JORGE RUBIO. La edil Mercedes Pedreira (Centristas) solicitó esta semana en el pleno del Ayuntamiento de Majadahonda ponerle el nombre de una calle al ya fallecido alcalde Roberto Rodríguez Solano perteneciente al antiguo CDS. “El acuerdo era que se pusiera una calle a todos los alcaldes fallecidos en democracia”, destacó Pedreira y en un principio sugirió que la calle renombrada debía ser la de Cerro del Aire, que da nombre al poema de Juan Ramón Jiménez y recuerda su paso por Las Rozas y Majadahonda, ya que allí vivió dicho alcalde. Tras el debate, Pedreira admitió que si los vecinos se quejaban por el lío burocrático que les supone cambiar la denominación viaria donde viven bien podría ser otra “si eso causaba menos trastornos”. La propuesta contó con el amplio respaldo del resto de Grupos Municipales, aunque Zacarías Martínez-Maíllo (PSOE) reprochó que cuando su grupo había traído iniciativas similares siempre se les decía que “había que fijar un criterio”. También Manuel Ortiz (PP) se mostró escéptico al hecho de ponerle nombres de calles a los políticos, aunque finalmente votó a favor: «No hay hordas de gente en Majadahonda pidiendo una calle al señor Rodríguez Solano», señaló.
“Ahora resulta que el criterio (para poner nombres de calles a políticos) es ser del periodo democrático. Pues de este periodo se me ocurre alguno que no le ponemos ni una calle ni el riachuelo de la esquina”, comentó con mordacidad el socialista Zacarías Martínez-Maíllo en referencia a Guillermo Ortega, alias «Willy», al que Fiscalía le pide medio siglo de cárcel por corrupción. “No conocemos los méritos de este señor (Rodríguez Solano). Sí sé que fue alcalde gracias al PSOE, y seguramente hizo muchas otras cosas buenas, pero cuando hemos traído a otros alcaldes socialistas nos han dicho que hay que establecer un criterio”, reprochó el socialista, recordando que no hace mucho presentaron en el pleno una moción similar en la que se pedía nombrar alcalde honorario a Candelas Gregorio Millán, alcalde republicano que fue fusilado al terminar la guerra civil del siglo pasado.
Juancho Santana (IU) se mostró a favor de ponerle una calle a este alcalde al igual que Irene Salcedo (Somos) que quiso poner de relevancia el papel de Rodriguez Solano al “impulsar la educación para adultos en Majadahonda” con la escuela «Blas de Otero» y por su “solidaridad con los vecinos más allá de su despacho”. David Ayuso (Cs) se manifestó de forma similar para señalar que “además de gobernar hizo otras cosas buenas” y en ese aire de fraternidad que se mostraba entre todos los partidos para ponerle nombres de calles a los políticos llegó a llamar «compañera» a Irene Salcedo de Somos. En cuanto a Manuel Ortíz (PP) aprovechó su turno para mostrar su apoyo a la moción pero reprochando a Martínez Maíllo sus palabras al asegurar que el único alcalde de Majadahonda condenado en firme hasta la fecha había sido el socialista Rodríguez Colorado “por un delito de malversación de caudales públicos en el caso de los Fondos Reservados”, a lo que Maíllo contestó que “no como alcalde”. Y Ortíz le dio la réplica: “si algún miembro de mi partido es condenado por eso no estaré orgulloso ni pediré que le pongan una calle”.
Por último, intervino una vez más Mercedes Pedreira para cerrar el debate recordando que Solano “fue alcalde por un pacto con el PSOE” y que no había que “avergonzarse por ello”. “Para las calles el criterio ya estaba establecido: estar muerto y haber sido en época democrática”, contestó Pedreira a Martínez Maíllo. La concejala señaló que la moción sobre el alcalde socialista Gregorio Millán era para nombrarlo “hijo predilecto” y que ella le sugirió que era mejor “ponerle una calle”, aunque de paso recordó que otro primer edil del PSOE tiene otra calle: Luis Egea. Y concluyó: “hay que cumplir con este señor que murió ya hace 4 o 5 años. ¿Por qué he dicho lo del Cerro del Aire? Porque él vivía ahí, pero puede reconsiderarse si hay muchos problemas”. Tras acabar, se procedió a la votación que tuvo como resultado 23 votos a favor, la unanimidad de los ediles presentes de todos los partidos.
A Marisa Galan Fernandez, Raquel Roncero y Sergi Retortillo Ruano les gusta tu enlace: «Todos los partidos de Majadahonda…»
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Rotulación de las calles de Majadahonda. Viniendo, uno de tantísimos días, desde Moncloa a Majadahonda, ayer, al pasar por El Plantío, mis ojos se iban deteniendo en las rotulaciones de las calles. Es curioso, nunca me lo había planteado, pero esta vez me di cuenta de que, aparte de un par de calles que desembocan en la calle Victoria, las demás, pocas, están rotuladas con nombres normales, y en las personales, desconozco su proyección. Entonces me puse a pensar en la imbecilidad de esa izquierda rancia y destructora que ha osad, sin miramiento alguno, y respetando sus nombres, incluso dando nombre a alguna calle con el de personas poco recomendables, a cambiar de nombres las calles de determinadas ciudades españolas, como Madrid, por ejemplo. Pensando, pensando, llegué a la conclusión que, a través de esta excelente tribuna del Magazine Majadahonda, se puede hacer llegar a los lectores y ciudadanos en general mi propuesta, que no la envío a Foxá porque es golpearme la cabeza contra una pared. Mi propuesta, vana y fuera de lugar, lo se, pero… por si acaso suena la flauta, ahí va: Se trata, ni más ni menos, que, al igual que esa izquierdona rancia, destrozona y obtusa, que cambia los nombres del callejero de personas ilustres, militares o que han hecho algo por España y la humanidad, que aquí, en Majadahonda, se cambien, o añadan otros nombres a determinadas calles, por esos nombres, que, en Madrid, por ejemplo, ha cambiado su izquierdista ayuntamiento, sin siquiera consultar, es decir, a estilo dictatorial al que ellos «detestan» (mentirosos). Se que es una soberana gollería, pero, hay que responder, a esta izquierda vetusta y aprovechada, con la misma vara de medir. Se que esta propuesta nunca se llevará a cabo, a no ser que suba al gobierno de nuestra ciudad, esa izquierda que tira, siempre, por la calle de en medio y sin pensar en el daño que pueda ocasionar. Por ejemplo a la Gran Vía, se la puede agregar «del Generalísimo Franco». a la Carretera de Pozuelo, (ya que esta ciudad es también «buena» ciudad, se la podía cambiar, por ejemplo, por la de Avenida de Calvo Sotelo, así se rinde un homenaje al aviso que le hizo la siempre mal recordad Pasionaria, cuando después de un discurso de este gran político, le espetó, «es lo último que dices», y, a los dos días, más o menos, apareció muerto, mejor dicho, asesinado, y así las calles que sean necesarias cambiar, para dar más prestancia a esta gran ciudad. Eso sí, hay que respetar las de nombres religiosos católicos.