MANU RAMOS. El famoso Mercadillo de Majadahonda (Madrid) ha sido desalojado este sábado 6 de julio (2024) a las 10:15 horas de la mañana «por razones de seguridad», según ha explicado la Policía Local a los numerosos visitantes que en ese momento lo visitaban. La decisión, que según los testigos fue acompañada de órdenes de los agentes «con no muy buenas maneras», desencadenó concentraciones de personas en las cercanías del Mercadillo a la espera de su reapertura. Las pérdidas de los comerciantes aún no han sido cuantificadas pero fueron también numerosos los clientes que abandonaron el recinto y el municipio cuando fueron desalojados. Por contra, los comerciantes y hosteleros cercanos transmitían a los que preguntaban que los vecinos estaban muy molestos por lo que consideraban «pésima organización» del Ayuntamiento, sobre todo por la falta de urinarios. Los numerosos testigos que han avisado a la redacción de MJD Magazin del suceso y que acompañaron sus mensajes con fotos y vídeos, transmitían una mezcla de confusión y malestar por la falta de información al respecto. Para unos, todo se debía a la alarma por un «aviso de bomba», mientras que otros alegaban razones de capacidad y saturación. Sin embargo, el hecho de que el desalojo se produjera no en su apertura (8.00 de la mañana) sino 2 horas después hace descartar cualquier otra razón que no se relacione con ese supuesto «aviso de bomba«, que la mayoría de las veces suele ser falso y provoca los citados desalojos. Por contra, los visitantes expresaban su desconsuelo por haberse frustrado la visita: «Venimos desde muy lejos, hemos tardado dos horas en llegar y ahora nos encontramos con esto», señalaba una mujer que iba acompañada de otros familiares, entre ellos varios adolescentes.

Precisamente esta situación viene precedida de una fuerte movilización vecinal de los residentes en el barrio, que han manifestado su oposición a la ampliación del Mercadillo, planeada por el Equipo de Gobierno del Partido Popular (PP), que gobierna el municipio con mayoría absoluta, y que se ha producido con obras en la calle Santa Catalina pero sin diálogo previo con los vecinos. Estas son las 10 razones que los vecinos expresaron en su última reunión con el Ayuntamiento: 1- «Pésima organización». Varios vecinos señalaron que la convocatoria de la reunión se había hecho en un lugar alejado del centro para obstaculizar que fueran más vecinos, sugiriéndose como sede de futuras convocatorias el salón de plenos del Ayuntamiento, el auditorio de la Casa de la Cultura o el espacio al aire libre del Centro Juvenil.

2- El Equipo de Gobierno ha dialogado hasta 3 veces con los comerciantes, que también se han quejado por no utilizar el sorteo como procedimiento de designación de puestos en la ampliación: «A los vendedores se les propone y a los vecinos se nos impone», se quejó uno de los afectados. 3-La situación de falta de legalidad del Mercadillo es evidente, toda vez que tal y como adelantó este periódico, dos normativas de la Comunidad de Madrid y del propio Ayuntamiento obligan a instalar «hasta 24 urinarios», según relató otro vecino que recordó las leyes que lo regulan. 4-Falta de seguridad y de un plan de autoprotección, que exige más policía, un plan de evacuación, un control de aforo y una ambulancia o personal sanitario de prevención. A preguntas de un vecino experto en seguridad, la concejala cifró en 5.000 los visitantes de los sábados, lo que le sirvió de argumento al citado vecino para reclamar esa ampliación policial y plan de seguridad, que el concejal aseguró que sí existía.

5- Mal diseño de la ampliación, con la ocupación de la calle Santa Catalina y el desaprovechamiento de los denominados «toriles», que son actualmente un vertedero que sirve de improvisado lugar para orinar y que se encuentra prácticamente vacío. La concejala Camins aseguró que tomaba nota de esta propuesta. 6-Problemas de aparcamiento para los vecinos: muchos de ellos lamentaban que no son solo dos días a la semana los que les prohiben aparcar sin alternativas, sino que también les afecta las vísperas (lunes y viernes por la noche) porque tienen que retirar sus coches, así como en las Fiestas cuando por sus calles también transcurren los encierros de toros. Una vecina propuso utilizar reservas de plazas en el parking de la Constitución (Iglesia de Santa Catalina) tanto para vecinos como para las furgonetas de los comerciantes ambulantes, mientras que otra cifró en un total de 40 las furgonetas que podrían aparcarse fuera del recinto para ganar espacio, limitándose a permitir solo su carga y descarga. La concejala apuntó la propuesta y dijo que podía retomarla.

7-Traslado del Mercadillo al Recinto Ferial. La propuesta registró cierta división de opiniones entre los vecinos, aunque la práctica unanimidad se manifestó en favor de que «así no se puede seguir» e incluso que se debía «parar la ampliación» o además el propio Mercadillo hasta que no se solucionen los problemas de limpieza, urinarios, accesibilidad y aparcamiento. La concejala del PP dijo que existían 3 asociaciones de comerciantes del Mercadillo pero que no había podido conseguir la «unanimidad» de todas ellas para que sacaran las furgonetas del recinto una vez descargado el género, reservándoles incluso un lugar de aparcamiento en las zonas colindantes al Cementerio. Una comerciante, que dijo acudir a la reunión a título particular, sugirió que como posible solución podrían «retranquearse» los puestos de la calle Santa Catalina medio metro y trasladar las. furgonetas a esos recintos externos, lo que pareció una buena idea a los concejales del PP.

8-Un vecino con problemas de movilidad por llevar muletas reprochó la falta de seguridad («una vez me tiraron al suelo cuando un delincuente corría tras haber robado algo de un puesto») e indicó que los suelos eran resbaladizos y las rampas de acceso del cercano garaje demasiado empinadas. 9-Un vecino cifró. en 1,5 millones de euros la multa que debía pagar el Mercadillo de Majadahonda («lo que significa que lo pagaríamos nosotros vía impuestos») por no cumplir con las normas de seguridad: «si esto fuera un evento musical con 5.000 personas asistentes les aseguro que ya lo habrían cerrado», señaló. 10-Los vecinos prometieron unirse a partir de ahora y crearon un grupo de «wasap» para coordinar futuras acciones. Otros vecinos aprovecharon para presentar sus quejas por otras zonas de la ciudad que estimaron abandonadas y en mal estado, citando parques, aceras, vegetación, etc…