JOSE Mª BABOT VIZCAINO. Hace ya algunos días que se están elaborando los supuestos resultados de las venideras elecciones en España, incluido claro está Majadahonda, y a las cuales, parece ser que se les da una importancia valedera y valedora, cuando esta empresa que da los datos es netamente socialista y se suele equivocar.  Y lo hace, presuntamente, en un 99,9999% en sus resultados, puesto que se ve, claramente, la mano del cocinero. En Majadahonda, por suerte para algunos y desgracia para otros, no acierta una, ya que es totalmente del Partido Popular desde hace décadas, independiente del alcalde que presente el partido. Pero a lo que vamos en esta carta es que los españoles, desde toda la vida, nos tomamos las cosas más a juerga que en serio. Y eso es más que sabido y demostrado, ya que cuando nos dicen «elecciones» nos creemos que es como la Semana Santa de los años antes de 1.975, que nos íbamos a recorrer, las mujeres los monumentos en las iglesias, y los hombres, no todos, a recorrer los bares para degustar los vinitos de aquélla época. Pero ya lo dijo Sir Winston Churchill refiriéndose a las elecciones españolas: «el problema de España es que quienes eligen a los gobernantes no son las personas que leen los periódicos, sino las que se limpian el culo con ellos». También se lo decía a los majariegos.

Por otra parte, la censura vuelve a España habiendo concedido la «licencia para matar» (es un símil), al extremista de izquierdas, Pablo Iglesias. De entrada se le han concedido 4 puestos en RTVE, que es lo mismo que decirle: «haz lo que te apetezca». Es uno de los precios que Pedro Sánchez está pagando por sus votos al sí. Y él –Pablo– siempre ha deseado la RTVE para hacer de su capa un sayo. Por otra parte, según las informaciones mediáticas, al extremista de izquierdas se le ha cogido yendo a comprar el pan en coche oficial, es decir, que ya es de la casta. Y solo usará esa palabra cuando le apetezca, sin reconocer que ya son –los dos– la casta entera. Y solo les queda ir conquistando a su personal para que pertenezcan a esa estirpe pues, según parece, ya ha empezado el «goteo». Al que era chófer del ministro Ábalos, el de la entrevista con la «vice» de Maduro, el del trapicheo de la vicenarco venezolana, tiene todas las luces de que se le ha colocado en un puesto más que relevante en RENFE. Hay que esperar que se verifiquen los datos para ver si es verdad o si es, simplemente, un palo en la rueda.