pesticidaLa Federación Regional de Asociaciones Vecinales de Madrid ha emitido un comunicado enviado a MJD Magazin en el que señala expresamente a la concejala de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Majadahonda, África Sánchez por permitir el uso de herbicidas cancerígenos en los servicios municipales de jardinería de la ciudad: “la entidad ciudadana, tras confirmar con la concejala de Medio Ambiente el uso actual del herbicida en la localidad, entregó el pasado 13 de abril un escrito al alcalde solicitando que, “aunque no está de momento prohibido legalmente, se aplique el principio de precaución y se prohíba la utilización del glifosato en nuestro municipio”. De asumir esta petición, Majadahonda seguiría los pasos dados por más de 45 consistorios de todo el Estado, entre los que se encuentran Barcelona, Talavera de la Reina, Valdemoro y, recientemente, Madrid”.


pesticida2La Federación Regional de Asociaciones Vecinales de Madrid se hace eco de la demanda de su filial majariega: “Vecinos de Majadahonda solicitan al Ayuntamiento que deje de usar el glifosato”, titula su nota, que añade: “En el marco de la campaña vecinal contra el uso del herbicida glifosato, la Asociación Vecinal del Municipio de Majadahonda registró el pasado 13 de abril una petición en el Ayuntamiento para que este prohíba su uso en la localidad. El pasado 20 de marzo, la Agencia Internacional de Investigación sobre el Cáncer, perteneciente a la Organización Mundial de la Salud (OMS), publicó un informe en el que indica que “hay pruebas convincentes de que el glifosato puede causar cáncer en animales de laboratorio y hay pruebas limitadas de carcinogenicidad en humanos (linfoma no Hodgkin)”. La OMS lo califica como “probablemente cancerígeno” y lo sitúa en el segundo nivel de peligrosidad (de cinco niveles) en relación con el cáncer”.

pesticida1Y concluye: “La multinacional Monsanto empezó a fabricar el glifosato en los años sesenta con el nombre comercial de Roundup y actualmente es el herbicida más utilizado en el mundo. En agricultura se aplica masivamente asociado a cultivos transgénicos de soja, maíz o algodón, pero también se emplea de forma intensiva en la producción de cereales, olivas y uvas. En las ciudades se usa de manera generalizada para el control de la maleza y malas hierbas en solares, cunetas, parques, jardines y huertos. Tras ser pulverizado, se han detectado restos del herbicida en alimentos, el aire y el agua. Tal y como subraya la Asociación de Vecinos del Municipio de Majadahonda, “sus efectos no solo son negativos para la salud, sino que elimina la biodiversidad de flora y fauna y empobrece la calidad de los suelos”.

Majadahonda Magazin