F. UTRERA. Un cierto tufo a «biscotto» merodeó este martes por el pleno del Ayuntamiento de Majadahonda cuando varios partidos renunciaron a «hurgar» en sus mutuas «heridas». Lo más llamativo fue que el grupo de Somos/Podemos, que se había mostrado muy beligerante con el «caso Puerta de Hierro» tras conocerse la investigación judicial al alcalde, Narciso de Foxá, renunció a su turno de preguntas y ninguno de sus 3 concejales (Alberto Moreno, Patricio Mackey, Irene Salcedo) le interrogó por este asunto. Tampoco el Grupo Popular formuló cuestión alguna sobre la difusión masiva de datos privados de casi 5.000 vecinos que por error realizó el grupo Somos. En su primera explicación pública, su portavoz Alberto Moreno tampoco admitió responsabilidad política alguna ni nadie se la reclamó. Lo único que reconoció fue que había sido un «error», por el que pidió «disculpas». El Grupo Popular tampoco abordó esta cuestión, ni por parte del alcalde ni por medio del portavoz, Manuel Ortiz, que además es responsable de Recursos Humanos e Informática. En esto coincidió con dos conocidos miembros de Asamblea Majadahonda, grupo cercano al 15-M, que asistieron al pleno y que a pesar de haber emitido un comunicado previo pidiendo dimisiones, cuando éstas no se sustanciaron tampoco solicitó la palabra en el turno de los vecinos. De hecho, nadie más mencionó el asunto. Casos cerrados.


Más silencios: los socialistas no intervinieron tampoco en ninguno de los 2 casos y Ciudadanos (Cs), por medio del dimitido portavoz, Alfonso Reina, que fue el que llevó la voz cantante en el pleno ante la mirada algo acongojada de su sustituta, Ana Elliot, señaló que en el «caso Puerta de Hierro» había que preguntar «a la Comunidad de Madrid». No repitió ni una sola palabra de su último comunicado como portavoz, en el que llegó a insinuar la petición de dimisión del alcalde, ya que hace una semana no sabía si era «la persona idónea para seguir gestionando los recursos de todos los majariegos”. Y del «caso Somos Majadahonda», también ni pío. Del pleno se ausentó Mariene Moreno, a la que Reina disculpó por un «asunto personal» y Antonio Rodríguez, que al parecer transmitió a varios concejales que se encontraba fuera por asuntos igualmente privados. Su escaño lo ha ocupado además Ana Elliot, por lo que hubiera tenido que sentarse en el «gallinero» de Cs junto a su compañero David Ayuso, con el que comparte también tareas directivas en el club FSF Majadahonda de fútbol sala.

No obstante, hubo varios concejales que sí hablaron. Juancho Santana (IU) se armó de valor y formuló 3 preguntas al alcalde sobre el «caso Puerta de Hierro», pero cuando éste contestaba si estaba pidiendo su procesamiento penal, Santana negaba ostensiblemente con la cabeza. Narciso de Foxá también le preguntó a Juancho Santana (IU) si iba a a preguntarle también «a Somos/Podemos» por el caso de la filtración de datos, a lo que el aludido también se limitó algo sonrojado a negar con la cabeza. Quien no tragó fue la centrista Mercedes Pedreira, que como suele ser habitual en ella, abordó los dos asuntos sin pelos en la lengua. Del «caso Puerta de Hierro» defendió «la presunción de inocencia hasta que haya sentencia firme» y del «caso Somos Majadahonda» recordó la denuncia del Ayuntamiento y advirtió: «Ha sido un error y yo me lo creo pero los errores tienen consecuencias y si las hay las abordaremos».

Luego tuvo otro de sus habituales, tensos –y a veces hasta divertidos– enganchones con Foxá al pedirle que explicara que era eso de «ajustar cuentas» si salía absuelto. Además le señaló que el titular de su entrevista en MJD Magazin –“Si soy condenado por el “caso Puerta de Hierro” pagaré de mi bolsillo las costas”– era redundante porque aunque se lo hubiera pedido Somos/Podemos a eso le obligaba la ley. Y el aludido respondió que «ajustar cuentas» no era «ni poner querellas ni pedir dimisiones». Al término del pleno, fuentes del Grupo Popular negaron que se hubiera producido un pacto entre todos los partidos aludidos para no abordar públicamente sus asuntos más candentes. Y aunque reconocieron que «ahora el PP sabe defenderse y contraatacar y quizás eso intimide a los adversarios» también señalaron otro aspecto que no pasó inadvertido: ni un solo vecino, entre ellos varios representantes de partidos extraparlamentarios que pretenden entrar en el Ayuntamiento en 2019, interrogó a los concejales sobre estas cuestiones. Así pues, todo comenzó como en el título de la famosa película: «El silencio de los corderos». Y concluyó con otro de una no menos célebre serie de TV: «Caso cerrado».

