Juzgados de Majadahonda

MANU RAMOS. «Condenado a pagar 434.000 euros por vaciar las cuentas bancarias de su suegra. El hombre empezó a retirar dinero de la anciana tras morir su esposa, y dedicó una parte de él a hacerse una casa en La Vera. El Supremo le retira la pena de prisión al entender que la relación suegra-yerno no se extingue al morir la mujer de él e hija de ella». Con estos titulares, el diario «Hoy» de Badajoz informa de una sentencia del Tribunal Supremo que ha librado de la cárcel a un yerno condenado por el Juzgado nº 5 de Majadahonda por vaciar las cuentas de su suegra. «Los movimientos bancarios empezaron al poco de morir la esposa del condenado, es decir, la hija de la víctima. A los 9 días de enterrar a su única descendiente, la anciana firmó un poder en el que autorizaba al hombre «para la administración de sus bienes, dada la relación de convivencia de muchos años -la señora vivía en un chalé con su hija y su yerno desde hacía 12 años- y la avanzada edad de la víctima», según los hechos probados de la sentencia dictada por el Juzgado mixto número 5 de Majadahonda y ratificada por la Audiencia Provincial de Madrid. En ella se detalla también que entre enero de 2011, cuando murió la esposa del condenado e hija de la víctima, y marzo de 2014, cuando la anciana abandonó el chalé en el que vivía, el hombre realizó numerosos cargos contra dos cuentas de su suegra«.


«En primera y segunda instancia, el hombre fue considerado culpable de un delito continuado de apropiación indebida y condenado por ello a tres años y ocho meses de prisión. Pero este fallo ha sido ahora corregido por el Tribunal Supremo, que ha aceptado el argumento esgrimido por la defensa del hombre, según el cual el parentesco entre yerno y suegra se mantiene pese al fallecimiento de la esposa del primero e hija de la segunda. Este vínculo constituye una excusa absolutoria, entiende el Supremo, que absuelve al acusado del delito de apropiación indebida -y por tanto de la pena de cárcel- pero mantiene el resto de los fallos de las sentencias anteriores, incluida la obligación de indemnizar a la sobrina de la víctima en 434.020 euros, más intereses. Esta sentencia pone fin al caso», señala la noticia.

Todo se debe a que el Tribunal Supremo ha ratificado parcialmente dos sentencias que declaraban culpable a un hombre que durante tres años retiró dinero de las cuentas bancarias de su suegra hasta el punto de dejarlas casi a cero. La Sala de lo Penal le condena a indemnizar a la heredera de la víctima, una sobrina, en la cantidad de 434.020 euros, al considerar que el varón, a quien la víctima había autorizado a disponer de sus cuentas, utilizó el dinero de ella en beneficio propio. «De hecho, él admitió haber dedicado una parte de lo sustraído a comprar una finca y hacerse una casa en la localidad cacereña de Villanueva de La Vera», indica el diario pacense.

Una de las cuentas corrientes tenía en enero de 2011 un saldo de 202.630 euros. Tres años y dos meses después, quedaban 102 euros. De otra cuenta, el acusado retiró un total de 304.500 euros, repartidos de la siguiente forma: 105.500 en el año 2011, 98.000 en 2012 y 101.000 en 2013. Además, realizó otros movimientos. Entre ellos, dos transferencias «a la oficina liquidadora de Jarandilla de la Vera por valor de 8.010 euros cada una». La documentación proporcionada por las entidades financieras para el juicio permitió comprobar que el hombre había realizado «varias transferencia destinadas a la compra de una finca en Villanueva de la Vera, y las escrituras que acreditan la titularidad de dicho terreno a nombre del acusado, primero al 50% con otra mujer que era su pareja entonces y luego al 100%».

En el juicio oral, el condenado declaró «que gastó parte del dinero de la víctima, sin especificar cuánto, en la construcción de una casa en Extremadura, que es propiedad exclusiva del acusado y no de la anciana, como él mismo confesó». Entre otros gastos que reconoció figuran también 1.500 euros que destinó a la compra de un gato, porque según dijo, él se dedicaba a criarlos. «En esa vista oral no se pudo escuchar el testimonio de la víctima porque falleció unos días antes, pero sí se incorporó a la causa una declaración que hizo ante notario. También se escuchó el testimonio de la sobrina de la anciana, que fue quien la acogió en su piso cuando decidió irse del chalé. La sobrina manifestó que su tía creía que le quedaba todo su dinero en las cuentas. Una prima de esa sobrina afirmó que la anciana «se encontraba desolada tras enterarse que no le quedaba dinero en sus cuentas bancarias», concluye la noticia.

 

Majadahonda Magazin