PELAYO CADENAS SUÁREZ. Soy un vecino majariego aficionado a la escalada. Escribo este pequeño artículo acerca de este deporte tan minoritario, que, aunque sea un deporte olímpico, es en ocasiones, olvidado. Hace unas semanas se ordenó el cierre del único rocódromo gratuito del pueblo (situado en el Polideportivo El Tejar). Se trataba de un rocódromo muy modesto, en un descampado muy agradable detrás del polideportivo en sí. Era bastante pequeño y por supuesto, algo lejos de lo que se podría empezar a considerar como «un roco por el que pagaría una entrada«. No obstante era ideal para mis amigos y para mí, que lo teníamos bien cerquita de casa, era nuestro centro de entrenamiento, nos ocupábamos nosotros mismos del mantenimiento y de su equipación. En definitiva, nos divertíamos ahí haciendo deporte. Lo cierto es que hablamos con la Concejalía de Deportes y el asunto parecía algo complejo. No obstante, y en definitivas cuentas, la premisa de la Concejalía ante nuestra iniciativa para recuperar el rocódromo era que no iban a poner dinero en el mismo y que deberíamos pasar a dirigirlo nosotros, con 2 objeciones: primera, que haya un monitor cualificado en todo momento y segunda, un seguro médico para los usuarios. Todo ello suena muy lógico, pero se traduce en dinero. Y ahora ustedes me dirán como yo, recientemente graduado de Medicina y actualmente estudiando una oposición como el MIR, no solo me han quitado una pequeña vía de escape, sino que me ofrecen organizar un club de escalada para todo el pueblo, y que no me espere ni la menor ayuda por parte de la Concejalía, una broma de mal gusto, vaya.


Pelayo Cadenas Suárez

Por este motivo, y ya alejado del carácter crítico, creo que con este mensaje no solo me represento a mí, sino a una comunidad de aficionados a la montaña y en concreto a la escalada, que superamos en Majadahonda, con creces, las 100 personas. El cierre del rocódromo «El Tejar» ha sido un impacto duro de encajar y el tema diario de conversación de muchos majariegos aficionados que se están viendo quizás desplazados por el Ayuntamiento. Espero que les interese lo que les he escrito, mi única intención es hacerme eco del problema que compartimos unos no tan pocos vecinos, que queremos recuperar nuestro pequeño «roco«, y sobre todo, que nuestro deporte siga floreciendo y creciendo a la misma velocidad que lo llevaba haciendo estos últimos años. Gracias de antemano. Un cordial saludo.

Majadahonda Magazin