“Ex directivo de Canal reconoce que unas obras de 30 millones están incompletas”, titula La Vanguardia. “La oposición parlamentaria afirma que «aún no se sabe cuánto costó» la conexión entre Boadilla y Majadahonda”, señala el diario El País. Y es que el escándalo de la corrupción en las obras del Canal de Isabel II en Majadahonda posee ya alcance nacional. El diputado autonómico Juan Antonio Gómez Angulo (PP), ha declarado que quienes deberían comparecer ante la Comisión de Investigación son el presidente, el consejero delegado o el director del Canal, “que son los que deben responder políticamente de la gestión”. El diputado del PSOE, Juan Lobato, ha añadido que ninguno de los comparecientes ha aclarado cual era el sistema de control que empleaba el Canal. “Ni como se presupuestan”, ha añadido Juan Rubio de Ciudadanos. Alejandro Sánchez (Podemos), ha indicado que todavía “no sabemos cuánto ha costado la obra a los madrileños y está sin terminar”. Y es que para los grupos políticos, las comparecencias en la Comisión de Investigación de los dos primeros funcionarios han sido “decepcionantes”, porque no han aclarado ninguna de las dudas sobre la gestión de esas obras en Majadahonda.
Juan Arturo Alonso
AGENCIA EFE. Juan Arturo Alonso, que fue jefe del departamento de construcción de redes del Canal de Isabel II, ha reconocido que no se han completado unas obras entre Majadahonda y Boadilla adjudicadas en 2008 por 30,4 millones de euros y por las que fue relevado de sus funciones por falta de supervisión. Así lo ha señalado en su comparecencia en la comisión de estudio de la deuda que tiene lugar en la Asamblea de Madrid, en la que la mayoría de las preguntas ha girado en torno a estas obras, licitadas por 51 millones de euros. Finalmente, estos trabajos fueron adjudicados en 2008 por 30,4 millones de euros a la empresa JOCA ingeniería y construcciones, que más adelante presentó concurso de acreedores.
«La obra no se ha terminado, hay tramos que no se han ejecutado todavía como el Monte de Boadilla y algún tramo más, como el cruce de la M-50″, ha señalado Alonso, que por entonces tenía entre sus funciones controlar los trabajos del Canal. En este caso, reconoce que en la obra (integrada en la denominada ‘M-50 del agua’ y que pretendía construir un anillo de distribución de agua entre Majadahonda y Boadilla del Monte ) hubo «bastantes cambios con respecto a lo que estaba indicado en el proyecto». Sin embargo, asegura que «todos estaban dentro del presupuesto de ejecución», por lo que «no fue necesario licitar un modificado». Los cambios motivaron «problemas para la obtención de permisos y licencias» de la obra, que empezó a ejecutarse en 2009. Entre ellos, ha citado la modificación del trazado de una zona del Monte de Boadilla para tratar de «disminuir al máximo posible» el daño que podrían sufrir las encinas y que está «sin ejecutar a fecha de hoy». Además, ha indicado que hubo «discrepancias» en los criterios de medición entre la empresa adjudicataria y la asistencia técnica de la sociedad INNCIVE (contratada por el Canal de Isabel II), que se regularizaron a partir de marzo de 2010.
Fuentes de Podemos (el grupo parlamentario que ha solicitado las dos comparecencias de la comisión) han explicado a Efe que estas diferencias de medición hicieron que el Canal pagara a JOCA 1,5 millones de euros de más. Las mismas fuentes han señalado que la Audiencia Provincial de Badajoz (donde JOCA tiene su sede social) dictaminó en 2013 que el Canal tenía que pagar 1,7 millones extras a la empresa adjudicataria al no haber abonado a sus trabajadores todo el importe por las obras. El exdirectivo del Canal ha exculpado a INNCIVE al decir que realizó «todas las actividades previstas en su contrato de manera adecuada» y ha negado que hubiera «alguna alteración por parte de algún personal del Canal en las mediciones presentadas por JOCA». «Rotundamente no», ha respondido.
Por otro lado, ha comentado que de las más de 600 obras que ha supervisado «todas han finalizado satisfactoriamente», pero en la ejecutada entre Majadahonda y Boadilla se consideró que no había cumplido «adecuadamente» con sus funciones. Ello provocó en 2012 su destitución del cargo de jefe de departamento de construcción de redes del Canal y la suspensión de empleo y sueldo durante tres meses. Actualmente, trabaja en otro departamento de la empresa pública y confía en «recuperar la confianza» de sus superiores. Desde Podemos, han confirmado a Efe que estos trabajos también supusieron el despido del director de la obra, Manuel Jiménez Torrico, así como la suspensión de empleo y sueldo durante tres meses de la jefa de la división, Esther Rica.
María Belén Benito
Previamente, ha comparecido la actual directora de operaciones de Canal Isabel II Gestión, María Belén Benito, que en el momento de adjudicación de estas obras a JOCA trabajaba como subdirectora de ingeniera y construcción. En su intervención, ha negado que la bajada del 41 % en la licitación de estos trabajos, al pasar de 51 millones de euros a 30,4, fuera temeraria. «No es una proposición temeraria en el sentido en que la ley la define», ha manifestado. Ha explicado que las obras de la subdirección de ingeniería y construcción del Canal están contempladas en un plan estratégico plurianual de infraestructuras que se construyen a largo plazo y «en función de las necesidades». Sobre las cantidades pendientes de pago a JOCA, se ha limitado a decir que es un asunto «resuelto judicialmente».
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