MANU RAMOS. «No deja de resultar irónico que la cafetería de un hospital sea el foco de una intoxicación«. Las palabras de Miguel Ángel González Batista como valoración de lo ocurrido esta semana en el Hospital Puerta de Hierro de Majadahonda no dejan lugar a dudas: 9 trabajadores intoxicados, que otras fuentes elevan a 31 entre médicos y enfermeros, comieron un plato de espaguetti carbonara y terminaron con diarreas y vómitos. Para el hospital no hubo fiebres, pero según un comunicado de CC.OO sí. Y relata que «en la cocina se elaboraron 150 raciones de la pasta con salsa carbonara, donde creen que está el origen del brote. De las raciones se dispensaron 136». Se están analizando las muestras de esa comida, servida por la contrata Cafestore, para establecer o descartar su relación con este proceso y «es posible hacerlo porque la empresa concesionaria del servicio guarda las comidas servidas en los cinco días anteriores«, según el Hospital. Este mismo viernes el gerente del Hospital, Ricardo Herranz, hacía público que dejaba su cargo, siendo sustituido por el director médico Julio García Pondal. Curiosamente Ricardo Herranz fue quien autorizó en 2018 que el Hospital Puerta de Hierro cerrase la polémica cafetería durante dos días para la grabación del programa gastronómico «Masterchef» pero ha desvinculado su cese de actividad con el escándalo alimentario: «Tal y como ha confirmado el propio Herranz a Redacción Médica, ha abandonado la administración pública hace algo menos de un mes para conocer de primera mano el mundo de la consultoría». Y declara: «Fue una decisión que no ha tenido nada que ver con cambios políticos. Ha sido algo personal«, aunque la Consejería no ha sufrido ningún cambio político con la coalición PP-Cs ya que Enrique Ruiz Escudero (PP) sigue siendo el consejero de Sanidad.


El ex gerente Herranz, el nuevo Dr. Gª Pondal y el consejero de Sanidad Escudero (PP)

La agencia Europa Press señala que “aunque el diario El Mundo cifraba en 30 las personas intoxicadas, la dirección del centro asegura que el Departamento de Riesgos Laborales ha contabilizado únicamente 9 afectados”.  Por su parte, CC.OO recuerda en su comunicado que «el Comité de Salud Laboral no fue informado de los hechos, al igual que ocurrió con el brote registrado en el Hospital La Princesa en el que 23 profesionales acusaron náuseas, vómitos, fiebre y/o diarrea, a pesar de que en esa ocasión había transcurrido más de 15 días desde que debutaron los primeros síntomas en uno de los afectados» hasta que CCOO tuvo conocimiento «extraoficial» del brote. Con posterioridad, dicho centro sanitario reconoció esta intoxicación como «accidente laboral«. Según el relato de la periodista Ana Del Barrio en «El Mundo«, los hechos sucedieron el pasado lunes 2 de septiembre (2019), al mediodía, «cuando 20 trabajadores del hospital se intoxicaron en el comedor del personal tras ingerir una pasta carbonara. La situación se repitió, al día siguiente, cuando otros 11 médicos que estaban de guardia cenaron la misma pasta que se había servido el día anterior. El personal sufrió diarrea y vómitos, aunque no se trató de una intoxicación grave».

«Los empleados ya han protestado en varias ocasiones porque Cafestore, la concesionaria del hospital, reduce cada año más los costes, con lo que la calidad de la comida empeora con el tiempo. «Es indignante que la pasta contaminada se volviese a servir al día siguiente. Esto ya ha pasado más veces y volverá a suceder porque, a menudo, reutilizan la comida y no existen controles que garanticen un mínimo de calidad. Nos quejamos, pero no nos escuchan», se lamenta uno de los médicos. Fuentes del Hospital Puerta de Hierro explican que los 9 casos de intoxicación alimentaria «fueron leves, con gastroenteritis, pero sin fiebre». Y en concreto precisan que los platos servidos el pasado martes día 3 de septiembre por la noche «fueron los que se refirieron a los casos de gastroenteritis», de los que se han hecho eco numerosos medios de comunicación en toda España.

Ricardo Herranz: «Son mis últimos años antes de jubilarme y decidí cambiar de sector tras estar dirigiendo hospitales durante más de 30 años”. Sabiendo que le quedan “cuatro o cinco años de vida laboral”, ha cambiado su lugar de trabajo por la empresa Gestihealth Consulting. “Excepto un año y medio que pasé en la Fundación Jiménez Díaz, toda mi vida laboral ha estado ligada a la pública y me apetecía conocer cosas antes de jubilarme”, ha explicado visiblemente emocionado frente a los nuevos retos laborales que le vienen por delante. La empresa de la que ahora forma parte Herranz tiene una gran influencia en el extranjero, «Latinoamerica y África«, y busca “oportunidades de negocio para empresas españolas”. En estos momentos, esta “experiencia enriquecedora” está llevando a Herranz a conocer un mundo nuevo. “Estoy aprendiendo cómo funciona este mercado y empapándome de la normativa de cada país”, ha puntuado. Y sobre su plaza puntualizó que hasta que se saque la plaza a concurso público, el director médico del centro ocupará su lugar.

Majadahonda Magazin