“Soy el padre David Benítez Alonso, párroco de Santa Genoveva (Majadahonda). En primer lugar quería agradecer el artículo sobre las campanas de la parroquia. Es fantástico y ha gustado a la gente, ya que es muy fiel a la homilía. Gracias.  Y otra cosa. Las autoridades de la Comunidad de Madrid han pedido al cardenal arzobispo que el 11-M de 9 a 9’05 de la mañana suenen las campanas de las iglesias en recuerdo de las víctimas de los atentados del 11 de marzo por su aniversario. El cardenal ha dispuesto que así se haga como señal de oración por las víctimas y en las parroquias lo haremos. Se harán toques de difuntos y después de gloria. Simplemente escribía para que tengan el aviso por si quieren comentarlo. Saludos y gracias de nuevo. David Benítez Alonso, Presbítero. Cura Párroco”. Con esta emotiva carta enviada a la redactora de MJD Magazin, Julia Bachiller, el sacerdote majariego daba a conocer en 2017 el homenaje a las 191 víctimas del mayor acto terrorista acaecido en España. Y sugería además un artículo que evocaba el título de la célebre novela de Ernest Hemingway: «¿Por qué tocan las campanas?»


Alvaro Real (Aleteia): La Comunidad de Madrid prepara un decreto para que las campanas queden fuera de las regulaciones de niveles de ruido de la ciudad. Se quiere así preservar de demandas una tradición y una cultura ancestral. ¿Qué cultura es esta? ¿Por qué tocan las campanas? Desgraciadamente la fuerza de esta cultura y de esta manera de comunicarnos se va perdiendo. Son sonidos que nuestros abuelos conocía de memoria y que ahora nosotros difícilmente interpretamos y las próximas generaciones olvidarán. Existen múltiples toques de campana, pero simplemente recordaremos los más comunes:

Toque de arrebato: Es un toque que asusta y alerta. Se trata de un toque en el que las campanas son tocadas a la vez y de forma muy rápida. Significa alerta ante algún peligro. Se avisaba así a la gente para que acudiera a socorrer y ayudar ante algún incendio o problema.

Toque de fiesta: Es un toque alegre. Las campanas tocan “a vuelo”. Se dejan voltear y volar para mostrar que estamos ante un día grande. Solía realizarse al llegar la Virgen o el santo en una procesión o en una fecha señalada como el Domingo de Resurrección.

Toque de difuntos: Es el toque que nadie en el pueblo quiere escuchar. Un toque lento y sobrecogedor. Es quizá el más reconocido. “Hay muerto” se suele decir nada más escucharlo. Se avisa así a la población del fallecimiento de algún vecino. Una característica, si el fallecimiento era de un hombre el toque finaliza con dos toques separados. Uno toque sólo si es una mujer.

Toque de gloria. Al igual que el de fiesta es un toque alegre. Se da cuando ocurre algo especial. La llegada del obispo, un nuevo Papa o algún acontecimiento de especial relevancia.

La tradición del toque de campanas sigue dándose en muchísimos pueblos o ciudades y en algunos de ellos tienen especiales particularidades. El toque de campanas no queda sólo en estos cuatro toques, es un lenguaje rico y universal. Existe un toque para el Ángelus, otro para las horas (los cuartos), para maitines, para el rezo del rosario, para la misa diaria, para la misa de domingo, para orientar en la noche, en la niebla o en nevadas, el toque de procesión, etc, etc…

Majadahonda Magazin