Elena Huidobro, fundó «A Tempo» en Majadahonda

JULIA BACHILLER. Desde que MJD Magazin dio la noticia, muchos vecinos preguntan por ella. Y también los medios de comunicación. «Elena Huidobro nació en Santander, donde pasó su infancia y su juventud, y donde comenzó sus primeros estudios relacionados con el mundo de la música y la pedagogía musical. Antes de marcharse a Madrid y completar su formación en el conservatorio superior de la capital de España, en Majadahonda, en esa ciudad tan cercana a la capital madrileña, es donde ha desarrollado su carrera profesional. Y donde dirige su propia escuela de música, “A Tempo”. Así presentaba Onda Cero su entrevista con la majariega candidata al Premio Mujer Cantabria 2021 este martes 19 de octubre (2021). Y la primera pregunta era la siguiente: ¿cómo se respira hoy por Majadahonda?. Elena Huidobro: «Un día muy bonito, ya empieza el otoño. Están cayendo ya las hojas de los árboles, hace un sol muy bonito, un poquito de fresco, y luego al mediodía seguro que hace mucho calor porque todavía estamos teniendo días buenos». Onda Cero: ¿Cuánto echas de menos Santander y Cantabria allí en Majadahonda? –Muchísimo y cada vez más, con la edad lo hecho más de menos. Yo Santander lo añoro muchísimo. Y a medida que pasan los años cada vez que voy me da más pena volver. Estoy muy bien en Majadahonda, esta es mi segunda casa, pero la añoro mucho. Mis vacaciones siempre las paso en Cantabria. Seguidamente tras hablar de Castro Urdiales, la localidad cántabra donde nació, Elena Huidobro pasa a explicar el motivo por el cual decantó su carrera profesional por el mundo de la música: ”en mi familia había tradición de estudiar música, mi madre la estudió, pero también en la familia de mi padre. En las dos familias había tradición de estudiar música. Mis abuelas habían estudiado piano las dos, y creces un poco en ese ambiente. Y en el colegio, las mercedarias, había tradición de enseñanza musical, formaba parte de nuestra educación. ¿Sentiste inclinación por algún instrumento musical en concreto? –Siempre me gustó la guitarra, pero estudié piano porque me apuntaron desde muy pequeña. En casa la tradición era estudiarlo y lo hice oficialmente.


Elena Huidobro explica las claves de su método

¿Con el paso del tiempo te quitaste esa espinita de haber estudiado guitarra? –A mí me dejaron hacerlo, en casa me compraron una guitarra muy buena y me dejaban tocar, claro que sí. Pero la enseñanza más oficial era la del piano. ¿Has podido tocarla a tu gusto? -No he tenido tiempo para haber estudiado como a mí me hubiera gustado. Completas los estudios en el conservatorio Jesús de Monasterio y ves que tienes que cursar estudios superiores que en Cantabria en aquella época no se podían realizar. Y te tienes que marchar a Madrid, ¿no? -Sí, aunque la verdad, para ser honesta, me vine a Madrid por amor. Pero aproveché para matricularme en el conservatorio superior de pedagogía. Y tuve muchísima suerte porque fue una época dorada en la que había un equipo en la cátedra de pedagogía trabajando fenomenal. La vida y los años te enseñan que a veces te cruzas con personas clave, que son como ángeles, que te van dirigiendo bien, hacia donde tienes que ir. Yo tenía una amiga con la que estudié en el conservatorio de Santander que era Pilar Echevarría. Cuando me iba a ir a Madrid me dijo: “Oye Elena, tienes que matricularte en pedagogía porque sé que en pedagogía en el conservatorio superior se está haciendo un trabajo buenísimo». Y ahí que me fui yo, cuando pude me matriculé. La cátedra la llevaba Elisa Roche, que era una  persona formalísima, y muy interesada en la pedagogía, y tuvimos una formación buenísima. Y luego tenías que estudiar, tenías gastos, tenías que trabajar y tuve la suerte de hacerlo en un colegio, el Liceo Serrano de Madrid, que ya no existe. Su directora, Rosalía Paino Galvarriato, era sobrina de Eulalia Galvarriato, mujer de Dámaso Alonso, que fundó el colegio. Tenía interés por el arte, las letras, la música… Y en un momento dado a la otra profesora de música y a mí nos reúnen y nos dicen: “yo quiero que los niños de mi colegio aprendan todos música desde los 4 años, hacedlo como queráis, os doy libertad para que lo hagáis vosotras”. Y eso fue un regalo que te encuentras de repente, joven, con los estudios recién terminados. Y ahí empezó mi trabajo creando».


