Barings tiene una larga trayectoria detrás que le relaciona con Napoleón, Lady Di y hasta con la película “El Gran Farol” (“Rogue Trader”), protagonizada por Ewan McGregor, donde cuenta los acontecimientos que condujeron al derrumbamiento del Banco Barings en 1995. Hoy la firma británica Barings se ha levantado después de su enésimo tropiezo a lo largo de la historia y es un fondo de inversión con oficinas en 16 países y amplia operativa internacional. Y es noticia porque ha protagonizado una importante operación inmobiliaria: ha pagado 17,6 millones de euros por dos activos logísticos en Majadahonda (Madrid). La gestora ha comprado a López-Real un almacén, que será alquilado a Conforama (tienda online de sofás, colchones, salones, dormitorios, cocinas, televisiones y electrodomésticos) así como una gasolinera, en una parcela que abarca 10.900 metros cuadrados. Barings está hoy conformada en su Consejo de Administración por las grandes firmas internacionales Resource Capital Partners, Hogan Lovells y Arcadis.


Centro comercial alquilado por Baring en Italia

Barings Real Estate ha cerrado su ambicioso plan de expansión en España para 2017. Pocas semanas después de que comprara un centro logístico en Zaragoza de 29.000 metros cuadrados de superficie, la gestora internacional ha adquirido a López-Real dos activos en Majadahonda (Madrid) por 17,6 millones de euros, curiosamente idéntico montante que desembolsó en una operación parecida de la capital aragonesa. El fondo se ha hecho con un almacén y una gasolinera que abarcan en total un terreno de 10.900 metros cuadrados de superficie que alquilará el centro a la multinacional de muebles Conforama con un contrato por diez años. Con esta nueva adquisición, Barings acumula una cartera de activos no residenciales en España de casi 100 millones de euros de inversión durante 2017. En abril, la gestora compró en Madrid otros 56.000 metros cuadrados de superficie logística por 35 millones de euros, al que se ha de sumar un activo de 1.600 metros cuadrados en julio, previo pago de 21,6 millones de euros. Junto a los dos centros adquiridos en el último mes, ya son más de 90 millones de euros los que ha desembolsado la empresa en España, informan las webs financieras Ejeprime y Businessimmo.

La historia de Barings puede que sea la de los más viejos banqueros del mundo, parecida a la de los alemanes Fugger (Fúcares) y Welser en el siglo XVI, las familias Medicis, Bardi y Peruzzi en la próspera Florencia del siglo de oro o los genoveses Spinola. En 1802, la casa Barings financió la adquisición de Luisiana, a pesar de que Gran Bretaña estaba en guerra con Francia, y de que la venta tuvo como efecto la financiación de las tropas de guerra de Napoleón. Técnicamente los Estados Unidos no adquirieron Luisiana a Napoleón, sino que el general francés se la vendió a los hermanos Baring a través de su empresa Hope & Co. En ese mismo siglo la firma padecería serios problemas por la sobreexposición a la deuda argentina y uruguaya, por lo que el banco tuvo que ser rescatado por un consorcio organizado por el gobernador del Banco de Inglaterra, William Lidderdale, durante la crisis de 1890.

Buque insignia financiero de las multinacionales anglosajonas, la compañía estableció vínculos con el rey Jorge V, comenzando una relación estrecha con la monarquía británica que perduraría hasta el colapso de Barings en 1995. De hecho, Diana, princesa de Gales conocida como “Lady Di”, fue la bisnieta de uno de los integrantes de la familia Baring. Su último derrumbamiento lo produjo su joven ejecutivo Nick Leeson, que huyó a Singapur pero fue arrestado en Alemania y extraditado de nuevo a Singapur, donde lo condenaron por fraude y fue encarcelado durante 6 años. Durante su prisión escribió una autobiografía, titulada “Rogue Trader: How I Brought Down Barings Bank and Shook the Financial World” (“Como hice caer el Banco Barings y sacudí las finanzas mundiales”), conocida en España como “El gran farol” y en México como “El Estafador”, donde cuenta los acontecimientos que condujeron al derrumbamiento. Fue adaptada al cine en la película del mismo título, protagonizada por Ewan McGregor.

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