JOSE RACIONERO. La piel es el órgano más grande de todo el cuerpo. Su principal misión es proteger a nuestro organismo de la invasión de agentes externos. Además, lucir una piel bonita y radiante es sinónimo de buena salud. En muchas ocasiones, ésta se ve descuidada por una serie de factores como son la polución presente en las ciudades, los cambios hormonales que se dan en nuestro cuerpo o una mala alimentación. Y es entonces cuando nos preguntamos: ¿necesito ir al dermatólogo? Nuestra respuesta es un rotundo ‘‘sí’’. Todo el mundo debería visitar al especialista de la piel cada cierto tiempo y con una frecuencia mayor de la que lo hacemos. Por ello, entre otras recomendaciones, te decimos como encontrar un buen dermatólogo en Barcelona. A menudo la mayoría de los pacientes creen que el dermatólogo sólo es competente para tratar los problemas que se dan en nuestra piel. Sin embargo, esto no es así. Muchos dudan si es el especialista adecuado para tratar ciertos problemas. El dermatólogo es el encargado de tratar todos los inconvenientes y síntomas que surjan en nuestro cuerpo y que estén a nuestra vista: piel, pelo, genitales femeninos y masculinos, uñas, lengua y mucosas de nuestra boca. Los problemas más frecuentes que suelen darse y por los que deberías visitar un especialista son los siguientes:
Cambios repentinos en tu cabello. La caída injustificada de nuestro cabello, la pérdida de brillo o la fragilidad que sintamos en nuestro pelo, son algunos de los síntomas más comunes entre la población. Sin embargo, necesitan de una respuesta. Además, otros inconvenientes que pueden surgir en nuestra cabeza son la aparición de grasa en nuestro cuero cabelludo o, por el contrario, la sequedad y la presencia de caspa. Lunares. Son uno de los complementos que dan belleza o caracterizan nuestra piel. Sin embargo, cuando un lunar comienza a crecer, tiene un color desigual, cambia su forma redondeada por una asimétrica o sangra sin motivo, deberemos considerarlo como una señal para acudir a nuestro dermatólogo. Uñas secas o quebradizas. Ya sean las de las manos o las de los pies, las uñas son uno de los espejos de nuestro cuerpo. En ellas se ve reflejada hasta nuestra forma de alimentarnos. Tener las uñas de color amarillento, secas o frágiles podría suponer la presencia en ellas de algún tipo de hongo. Por ello, visita cuanto antes al dermatólogo para establecer un tratamiento que acabe con ellos.
Piel reseca o con enrojecimiento. En muchas ocasiones nuestra piel se ve reseca y dañada a pesar del uso de determinados productos como cremas, jabones o lociones hidratantes. Ante esto, deberemos buscar la respuesta a esta serie de inconvenientes. Al igual que la sequedad, podemos sufrir cierta dermatitis o enrojecimiento, en muchas ocasiones por productos que nos ocasionan una reacción alérgica en la epidermis. Ante cualquier anormalidad que encontremos en nuestra piel, lo más aconsejable es visitar a nuestro dermatólogo con el fin de realizar un exhaustivo diagnóstico y de establecer un tratamiento que restablezca la normalidad.