«A Tempo» en Majadahonda

Creando tu propio método, porque hay que contar que Elena Huidobro es autora de “Suena, suena”, para la educación musical de los niños de 0 a 7 años, primer ciclo de la educación musical, que es un método por el que se rigen muchos padres e hijos que quizás han estudiado música. ¿Cómo se te ocurre crear ese método “Suena, suena”?. Se han vendido desde su creación más de 150.000 ejemplares, está considerado como una referencia para este tipo de enseñanza, para los profesores en escuelas que imparten música infantil. ¿Cómo lo plasmas? ¿Cómo lo patentas? –El método se me ocurrió porque tenía que dar clases a niños de 4 y 5 años y no sabía cómo. Porque tu estudias muchísimo, pero cuando te encuentras delante de los niños de 4 y 5 años y quieres captar su atención… Tampoco había nada escrito para esta edad, no había ningún método completo para la enseñanza. Y empiezas a pensar: ¿qué tienen que hacer los niños?, pues jugar. Tengo que hacer un juego que les guste que tenga que ver con la música, ¿Pero cómo capto su atención?, pues voy a ponerle un cuento… ¿Y si le pongo una canción?. Poquito a poco fui construyendo unidades didácticas que partían de un cuento, primero se lo contabas y así atraías su atención. En el cuento los personajes contenían los conceptos musicales que querías enseñar. Después venía la representación dramática, los juegos… Y ellos sin darse cuenta iban aprendiendo lo que tu querías, les ibas introduciendo los contenidos musicales. Esos cuentos siempre tenían una danza, unos juegos… Yo empecé haciendo esto y a la compañera de música del colegio le gustó y dijo: “¿Por qué no seguimos juntas?”. Y así surgió “Suena, suena”. Que importante eso de que los niños aprendan música jugando y casi cualquier cosa ¿no? –Sí, porque los niños en general están demasiado sentados en los pupitres, demasiado en los colegios, y necesitan moverse, experimentar a través de su propia experiencia con el movimiento, están demasiado sentados. Y la clase de música es una oportunidad para moverlos. Todo lo que sean juegos de sicomotricidad musical les ayuda, pero no solo a los pequeños, a todos los niños en todas sus etapas. Etapa infantil, primaria, incluso te diría que también en la ESO. En bachiller los pobres ya no tienen tanto tiempo, pero la educación musical debería de estar impregnada en la vida de todos los niños, desde la etapa infantil hasta que son adultos.

Todos estudian música en el colegio, en ocasiones mucha historia de la música que efectivamente es necesaria y está muy bien para tener una base cultural, pero en muchas ocasiones no afrontan ese aprendizaje de la música desde un punto de vista lúdico. ¿Qué le aporta a un niño aprender ritmo, música, solfeo y tocar un instrumento? –La formación musical proporciona una enseñanza integral importantísima. Yo siempre lo digo: la música es arte y ciencia. Tú cuando estudias música estas desarrollando por un lado tu capacidad creativa a través del arte, pero también tu proceso cognitivo y estudiando la teoría musical. Al ser una actividad tan artística y diferente, potencia la sensibilidad, cultiva el espíritu. Y una cosa muy importante: la practica musical en grupo fomenta actitudes de tolerancia, respeto, paciencia hacia los demás, que no consigues con otras materias. Yo creo que la enseñanza musical es importantísima en todas las edades y aprovecho para reivindicarlo a los directores de los colegios, que lo tengan en cuenta, que todos los niños lo tienen que estudiar. Los coros no cuestan dinero porque es verdad que a veces la música es cara, comprar instrumentos, ¿pero un coro?. Tenerlo en un colegio no cuesta dinero. ¿No tienes un “Suena, suena” para veteranos? -¡cuántas veces me lo han pedido!, tendríamos que hacerlo. Para estudiar música nunca es tarde, el problema que tenemos los mayores es que no tenemos tiempo. Escuche la entrevista completa aquí.

Majadahonda Magazin