«Cuando Arnold Schwartzenegger era culturista, era más tonto que un zapato. Y porque era más tonto que un zapato, una vez dijo: “Una congestión es mejor que un orgasmo”. La congestión a la que se refería no era la que se cura con Fernandol (para los imbéciles que vayan a corregir, la gracieta es a posta), sino que la que se tiene haciendo pesas cuando se te atasca la barra o la mancuerna a media repetición, parece que no vas a completar, y apretando los dientes (y el culo) consigues terminar el levantamiento. Vale, pero de ahí a decir que es mejor que un orgasmo, hace falta ser idiota integral (y Arnie lo era entonces, luego ya no, que por algo se casó con una Kennedy, fue gobernador de California y tiene más dinero que Dios, y luego otra vez sí, porque se la pegó a la Kennedy, que se apellida Shriver ¿???, con la señora de la limpieza y le pillaron)”. Así comienza la divertida crónica de “Sr. Torquemada” sobre la extraordinaria victoria del CR Majadahonda sobre el Alcorcón que le dio el ascenso. Y prosigue de esta forma:
“Ahora me pregunto (porque si se lo pregunto a otra persona, va a pensar que hay piedras notablemente más inteligentes) ¿Es un ascenso mejor que un orgasmo? La duda me corroe, me quita el sueño, es un desafío intelectual sin parangón. Pero responderé …. ¡ni de coña! El orégano es mucho mejor (léase primer paréntesis). Una vez solventada la disquisición filosófica, añadiré que ascender mola, pero mola mucho, pero mucho, mucho. Y eso precisamente es lo que ha hecho hoy el equipo B, ascender a 2ª Regional, ganando el playoff de ascenso a Alcorcón, por muchos puntos a pocos.
Los coleguis del equipo me piden que no hable de rugby, así que voy a hablar de natación sincronizada:
1.- Los jueces puntuaron a las nadadoras de Majadahonda con 60 puntos, y a las nadadoras de Alcorcón con 10. Creo que en natación sincronizada eso es ganar.
2.- El agua estaba sucia, mezclada con arena, y haciendo barro, pero un montonazo de barro, en el cual las nadadoras estuvieron muy juntas, muy serias, y completaron todas las combinaciones que les habían mandado las entrenadoras Iesussa Alfayatova), y Daniela Castelotarugova.
3.- Por defectos de mantenimiento del personal de piscina, no funcionaba la calefacción y el agua estaba helada, lo cual no afectaba mucho al nadar, pero sí al mirar desde fuera.
4.- Pocas veces se ha visto una coreografía tan bien trabajada esta temporada.
Y ya está, a palabras escafandríacas, oídos peripatéticos (esto lo decía mi abuelo Leandro, que era un hombre muy culto, y amante del absurdo, como uno que yo me sé). Por lo demás, temporada terminada, relativamente pocas lesiones, Coco ha metido mil ensayos, los demás no, y muchos chavales jóvenes que se han enterado de qué va el rugby (y la natación sincronizada), y algunos cuarentones que les ha pasado lo mismo. Ha sido un gustazo volver a jugar al cinquillo (y al rugby) con un grupo humano (y zombie) tan diverso como éste. Una cosa os diré (anda, parezco un predicador evangélico de los de Hossana TV), y es que esta temporada en tercera ha sido mucho más divertida que la anterior en segunda, y no por ganar, que también, sino porque en el seno del equipo B ha vuelto a haber dos cosas que no hubo en la 2014-2015, a saber: a.- Respeto por los compañeros y b.- Buen rollo y amistad. El que no entienda que la natación sincronizada, el cinquillo y el rugby se basan en eso, mejor que juegue al fútbol. También ha vuelto a haber macarrones de tercer tiempo, pero creo que eso sí se repite, espero que la temporada próxima haya callos con garbanzos, que me gustan mucho.
Para terminar, he prometido a los amiguetes hablar de mujeres de mala reputación (cuando yo era chaval, mi padre tenía el despacho en Capitán Haya, y al salir de trabajar a las tantas de la tarde, me saludaban super amables, pero como yo tenía menos dinero que uno que se está duchando, y ya es decir, les devolvía el saludo educadamente, pero nada más), drogas (ya está, he puesto el Fernandol), alcohol (me he tomado media botella de Cune comiendo en casa, muy rico), grasas poliinsaturadas (de merienda un Toblerone a pachas con mi hijo Roberto, he tocado a poquísimo), corrupción (cuando la ensaladilla rusa la dejas fuera de la nevera en Julio se corrompe), y fraude fiscal (está perseguidísimo, no lo hagáis). Chan Ta Ta Chan, Objetivo cumplido, y sin ofender (espero).
Jugaron: todos menos José Pro, que estaba tocado.
Ensayos: No toquéis las narices.
Jugador del partido: Hoy sí, Jason Leonard.
Villano del partido: Joker, pero el de Heath Ledger, que daba mal cuerpo. Jack Nicholson era un payaso y Danny de Vito, bajito a secas, como yo.
Recomendación cultureta de la semana: Dado que escribo esta crónica en el 18º aniversario de pasar por caja con Clint, estaba dudando si la película Cadena Perpetua o Fuga de Alcatraz, pero al final me he decidido por Papillon, que se ajusta muchísimo al libro. De verdad, tanto el tomo como la peli con Steve Mcqueen y Dustin Hoffman son extraordinarios.
Venga, sed buenos y temerosos.
