Testimonio de un ciclista de Majadahonda acosado por un coche

LIDIA GARCIA. El vecino Javier G. (@largo_javi) ha hecho público un suceso que le ocurrió cuando transitaba con su bicicleta por Majadahonda: «hace unos días me topé con la majariega amargada de turno que casi nos tira de la bici, hoy me he topado con el gracioso del pueblo. Aún me estoy riendo, ¡vaya chispa! (Another story of commute in Majadahonda City). En esto que al pasar justo a mi lado, baja la ventanilla y, muy educadamente, me dice: «¡Oye, vas ocupando toda la calle, por favor!». Lo de siempre, calle de un solo carril por sentido y yo circulando por la calzada. Llega nuestro invitado de hoy, pero no se pega a la rueda, se queda a una distancia prudencial y cuando puede, me adelanta. Adelantamiento impecable por cierto, cambiado completamente de carril, sin poner en peligro a los que vienen en sentido contrario, dejando bastante distancia lateral con mi bici y pasándome despacio. ¡Ole tú! Pero en esto que al pasar justo a mi lado, baja la ventanilla y, muy educadamente, me dice: «¡Oye, vas ocupando toda la calle, por favor!». ¿Qué? ¿Qué dónde está el chiste? ¿Qué no te hace ni p*** gracia?. Lo explico: el nota me dice que voy ocupando toda la calle, ¡atención! ¡Desde un p*** Volvo XC90! ¡De locos! Un coche que tiene 5 metros de largo, ¡cinco! ¡2 metros de ancho! ¡casi 1,80 metros de alto y más de 2 toneladas de peso! Madrecita de mi vida… ¿Te imaginas cruzando la calle y que te venga un bicho de estos a toda velocidad? ¡Pero soy yo quien ocupa toda la calle! ¿Es un buen chiste o no?».


Lidia García

«10 segundos después y 200 metros mas abajo, ahí estaba el del Volvo junto con otros tantos amigos suyos atascados en la rotonda, pero ¡eh! sin ocupar la calle, eso sí, que sus coches no ocupan espacio. Son las bicis. Ellos y sus coches no los aparcan en la calle convirtiéndola en trasteros para coches, ocupando gran parte del espacio público, que es bajar a la calle y tener la sensación de pasear por un garaje, ¡joder! ¡Coches aparcados por todos lados de mala manera y ahora cada vez más grandes! Y pobre del alcalde de turno como no le solucione el marrón del aparcamiento. Porque todo el mundo sabe que cuando te compras un coche es responsabilidad de tu alcalde buscarte un sitio donde puedas dejarlo. A ser posible en la puerta. Eso es ley en la ciudad de los coches. En fin, querido vecino, qué quieres que te diga. Pues sí, voy a seguir ocupando la calle, ¡claro que sí!. Lo que sea necesario. A diario, yendo a mis quehaceres como haces tú con tu coche. Porque por mucho que te joda, tengo el mismo derecho que tú a usar la vía pública», concluye.


Testimonio de un atropello en un paso de cebra de Majadahonda

La vecina Karina S. A. fue víctima de un atropello este 16 de junio (2022) y lo cuenta así: «Buenos días a tod@s, me acaban de atropellar en el paso de cebra de la carretera del Plantío por la calle Navaluenga. Lo más indignante es que la conductora dice que no me vio y pasó la llanta de su coche por mi pie derecho. Mi sobrino pequeño que iba conmigo cayó al suelo. Por favor, conductores, paren en el paso de cebra, den preferencia al peatón. Aquí la imprudencia ha sido de la conductora, mi tía iba con mi hijo cruzando el segundo paso de cebra que hay en la carretera y antes de ella iba una señora, es imposible que la conductora no los haya visto. Lo que más molesta es que cuando llegó a ver a mi hijo y a mi tia súper asustada, el de la policía me dice que no es nada, que solo ha sido un «golpecito«, ¿La llanta en el pie de mi tía es un golpecito?. Él no es médico para decir o minimizar el golpe. El pie lo tiene morado y obviamente no puede caminar bien, gracias a Dios no pasó a mayores pero ¿tenía que llegar a otros extremos para que le tomen la importancia debida?. No me gustó que minimizasen lo que pasó. Mi hijo se cayó, tiene el brazo morado. Mi tía no cometió ninguna imprudencia al cruzar, fue esta señora la que lo hizo y encima cuando mi tía le dijo que no iba a poder trabajar porque su trabajo requiere que ella esté de pie más de 7 horas, llorando claramente por el dolor, la conductora y causante del accidente le dijo: «yo también estoy perdiendo el tiempo aquí». Nada de empatía».

«Cuando fuimos a la policía local nos dijeron: «tienen que ir al juzgado a hacer la denuncia» y justo eran los mismo policías. Al final nos dijeron: «bueno, hagan la denuncia, llamen a su abogado y tienen que pagar algo«, nos dijo el nombre de algo que no recuerdo ahora. Pero no se trata del dinero, si no de la imprudencia y que haya más conciencia. De igual manera ya lo estamos gestionando con un abogado porque esto no puede quedarse así». La vecina Margarita L. corrobora con su experiencia: «Yo como peatón tengo mucho respeto a los coches, siempre saldremos perdiendo, hay mucho que su lema es «que pare el coche» y no es así: el peatón es el que tiene que ser consciente de parar, mirar y cruzar. En Las Rozas lo tienen escrito en los pasos de cebra, Majadahonda debiera de tomar ejemplo», concluye su relato.

Majadahonda Magazin