el utillero. En el Rayo Majadahonda es toda una institución y se llama Gómez… –Me conoce mucho porque yo iba a entrenar de forma suplementaria con mis entrenadores personales a las horas en las que solo estaba él en La Oliva. Y me conoce desde que era pequeño y ha visto como crecía en mí esa ilusión y ese hambre hasta llegar a lo que ahora soy. Solo él sabe cómo entrenaba y me esforzaba más que los demás. Y si es 1 hora o más al día, eso son 25 o 30 al mes y 300 al año, por eso era mejor que el de al lado. Gómez ha visto todo eso en primera persona como utillero y quizás por eso me tiene un cariño especial. Y yo también a él. A cualquier hora siempre ha estado ahí y me ha ayudado y proporcionado lo que necesitaba. Eso es de agradecer y de bien nacido es ser agradecido.

Arribas celebrando uno de sus goles con Osasuna

¿El central tiene la obligación de ser goleador? Usted lleva 11 goles, 2 ahora con el Pumas y 4 con el Depor… –Es correcto, en México metí 2 goles, en Coruña 2 en Liga y 2 en Copa, con Osasuna también metí 4, con el Rayo Vallecano metí en primera división 1… Ese no lo olvidaré nunca: fue contra el At. de Bilbao y ese día Fernando Llorente nos metió un hat trick en Vallecas y yo metí mi primer gol en Primera División. En el juvenil del Rayo Majadahonda siendo el central fui el máximo goleador y por eso fui luego a la selección madrileña, siendo además el juvenil más pequeño del Majadahonda porque era de segundo año. Pero considero que todo eso es un poco mito, el central lo primero que tiene que hacer es defender y evitar que nos hagan un tanto. A mí no me vale un central que mete 5 goles por temporada y tiene luego 5 fallos graves atrás. Es mejor que meta solo 1 y que no tenga ningún fallo. Obviamente hay centrales muy buenos como Diego Godín que mete goles y aparte defensivamente no falla. Hoy en día eso de que el central suba arriba depende mucho de los entrenadores, que asumen más o menos riesgos en función también de cada partido y de como va el encuentro.

Marcando a Villa recibió una tarjeta en el Nou Camp

¿Por qué ha invertido parte de sus ahorros como futbolista en comprar acciones del Rayo Majadahonda? –Me he decidido a invertir en el Rayo Majadahonda porque era una oportunidad muy buena para que el equipo creciese y que mejor que el club donde jugaba de pequeño y en el que dentro de unos años, cuanto más mejor, me gustaría retirarme. Por eso pretendo que el club pueda subir de nuestra mano porque consideramos que puede estar más arriba. Y de ser un club familiar, dé el paso al profesionalismo para que pueda estar donde se merece. Si el año pasado la gente disfrutó mucho con la Segunda División, ojalá en un futuro podamos ponerlo otra vez en la élite. Es lo que estamos buscando y es difícil porque ahora comienza un proyecto nuevo en una división nueva, pero estoy seguro que en pocos años conseguiremos estar donde Majadahonda se merece. Y para mí la élite es tanto Segunda como Primera División.

El central está muy expuesto a las tarjetas: sancionado con amarilla en México

Dialogando con el árbitro Gil Manzano en un partido

 

Majadahonda Magazin