JORGE RUBIO. «Tengo que pensar en el nivel de competición al que quiero competir porque mi cuerpo o mi mente ya no llega… Tengo que aceptarlo». Con estas palabras, el patinador Javier Fernández anuncia su retirada oficial del mundo de la competición en un foro organizado por el diario ABC con motivo del 40 aniversario de la Constitución. El patinador pondrá punto y final a su carrera deportiva después del Europeo de Bielorrusia que se disputará entre el 21 y el 27 de enero de 2019 en la ciudad de Minsk, aunque antes competirá en el Campeonato de España que tiene lugar del 14 al 16 de diciembre de 2018. Después de esa cita, Javier Fernández llevará su espectáculo «Revolution on Ice» a Murcia y Gran Canaria, los días 21 y 26 de diciembre, y a Madrid, en una doble función prevista para los días 28 y 29 de diciembre.

Entre sus éxitos deportivos destaca su bronce olímpico, coronarse dos veces como campeón del Mundo y seis como campeón de Europa. Unos triunfos por los que Fernández ha obtenido un amplio reconocimiento a nivel nacional e internacional y cuyos humildes orígenes comenzaron en Majadahonda de mano del Club Igloo. Desde la pista de hielo majariega «La Nevera» no han dudado en sumarse a las despedidas hacia el que ha sido el más grande de los patinadores formados en estas instalaciones: «Se retira un gran campeón y una inspiración para cualquier deportista. Una leyenda del deporte que comenzó en el hielo de La Nevera. ¡Mucha suerte en tu nueva etapa, Javi!». No son los únicos que recuerdan el pasado majariego de «Super Javi» tal y como refleja la publicación Ha10 en su semblanza sobre el deportista: «Javier Fernández López nació en el Barrio de La Latina, en Madrid, el 15 de abril de 1991. Sus primeros pasos tuvieron lugar en el “Club Igloo” de Majadahonda, con Iván Sáez y Carolina Sanz como entrenadores. Tras mudarse una temporada al club de Patinaje de Circus Villalba, Javier volvió al primero. El resto es historia«.

“Pasan los años y, en 2004 siguiendo a su hermana Laura, tres años mayor y por entonces la mayor estrella de esta modalidad en nuestro país, un Javier Fernández adolescente se marcha a Jaca para entrenar con Mikel García. Allí comienza a dominar los triples incluido el axel, un salto por aquel entonces no realizaban españoles. En 2006, Fernández regresa a Madrid para trabajar con Jordi Lafarga en club Circus de Villalba pero, debido al cierre de esta pista, ambos retornan al Igloo (posteriormente, SAD Majadahonda) con Carolina Sanz e Iván Sáez”. El diario Marca también recordaba los inicios majariegos de Javier Fernández en un extenso reportaje sobre la los esfuerzos que él y su familia tuvieron que realizar para poder conseguir alcanzar su sueño. “Cuando la vi patinando supe que yo quería patinar también. Me enganché muy rápido, aunque no sé por qué me costaba tanto meterme en el hielo. En algunas ocasiones, mi madre tenía que meterme físicamente en la pista, pero una vez dentro ya no podía parar de patinar“, recordaba Javier Fernández recordando sus días en la pista de hielo de Majadahonda. Tras anunciar su retirada de las competiciones, el patinador ha señalado en El Español que le gustaría «seguir ligado al deporte que le ha dado todo» aunque «no como un competidor pero sí como una persona dedicada al deporte«.

Quizá Fernández opte por la enseñanza y transmitir sus conocimientos a las nuevas generaciones de patinadores así como difundir este deporte prácticamente desconocido en España. «Por ello, desde su éxito olímpico, Javier se ha centrado en difundir el patinaje artístico por todo el país, buscando que esta disciplina llegue a los más pequeños para engancharles a ella. Buscando que alguien siga los pasos de aquel niño que tuvo que emigrar para convertirse en pionero», señala Mundo Deportivo. Por otro lado, su experiencia como formador está muy cotizada tal y como demostró el campus que realizó este verano Majadahonda junto a su entrenador Valter Rizzo a través de lecciones de 25 y 50 minutos por las que se pagaron 800 euros.