TONY DEL VALLE. La noticia futbolística del mes en Majadahonda ha sido sin duda la vuelta del Rayo Majadahonda al Cerro del Espino. Será el 2 de diciembre de 2018, un mes antes de lo previsto, a las 12:00 horas, contra otro histórico del fútbol español: el Depor. La vuelta a casa es anhelada por todos los aficionados del Rayo y será impresionante el ambiente que podremos ver ese domingo. Muy pequeño se quedará el Cerro del Espino para recibir a la gran masa de aficionados majariegos que asistirá a un partido histórico. Como siempre, la Junta Directiva –con el Personaje a la cabeza–, dan la callada por respuesta. Muchos aficionados se han puesto en contacto conmigo para preguntarme si sabía algo sobre cómo estará el campo tras las obras anunciadas a bombo y platillo por el club. Al final he podido sacar mucha información sobre el regreso al Cerro del Espino. Esta vuelta se ha precipitado, en cuestión de unos días, porque el Atlético de Madrid, tomó la decisión de comunicar a la directiva del Rayo Majadahonda que el próximo partido que tocaba jugar en casa no podrían utilizar el Wanda Metropolitano. El ultimátum o «desahucio express» lo puso el cuerpo técnico colchonero junto a la plantilla del Atlético de Madrid con el Cholo a la cabeza, todo ello derivado por el estado tan lamentable en que se encontraba el césped del campo. Textualmente, el «Cholo» manifestó a un directivo que no entendía «que narices hacía allí el Rayo Majadahonda» celebrando sus partidos oficiales de la Liga 1,2,3. Públicamente se quejaron varios jugadores, pero la gota que colmó el vaso fue la «rebelión» de los futbolistas en el vestuario por la «epidemia» de lesiones: el doble uso del campo estaba ya poniendo en riesgo la integridad física de los mismos. La AFE estuvo a punto de intervenir, así que el Rayo Majadahonda fue desalojado en cuestión de horas.


Según las noticias que me llegan, verificadas en fuentes del club, el Personaje tiene un cabreo de padre muy señor mío. Estaba viendo lo rentable que era para sus bolsillos el impacto que tenía jugar en el Wanda, con recaudaciones que superaron a veces los 70.000 euros en algunos partidos (Extremadura, Oviedo), asistir al Palco a todo confort, ser el anfitrión en uno de los mejores estadios de fútbol de Europa… Ya conocéis al Personaje, solo le importa lo suyo: los aficionados que debían de desplazarse unos cuantos kilómetros para ver jugar a su equipo le importan un bledo y ya en el último partido jugado contra el Almería se notó una afluencia menor de aficionados majariegos, con apenas 2.500 seguidores (500 almerienses). Ahí palmó dinero, toda vez que Gil Marín le cobra 25.000 € por partido, aunque ha aceptado una rebaja de 5.000 € a cambio de no abrir todo el campo y que lo pida por escrito, pues en caso de incidente grave por juntar a las 2 aficiones en la misma grada deben dilucidarse responsabilidades penales. Pero el Wanda ya es pasado y el futuro es Majadahonda. ¿Cómo estará el Cerro del Espino para recibir al Depor?. Que nadie se engañe, estará igual que cuando lo dejaron, el aforo será el mismo (rondará las 3.000 localidades, las plazas nuevas suplen a las que se quitan). Se abrirá el acceso lateral que ya se inauguró con el Cartagena y lo único flamante es que habrá control digital de entradas con unos tornos. Aumentarán los servicios de bar, habrá nuevo marcador electrónico y desaparecerá la paupérrima imagen que dábamos la temporada pasada con una asistencia media de 400 espectadores. Ahora, con los cerca de 2.000 abonados (a los que irregularmente no se les ha permitido el derecho a voto ni acceso a la Asamblea) y con la afición visitante que se desplace a Majadahonda, veremos un Cerro del Espino lleno.

El césped será renovado y se estrenarán las nuevas torretas de luz, que a la vez han ocasionado protestas de los vecinos del contiguo barrio del Pinar del Plantío: los 60.000 watios o más que son necesarios para poder retransmitir los partidos en horas nocturnas así como los entrenamientos diarios molestan a los residentes, que ven sus casas iluminadas como si allí se estuviera celebrando la gran fiesta de Año Nuevo. A la espera de lo que digan los vecinos sobre la realidad del informe elaborado por la empresa Philips, estas quejas han llegado al Ayuntamiento y este deberá autorizarlo en el Pleno del próximo 27 de noviembre de 2018. Ya tenemos un Roza Martín 2.

El coste de las obras ha sido sufragado en un porcentaje del 75 % Rayo Majadahonda y un 25 % Atlético de Madrid. Solo cambiar el césped natural supone un gasto de cerca de 350.000 euros, por lo que todo esto le va a suponer al Rayo Majadahonda un desembolso de cerca de un millón de euros. Y es que la política de amigos que hace el Personaje en la ciudad ha salido al final algo más cara de lo previsto. Como siempre, nos quedaremos sin saber en detalle lo gastado y tendremos que esperar a la Asamblea para que presenten un mínimo balance de cuentas. Cualquier socio abonado tiene derecho de acuerdo a los Estatutos del Club a recibir en detalle con facturas el importe desembolsado por la entidad y cualquier otra información que crea conveniente. Pero eso es otra historia porque el cuento de hadas del Wanda Metropolitano, gracia a esa política deportiva tan personalista de llevar el club con enfrentamientos hacia todo y con todos, ha terminado antes de lo previsto.

Majadahonda Magazin