J. FEDERICO MTNEZ. Vox ha proclamado triunfante su primer año de Gobierno en coalición con el PP dentro del Ayuntamiento de Majadahonda pero en la sede nacional del partido se guarda un significativo «silencio». Y no se oculta que los militantes de Majadahonda no están contentos con la gestión de sus 3 concejales (José Rodríguez Cuadrado, Pablo Pérez Gallardo y Pedro Mallén Vázquez) y su asesor (Federico Fernández de la Puente Isusi). De hecho, ya se han producido algunas dimisiones. Aún más: el «mal ejemplo» de Vox en Majadahonda incumpliendo el programa electoral está generando «desconfianza» y «desafección» del electorado cercano en otros municipios colindantes como Pozuelo, Las Rozas y Boadilla. Y esto ha provocado que en estos dos últimos municipios, sus dos máximos dirigentes (Miguel Ángel Díez y Juan Pineda) se hayan desmarcado abiertamente de los ediles voxeros majariegos, mientras que en Pozuelo la baja por enfermedad del conocido abogado Juanjo Aizcorbe primero y su posterior paso al Congreso de los Diputados, ha disminuido la acción crítica hacia la alcaldesa del PP. De hecho, su sustituto, Juan Ignacio Fernández Tomás, aun figura en la web municipal como portavoz adjunto. Y es que al igual que en Boadilla o Las Rozas, el PP tampoco cuenta con Vox para su acción de Gobierno municipal. En Majadahonda sí están en el Ejecutivo -hay dos concejales en el Equipo de Gobierno con sueldo, un asesor y un tercero también con salario- pero es tan escaso el presupuesto de sus Concejalías y tan borrosa su influencia que en su propio partido piensan que sus cargos públicos se están labrando su futuro personal y han abandonado el ideario de su formación. Estas son sus razones:


El concejal de Vox promociona el sector de su anterior empleo, que borró de su curriculum

José Rodríguez Cuadrado, concejal de Familia. Se estrenó con el escándalo de la conferencia de Pío Moa, invitado para un programa de lecturas «en familia». El escritor se mofó de Cs (la llamó “Gs de gilipollas) y señaló la “abyecta miseria política” del PP. Posteriormente aprobó una desmesurada subida de sueldos y subvenciones y para paliar su impopularidad proclamó que iba a dar parte de ese dinero público a ONGs relacionadas con el Covid 19. La prensa descubrió que las únicas existentes estaban dirigidas por altos cargos de su partido y políticos afines. En otro pleno, Cs lo acusó de practicar una especie de «dumping político» al afirmar que había estado 1 año cobrando sin trabajar y que había firmado un pacto de Gobierno donde su Concejalía no tenía presupuesto. Ni se inmutó. En el último pleno, el concejal proclamó que su gestión tenía como objetivo «que las familias estén unidas y para ello deben pasárselo bien juntas. No hacer cosas en el mismo lugar sino hacerlas juntos. Debemos actuar ya para no crear el Ministerio de la Soledad que existe en Inglaterra». Y nuevamente surgió la polémica ante lo que llamó «Ocio y dinamización familiar», con la creación desde la Concejalía de Vox del «Distintivo Empresa Amiga de la Familia«, lo que le ha granjeado severas críticas públicas y empresariales por reactivar las subvenciones con las que en su programa prometía acabar, además de asociarlas a su ideario político. Y es que el permanente «conflicto de intereses» y las acusaciones de «falta de ética» le persiguen, la última de ellas más desconocida:

El concejal trabajaba antes en una empresa de juegos de mesa. Ahora los promociona desde su cargo público

Anteriormente a su cargo político, José Rodríguez Cuadrado había desempeñado su labor como empresario de «juegos de mesa» aunque lo ha borrado de su curriculum oficial colgado en la web. Sin embargo, en sus entrevistas en prensa sigue la huella: «aún tuvo tiempo de montar una empresa de juegos de mesa» y «también ha montado una una editorial de juegos de mesa», señalan. Por ello, en el último pleno defendió que «muchas actividades» de su departamento «no tienen ninguna subvención y por ello no aparecen en este Plan: me refiero a la Feria de Juegos de Mesa en Familia, que tuvo lugar el año pasado» y que él mismo organizó. Los críticos internos de Vox temen que la Oposición se barrunte si con estas promociones publicitarias no se estará labrando su regreso al sector que dejó. Y creen que si las urnas se le muestran esquivas en 2023 volverá al mismo, aunque su último trabajo no fuera este. Por eso desconfían y sospechan que sus rivales electorales ya tienen su titular, que pueden «soltar» en próximas convocatorias plenarias: «El portavoz de Vox promociona los «juegos de mesa» en los que antes trabajaba».


