JULIA BACHILLER. Un año más los belenistas de la Parroquia de Santa Catalina abren sus puertas a Majadahonda Magazin para poderles ofrecer un anticipo de lo que será el Belén de la parroquia 2017-18. Maribel, Federico, Ildefonso, Julián, Javier y este año dos nuevos colaboradores Elvira y Manuel. Impresionante labor la que realizan desinteresadamente para que todo esté preparado el día de su inauguración: el 24 de diciembre. Como novedad contar que este año 2017 han ampliado un metro más su superficie, lo que ha modificado el marco de presentación donde estará ubicado y que han construido ellos mismos. Incluye tres figuras nuevas de los Reyes Magos, subidos a lomos de los animales que indican su procedencia: Europa, Asia y África, representados por un caballo, un elefante y un camello. Durante todo el año ellos se preparan para esta fecha tan esperada, asistiendo a congresos de belenistas donde además de aprender nuevas técnicas de montaje, adquieren alguna figura más, aquellas que por su originalidad y diseño aporten ese toque tan especial que ellos siempre dan en su montaje.


Durante todo el año Maribel continua retocando y creando esos pequeños accesorios que dan vida a todo el conjunto, restaurando y modificando los que ya existían o tallando nuevos motivos. Pequeños detalles que tanto aportan al resultado final y elaborados con materiales reciclados. Este año destaca una preciosa cueva de pastores, realizada con papel de periódico y poliespan; la variedad de árboles, arbustos y plantas ornamentales, y el interior del Portal de Belén, así como las demás casas minuciosamente decoradas con todo detalle.

Si hay algo admirable en este trabajo que realizan es que no repiten ningún año el mismo montaje. Partiendo de una idea inicial, durante el proceso de elaboración la modifican y cambian hasta conseguir el efecto deseado. Es maravilloso ver la coordinación y el ambiente de trabajo que estos belenistas tienen, relajado y con la aportación continua de ideas que puestas en común tienen como resultado ese impresionante escenario. Llevan ya un mes de trabajo y aún queda mucho por hacer, muchas figuras que ubicar y accesorios que colocar.

El resultado final, como otros años, está garantizado que va a ser espectacular. Se mantiene el efecto del paso de la noche al día con ese juego de luces que crean para que podamos apreciarlo: el río, la fuente y el pozo con el agua en movimiento, el humo de las chimeneas… Posee tantos detalles que hay que fijarse mucho y verlos desde diferentes puntos, ya que cada uno aporta una visión distinta. Ellos mismos contaban a Majadahonda Magazin que realizan este trabajo voluntariamente y el motivo que los impulsa: “No queremos que esta tradición se pierda”. ¡Y nosotros tampoco!.

Majadahonda Magazin