JORGE RUBIO: «SILENCIO CÓMPLICE»: Lo que prometía ser una de las sesiones del pleno de Majadahonda más interesantes de los últimos años terminó convirtiéndose en la escenificación de un pacto de silencio en el que la nueva y la vieja política unieron fuerzas para pasar de puntillas por los temas incómodos que les habían convertido en protagonistas de la actualidad en la ciudad. El alcalde Narciso de Foxá y Alberto Moreno (Somos/Podemos) rendían cuentas en el consistorio y dieron explicaciones sobre dos temas sensibles que habían causado un gran revuelo entre los vecinos, a tenor de las decenas de comentarios suscitados en las redes sociales: los conocidos como «caso Puerta de Hierro» y «caso Somos Majadahonda». También se esperaba que Ana Elliot (Ciudadanos) interviniese para hacer oficial en el pleno su nombramiento como nueva portavoz del grupo, algo que tampoco ocurrió, ya que únicamente intervino –y poco– durante el turno de mociones.

En cuanto a las explicaciones dadas por Foxá y Moreno, los Grupos Municipales decidieron no ir más allá del relato oficial establecido por ambos, pese a que contaban con un turno especial para interpelar y pedir explicaciones durante los habituales Ruegos y Preguntas. Las únicas excepciones correspondieron a Juancho Santana (IU) y Mercedes Pedreira (Centristas), quienes expresaron sus dudas y pidieron explicaciones adicionales. Al menos al alcalde, ya que la filtración de datos públicos por parte de Somos Majadahonda quedó en un escondido segundo plano. También intervino el «defenestrado» Alfonso Reina (Ciudadanos) que pese a ceder el testigo y mirar para otro lado inicialmente, al final realizó un par de tímidas preguntas a Narciso de Foxá sobre la naturaleza de la concesión del Puerta de Hierro y centró la posible responsabilidad en este asunto solo en la Comunidad de Madrid.

Las explicaciones dadas por el alcalde respecto a las licencias del hospital Puerta de Hierro fueron una vuelta de tuerca más sobre lo que el primer edil ya había comentado en otras ocasiones. «Yo ya lo hice en junio en Junta de Portavoces. También lo hice en este pleno a petición de algún grupo y desde entonces no ha habido nada relevante. Lo único relevante es que los medios de comunicación lo volvieron a sacar y le dieron una importancia que en la primera vuelta no se la habían dado», señaló Narciso de Foxá en su turno de palabra para añadir que «cuantas más explicaciones se me pidan, más feliz estoy de poder darlas».  Unas explicaciones que como él mismo señaló eran de corte «político» ya que los argumentos «rotundos» se los guardaba para «esgrimirlos en su defensa jurídica». De Foxá insistió una vez más en que este era un «tema administrativo» y que el hospital se abrió sin licencia de actividad y no de obra, lo que sí hubiese «puesto en peligro la vida de las personas». Y que no obstante la cuestión de la licencia «se subsanó en 2015».

«Esto tardó mucho más de la cuenta. Ya di explicaciones del motivo: tardó porque faltaba un estudio de vertidos que no lo mandaba el hospital y luego en 2015 ya no hacía falta. Todos nos equivocamos, pero lo malo es equivocarse 9 de 10 veces», relató el alcalde. «Lo que no me parece bien, y voy a decirlo alto, es que un hecho como este, la apertura de un hospital público, se intente decir que es corrupción. ¿Nos estamos volviendo locos?», destacó el alcalde sobre las distintas reacciones políticas que se produjeron tras el anuncio de su imputación y la de parte de su Equipo de Gobierno por este caso. Una circunstancia que aprovechó para lanzar un dardo al partido Somos por lo ocurrido poco tiempo después con su filtración de datos públicos. Y recordar de paso que en política nadie está exento de verse expuesto al foco mediático. «Que lo digan 7 mamarrachos en Twitter no me importa, no todos los que están en Twitter lo son, pero ¡que haya responsables políticos que lo jaleen y lo retweteen! Porque resulta que coincidiendo en el tiempo ha ocurrido otro hecho en este Ayuntamiento (caso Somos). Pero a mí no se me ha ocurrido decir que eso es corrupción. Es un error, porque lo creo. Y si lo creo, no puedo decir otra cosa. Mal favor nos estamos haciendo los políticos con estas cosas«, explicó Narciso de Foxá para acabar su intervención señalando que «en política no vale todo».

Tras él tomaba el testigo Alberto Moreno, que debía dar explicaciones de la filtración de datos de casi 5.000 vecinos de Majadahonda que habían estado accesibles al publico a través de la web de su partido. «En el verano de 2016 tras la aprobación inicial de los Presupuestos nuestro grupo subió a la web de Somos Majadahonda los cuatro tomos con todos los ficheros. Nuestro objetivo era fomentar la participación de la ciudadanía y que pudieran hacer alegaciones de ellos. Ignorábamos que hubiese un fichero con datos personales. Durante todo este tiempo ese fichero ha estado en la web sin que nadie lo detectara. Cuando lo detectaron, procedimos a eliminar el fichero. En estos momentos no hay posibilidad de que se pueda encontrar ese fichero en Internet porque pedimos a los buscadores que eliminasen esas URL. Nuestro error fue no chequear página por página», relató el portavoz de Somos Majadahonda en su intervención. «Asumimos que cometimos un error, pero desconocíamos la existencia de estos datos. Como no sabíamos que existían, no ha habido ninguna mala voluntad. Somos conscientes de que cometimos un error», concluyó sin determinar si habían tomado o existiría algún tipo de responsabilidad política ante un yerro de tal calado que mantuvo expuestos datos privados de todos los vecinos de Majadahonda.

Majadahonda Magazin