El asesor de Pablo Pérez reconoció que «trabaja en casa y por wasap». El propio concejal dijo que veía su Concejalía «desde la barrera», al margen de sus trabajadores

Pablo Pérez Gallardo, concejal de Nuevas Tecnologías. Hermano del nº 3 de Vox en Madrid, aspiraba a liderar el partido en Majadahonda utilizando el «enchufe» fraternal. La jugaba no le salió y de «Alternativa Social y Patriótica» pasó a «Muleta Patriótica del PP«. Sus socios de Gobierno le suelen castigar en sus notas de prensa con displicencia, aunque a veces el alcalde premia su política mendicante con algún óbolo en forma de foto. Respecto a su gestión, el desastre tecnológico de su departamento en las votaciones de los plenos telemáticos habla por sí sola: un vídeo lo inmortalizó para la posteridad. Y lo curioso es que todos los políticos agradecieron a los funcionarios la emisión del ultimo pleno, a pesar de su sonido deficiente y sus apagones. Y es que la realidad fue bien distinta: el sonido del pleno durante la retransmisión fue extremadamente bajo (hubo que aumentarlo al subirse a Youtube porque en directo era prácticamente inaudible, como advirtieron algunos espectadores).

Federico de la Puente Isusi (izq), asesor de Vox: de empleado de banca a jefe de prensa y responsable de tecnologías «por enchufe»

La falta de un micrófono inalámbrico también imposibilitó que pudieran oírse las intervenciones de los concejales desde el salón (estaban sentados fuera de sus escaños). Y es que las deficiencias tecnológicas y digitales de esta institución municipal son cada vez más palmarias para todos los vecinos… menos para los concejales, llegando a producirse las citadas acusaciones de fraude e irregularidades en las votaciones del pleno anterior. Lo curioso es que el concejal es técnico informático y ha simultaneado su profesión en una universidad pública madrileña y en una empresa privada. Pérez Gallardo no ha tenido empacho en reconocer al llegar a la política que ante la crisis del Covid 19 «hemos hecho lo que hemos podido» desde el Ayuntamiento de Majadahonda. Y ha llegado a sentenciar: «Probablemente (la pandemia) era inevitable, aunque no soy un experto«. Discernir la diferencia entre certeza y probabilidad parecía ser cosa de especialistas.

Pedro Mallén y José Rodríguez Cuadrado, rodeados de bollos y pasteles

Pedro Mallén Vázquez, concejal de base o «culiparlante» (según definición del cronista parlamentario Luis Carandell), se quedó fuera del reparto del «botín» político a pesar de que estuvo a punto de liderar el partido como candidato de consenso cuando se dirimían en Madrid las dos candidaturas de Rodríguez Cuadrado y Pérez Gallardo. Finalmente quedó fuera por una cuestión «técnica»: su deficiente oratoria le obliga a leer los discursos, trabucarse y mostrarse hecho un manojo de nervios en el pleno. Y a veces su lengua pastosa le hace ininteligible para cualquier ser humano de oído medio. Del asesor político Federico Fernández de la Puente Isusi tan solo decir que empezó como «jefe de prensa» y terminó como «director de Nuevas Tecnologías» siendo empleado de banca prejubilado por un ERE. Se hizo célebre por confesar durante la pandemia que «solo trabaja en casa y por wasap«. Y en efecto, su fuerte es lo «digital»: no por su curriculum tecnológico o mediático, del que carece, sino por el «dedo» que lo nombró. Por eso no es osado afirmar que aquella promesa de Vox de acabar con los «enchufes», «subvenciones», «chiringuitos» y «sueldazos» de la Administración, en cuanto llegaron al poder municipal, pasaron a mejor vida.

Majadahonda Magazin