LIDIA GARCIA. «¿No debería cerrarse un colegio con cinco casos en cinco clases? El protocolo establece que la presencia de “un cierto grado de transmisión entre distintos grupos puede conllevar cierre de líneas completas, ciclos o etapa educativa». Sin embargo, David Santos, director del centro de infantil y primaria Antonio Machado de Majadahonda y uno de los profesores más innovadores de la ciudad, ha declarado al diario El País que «nos dicen los superiores [inspección y Consejería] que debe ser salud pública quién decida los confinamientos, que nosotros no somos la autoridad competente. Sería perfecto si en salud pública nos atendieran, pero es que deben estar desbordados porque es imposible contactarlos”. Él, explica, tuvo la suerte contar en su centro con una enfermera que “pudo pasarse literalmente dos horas seguidas llamando sin parar al teléfono hasta que contestaron, pero en los que no tienen esa suerte algunos han tardado hasta tres días en que alguien les atendiera”, asegura. Y añade: “Varios directores de mi entorno están optando por confinarlas [las clases] por su cuenta porque prefieren que les sancionen por excederse en sus funciones antes que exponer a sus alumnos”. Un portavoz de la Consejería de Educación se ha limitado a decir que, notificado a Salud Pública, el centro deberá hacer lo que el departamento le indique. “En la mayor parte [de los centros donde ha habido casos] se resuelve a tiempo”, añade un portavoz de Sanidad, que recuerda que Salud Pública atiende no solo a los positivos, sino que también “está recibiendo muchas preguntas y dudas de los centros educativos”.  Tres periodistas del diario El País, Cristina Saldaña, Victoria Torres Benayas y Beatriz Lucas, han evaluado las medidas de los centros escolares sobre el Covid. Y han constatado esto en la Consejería de Educación de la Comunidad de Madrid:


Según Isabel Galvín, que ha hablado con los presidentes de las asociaciones de directores de colegios y de institutos y así lo atestigua, “tampoco está funcionando el apoyo telefónico a los centros por parte de Salud Pública. Es precisó que se ponga a disposición de los centros un servicio sanitario de apoyo con atención telefónica preferente al que llamar en caso de necesidad y que se garantice que hay alguien que descuelga al otro lado y que atiende con celeridad y dando prioridad”. Preguntado por cuántas líneas o personas están dedicadas a esta labor, Sanidad no contesta. Tampoco aporta un balance actualizado del número de aulas cerradas en la región.

“Desde el inicio de curso los centros están viviendo auténticas odiseas para ser atendidos e incluso no llegan a ser atendidos”, asegura Galvín, que recuerda que Salud Pública es quien debe determinar si se confina o no un aula “y si no responde con agilidad esa responsabilidad la acaban asumiendo los equipos directivos. Cuando aparezca un caso positivo de covid en un centro educativo, el departamento de salud pública de cada comunidad “decidirá las principales medidas para el control, como son el aislamiento de los casos y la cuarentena de los contactos”, según la guía del Ministerio de Sanidad que ha servido como base para los protocolos de las comunidades. Pero ¿qué pasa si salud pública no coge el teléfono? ¿Y si su respuesta tarda dos, tres y hasta cuatro días en llegarLea el reportaje completo.

 

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