JORGE RUBIO. El «amor» volvió a convertirse en el protagonista accidental de los debates del Pleno del Ayuntamiento de Majadahonda. En esta ocasión el idilio entre el Grupo Popular y Cs fue sacado a colación para justificar el apoyo del partido naranja al plan de inversiones y la cancelación de la deuda presentado por Ángel Alonso (PP) meses atrás, ya que ahora se votaba la aprobación definitiva. Pese a que los distintos grupos se mostraron conformes con algunas de estas inversiones, no fue así con las formas en las que este paquete fue presentado, siendo este el principal punto de fricción entre los concejales. Mercedes Pedreira (Centristas) solicitó que las inversiones se pudiesen votar por separado, algo que negó en rotundo el concejal de Hacienda, Ángel Alonso, al asegurar que la propuesta no se ajustaba «ni se acogía a ningún criterio» previsto en la normativa. Alfonso Reina (Cs) fue uno de los más duros verbalmente con el Equipo de Gobierno a lo largo de sus intervenciones, algo que no evitó que el partido naranja se abstuviese en la votación final dando luz verde a este pack de inversiones. Una actitud que fue reprochada por el resto de grupos que instaron a los ediles de Cs a ser «valientes» y dar un «toque de atención» a los populares, algo que finalmente no sucedió, tal y como quedó reflejado en las votaciones: 11 votos a favor (PP), 8 en contra (PSOE, Somos, IU y Centristas) y 6 decisivas abstenciones de Ciudadanos.


Ángel Alonso (PP) acusó a Ciudadanos de tener «práctica de diálogo cero» en los pocos municipios madrileños en los que gobernaba y a Mercedes Pedrerira (Centristas) de querer erigirse como «paladín de la Oposición«. También señalo que pese a que Pedreira le había calificado como «parlamentario frustrado» era ella la que debería «mirarse en ese espejo» de la frustración. Alfonso Reina (Cs) volvió a la carga y aseguró que los populares «no podían dar hoy por hoy» lecciones de diálogo al tiempo que demandaba que las inversiones para 2018 dejasen de ser «un rastrillo de 6×1». Zacarías Martínez-Maíllo (PSOE) aprovechó el rifirrafe entre Alonso y Reina para señalar que estaban asistiendo a «una disputa de enamorados políticos» y que debían sacar esas peleas fuera del pleno porque luego las votaciones «mostraban lo que en realidad son».

La chanza fue aprovechada por el alcalde, Narciso de Foxá, para asegurar que en política «también había amantes» y que otros grupos municipales «de vez en cuando les engañan con Ciudadanos». Quedó en el aire su papel de concubina. A partir de este momento, los Grupos Municipales pusieron todo su esfuerzo, baldío por otra parte, en intentar cambiar el sentido del voto de los concejales naranjas. Patricio Mackey (Somos/Podemos) insistió en que «hasta que no hubiese consecuencias nada va a cambiar» y Juancho Santana (IU) en esta misma línea aseguró que «por muy duro que sea su discurso» la realidad no se transformaba si no se cambiaba el sentido del voto. Del mismo modo, Mercedes Pedreira (Centristas) señaló que «respetaba a Ciudadanos y su estrategia» pero que cambiar la opinión «es de sabios». Unos mensajes que no calaron en el Grupo Cs, que mantuvo inamovible su abstención.

Eso sí, el debate registró numerosos juegos florales de carácter semántico. «Esto parece un bazar o la sección de oportunidades de El Corte Inglés. Hasta ahora han trabajado perfectamente como Ayuntamiento de Majadahonda S.A.«, señaló Alfonso Reina (Ciudadanos) en su intervención, al tiempo que instaba al Equipo de Gobierno a no cometer «más chapuzas para inaugurar obras en el 2019». Zacarías Martínez-Maíllo (PSOE) calificó de «triquiñuela de mal gobierno» las formas de presentar este punto y que a su juicio consistía «en no poder votar las inversiones por separado» para sacar adelante solo las «más necesarias», como «las obras de los colegios o del Polideportivo Huerta Vieja». Patricio Mackey (Somos/Podemos) argumentó que «no compraban este pack indivisible» y Juancho Santana (IU) acusó al Equipo de Gobierno de «suplir su falta de mayoría absoluta por una política del chantaje y de inversiones a cuenta gotas«. Por su parte, Mercedes Pedreira (Centristas) señaló que el Ayuntamiento «no era el Banco Santander» y reprochó a los populares su «falta de esfuerzo» a la hora de negociar con los grupos del consistorio.

Comunicado del Ayuntamiento: «Majadahonda tendrá “Deuda Cero”. Utilizando parte del remanente positivo de tesorería, que asciende a 48.438.199,10 euros, el Pleno del Ayuntamiento ha aprobado hoy de forma definitiva hacer una modificación de crédito para amortizar, de forma anticipada, la deuda que el Consistorio tiene con tres entidades financieras por valor de 11 millones de euros para la financiación de inversiones. Con esta medida el Ayuntamiento de Majadahonda, con unas cuentas absolutamente saneadas, pasaría de un deuda del 20% a deuda cero. De esta manera será posible que los casi tres millones de euros que anualmente se presupuestan para satisfacer dicha deuda puedan destinarse a gasto corriente general y a poder realizar inversiones que redunden en beneficio de los vecinos».

 

 

 

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