AGENCIA EFE. La Cámara de Cuentas de la Comunidad ha alertado en un informe de la «debilidad de los controles de actuación» de 33 Fundaciones del Gobierno regional -entre ellas la Fundación Arpegio, investigada en el caso Púnica– y cuestiona su creación por «falta de rentabilidad social, económica o por razones de eficacia». En el informe de fiscalización de estas fundaciones para el periodo 2011-2015, elaborado a solicitud de la Asamblea de Madrid, la Cámara de Cuentas concluye que todas tienen en común «la debilidad de sus controles de actuación, en contraste con lo que sucede en los órganos centralizados de la Comunidad». «La práctica totalidad de las entidades fundacionales examinadas carecen de unidades de control interno u órganos similares, de tal manera que el control económico administrativo se deriva a empresas auditoras externas«, dice. Entre las fundaciones examinadas están la Fundación Arpegio, ya extinguida y dependiente de la sociedad de gestión del suelo sucesora de Arpegio, investigada igualmente en la Púnica. También figuran la Fundación Canal de Isabel II, en funcionamiento; la Fundación Dos de Mayo, Nación y Libertad, extinguida; la Fundación Madrimasd, dirigida en la actualidad por el ex consejero de Sanidad Jesús Sánchez Marto; y varias fundaciones para la investigación biomédica relacionadas con hospitales madrileños. En total, las 33 Fundaciones fiscalizadas recibieron en el periodo analizado (que abarca las presidencias de Esperanza Aguirre, Ignacio González y Cristina Cifuentes) 124,5 millones de ingresos derivados de ayudas recibidas por la Comunidad de Madrid.


La Cámara de Cuentas advierte de que la mayoría de las fundaciones carecen de «adecuados registros contables así como de registros relativos a las actividades desarrolladas que permitan el seguimiento adecuado de la documentación». Además, en materia de comprobación del destino de ayudas y subvenciones percibidas concluye que el grueso de estas fundaciones «no han aportado los correspondientes documentos«. El organismo madrileño también alerta de que durante el periodo objeto de fiscalización varias fundaciones han sido extinguidas o absorbidas por otras sin dejar constancia de ello en el registro de la Comunidad de Madrid. Por otro lado, la Cámara de Cuentas cuestiona la creación de determinadas fundaciones «por su falta de rentabilidad social, económica, o por razones de eficacia» y sostiene que «tampoco aparece justificado el mantenimiento de la vigencia de otras, que según la fiscalización realizada presentan importantes debilidades estructurales y de funcionamiento». Entre sus recomendaciones, sugiere dotar de unidades de control interno a las fundaciones, ya que están financiadas «fundamentalmente con recursos públicos», y suprimir aquellas que no tengan rentabilidad «social, económica e incluso de oportunidad«.

Majadahonda Magazin