Marina Pont (PP) defendió la gestión del Equipo de Gobierno en la nevada

JULIA BACHILLER. Llegado el turno de intentar dar una explicación a las consecuencias y actuaciones tomadas por el Ayuntamiento de Majadahonda ante el paso de “Filomena” en el pleno «telemático» correspondiente a enero (2021), algo que sería similar al estreno de una película en la gran pantalla, fue la directora del film, siguiendo el protocolo, la encargada de presentar el acto. En este caso Marina Pont (PP) como concejal de Medio Ambiente del Equipo de Gobierno PP-Vox asumió esta dura responsabilidad. Sus dotes de dicción y entonación a los que nos tiene acostumbrados favorecieron su puesta en escena. En una adaptación irónica al titular de la oscarizada película, esta bien podría llamarse “Lo que Filomena se llevó”, y con la banda sonora de fondo acompañada de la adaptación de la famosa frase “¡A Dios pongo por testigo, que Majadahonda nunca volverá a verse incomunicada por una gran nevada! (mientras yo sea concejal, se sobreentiende), evitando cerrar el puño al pronunciar la frase, porque seguro que su partido no lo vería adecuado, hay que cuidar la imagen. Volviendo a la realidad y a la seriedad que el pleno requiere y que es difícil de mantener, la concejal pidió perdón a los vecinos: “Sé que desde el Ayuntamiento no hemos sido todo lo rápidos y todo lo eficaces que habríais necesitado que fuéramos, por ello de corazón os pido perdón”, un gesto que cada uno valorará a su manera.

Julia Bachiller

Durante su exposición, la concejal del PP aportó los siguientes datos: el 5 de enero los esparcidores de sal estaban funcionando, el 7 de enero las maquinas quitanieves estuvieron funcionando desde el inicio de la nevada y la práctica totalidad del municipio quedó sepultada por una acumulación de nieve que superaba los 80 centímetros de espesor. A ello añadió que la demanda de maquinaria “se convirtió en un auténtico «Mercado Persa», teníamos que competir con gigantes como el Ayuntamiento de Madrid“. Y añadió: “Fue posible porque las empresas sí saben que el Ayuntamiento de Majadahonda, gracias a unas políticas del equipo de gobierno, es una administración seria, con las cuentas saneadas, con un buen periodo de pago a proveedores. Y así pudimos contratar por emergencia a una importantísima variedad de empresas que confiaron en nosotros. De esta manera llegamos a contar con más de 70 máquinas trabajando por retirar la nieve y con 300 operarios”, en el que se incluye personal contratado por emergencia. Lo cual nos lleva a “300” otra gran película para los que les guste el cine épico de acción.

Para finalizar, la concejal aseguró: “Ante Filomena no hubo previsión pero lo que sí hubo fue capacidad de reacción”, una flagrante contradicción ya que más tarde se vería obligada a pedir disculpas a los vecinos. Según la concejal, se realizó un “esfuerzo titánico en materia de comunicación“ (aunque las quejas de los vecinos en esta materia son abundantes en las redes). Y concluyó: “Todos los centros educativos estaban óptimos para la vuelta al cole en la fecha inicial, 18 de enero”, aunque le quiere pasar la factura a la Moncloa: “sin la ayuda del Gobierno, el bolsillo de los vecinos se verá perjudicado”.

Marina Pont (PP) cerró el debate así: “No se dan cuenta de que esto ha sido una catástrofe”, para seguidamente escudarse con críticas al Gobierno de la nación (PSOE) y a la vicealcaldesa de Madrid (Cs), como viene siendo habitual en ella. En defensa de la empresa de limpieza Valoriza eximió a esta de los costes y responsabilidades al considerar que no se trató de una «nevada normal». Y de forma irónica invitó a los grupos de la oposición a participar en la redacción del nuevo contrato de limpieza para “ampliar el nuevo contrato en 2 ó 3 millones de euros para que en caso de que en 50 años vuelva a caer otra Filomena estemos preparados”. Los 14 millones del arbolado los justificó ante los datos que el Ayuntamiento recabó sobre las especies forestales del municipio, tanto en el Monte del Pilar como en el resto de zonas, así como por las talas que se han visto obligados a realizar. Así que solo queda terminar como concluyen algunas películas: «Continuará…»