Gabriela Ojeda Gallego (Majadahonda) llegó hace 5 años a Asturias siguiendo, de la mano de su familia, la estela de «un cambio de vida»: hoy se ha convertido en una emocionada «masterchef» por sorpresa al ganar el Concurso de Pinchos del Bajo Nalón

LIDIA GARCIA. Gabriela Ojeda Gallego, natural de Majadahonda (Madrid), llegó hace 5 años a la región asturiana siguiendo, de la mano de su familia, la estela de «un cambio de vida», que azarosamente la acercaría a la que hoy es su pasión: la cocina. «Siempre me había sentido atraída por ese mundo y me fijaba en las cosas que hacían mi tía y mi madre», recuerda Gabriela, para quien cursar bachillerato estaba siendo «una desmotivación» hasta que dio con la clave: «Vi la oferta formativa de la Escuela de Hostería de Pravia y dije: «Esta es la mía»». El periódico El Comercio recoge este miércoles 15 de marzo (2023) un reportaje que protagoniza una gastrónoma y chef majariega emigrada a Asturias: «Lo que no esperaba Gabriela era poder recoger tan rápidamente los frutos de su apuesta, ya que pese a que aún mediarán unos meses hasta que complete totalmente su ciclo en la Escuela de Hostelería, ya ha sido galardonada con el primer premio de la decimocuarta edición del Concurso de Pinchos del Bajo Nalón». El segundo premio fue para Casa Vila con su ‘BN Roll‘, un croissant relleno de tartufa, crema de maíz picante, salmón marinado y rebozado de granito de almendra, huevas de tobico al wasabi y lámina de oro. El bronce se lo llevó el Albergue Buen Camino, regentado por la francesa Gwen con un crepe de trigo sarraceno relleno.


La gastrónoma majariega «se decantó por una coca con tomate concassè, tapenade de oliva negra y bocarte del Cantábrico escabechado con cítricos. Su propuesta, «Gran Pincho Brillante«, debe su nombre al Hotel Gran Brillante, en cuyo restaurante trabaja Gabriela desde octubre al tiempo que desarrolla sus estudios. En este caso, se decantó por la elaboración de una coca con tomate ‘concassè’, nombre francés que refiere al tipo de corte del tomate que se mezclará con cebolla y ajo, ‘tapenade’ de oliva negra, con alcaparras, perejil y anchoa, coronado todo ello por una pieza de bocarte del Cantábrico, aderezado y madurado a su vez con escabeche de cítricos variados, como mandarina, limón, naranja y un toque de lima. Ahora, la noticia ha servido de «impulso» a la alumna que, aunque prevé marcharse de nuevo, no sabe concretar «tantas emociones», concluye el reportaje.

PEPE MONTESERÍN CORRALES. Tras la degustación del pasado viernes 10 de marzo (2023), en recorrido gastronómico por Pravia, Muros de Nalón, Soto del Barco, San Juan de la Arena y San Esteban de Pravia, como miembro del jurado del Concurso de Pinchos Bajo Nalón, junto con Luis Francisco García Álvarez, del Grupo DeLoya Gastronomía; Cefe, del Zen Balagares, Juan Antonio Lazaro Menendez, gerente del Grupo de Desarrollo Rural del Bajo Nalón y dos profesores de la Hosteleria IES Pravia, concedimos el primer premio al Gran Hotel Brillante, con su pincho “Gran Pincho Brillante”, creado por Gabriela, alumna de la Escuela de la Hostelería de Pravia.

Lo ideó, con la ayuda de su compañero Gerardo, la vimos elaborarlo, tras la barra art-decó del restaurante: una coca con tomate concassè, tapenade de oliva negra y bocarte del Cantábrico en escabeche de cítricos. Lo acompañé con un blanco Godello. Ni qué decir que en este Hotel veraneó Rubén Darío, en los años 1905 al 1909. Bebió absenta, comió poco y escribió poemas. Acá uno de 1905, «Amo, amas», que escribió mirando al Nalón, desde la galería que muestro en una de mis fotos: «Amar, amar, amar, amar siempre, con todo el ser y con la tierra y con el cielo, con lo claro del sol y lo oscuro del lodo: Amar por toda ciencia y amar por todo anhelo. Y cuando la montaña de la vida nos sea dura, y larga y alta y llena de abismos… Amar la inmensidad que es de amor encendida ¡y arder en la fusión de nuestros pechos mismos!». Vea más pinchos del prestigioso Concurso del Nalón (Asturias):

 

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