JORGE RUBIO. El vecino de Majadahonda Alejandro Martínez (@La__petite_mort) ha compartido a través de su perfil en redes sociales una amplia reflexión sobre los valores humanos que emergen ante un accidente de tráfico. Y no ha sido precisamente para resaltarlos. El detonante para que se haya decido a realizar esta publicación ha sido el reciente y grave atropello de una mujer en un paso de cebra de la ciudad en la Avenida Reyes Católicos (6 de diciembre 2018) y la pasividad o egoísmo que observó en algunas personas a la hora de socorrerla. Alejandro Martínez denuncia en su relato de estos hechos la falta de humanidad que a su juicio impera en la época actual y la necesidad de «avanzar como sociedad» basando «nuestra felicidad en ayudarnos, respetarnos y entendernos». Una historia que comienza así: «Hoy han atropellado a una señora en mi ciudad (Majadahonda) y se ha quedado tendida en mitad de la vía sin poder moverse. Mientras tanto, la señora que iba en el coche de atrás se quejaba porque no la dejaban pasar con su jeep 4×4. Ha intentado pasar por su lado sin éxito, sin mostrar la más mínima preocupación por la señora herida. ¿De verdad tenemos tan poca compasión y humanidad?» Y la conmovedora reflexión continúa así:


«Y si esa señora fuera tu madre o tu abuela, ¿no te gustaría que la atendieran como se merece por ser una p*** persona? De verdad que luego la gente se extraña de que VOX haya sacado casi medio millón de votos. A mí lo que me sorprende es que la gente no se lo esperase, teniendo en cuenta la falta de humanidad que inunda las calles. Parece que nos hemos acostumbrado a ser unos gilipollas. De verdad, me gustaría tener un poquito de fe en la gente y la humanidad en general. ¿Por qué no intentamos ponernos un poquito más en la piel de los demás? ¿Por qué nos importamos tan poco? ¿Por qué valoramos tan poco la vida de los demás? Joder, parece que solo sabemos ser felices y sentirnos realizados mientras pensamos que hay gente más desgraciada que nosotros, mientras pisemos al de al lado. ¿Por qué no lo vemos al revés? ¿Por qué no basamos nuestra felicidad en ayudarnos, en respetarnos, en entendernos? ¿Por qué no intentamos avanzar como p*** sociedad que somos y dejamos de quejarnos tanto de lo que vemos en los demás pero no nos atrevemos a ver en nosotros mismos? Y eso, ya me callo, necesitaba compartirlo porque si no reventaba. Pese a que le hemos explicado a la señora del jeep la situación, ella se empeñaba en no querer entenderla. Qué tristeza, hostia».

Majadahonda Magazin