Dos médicas del Puerta de Hierro Majadahonda atienden a 70 embarazadas al año con ansiedad o depresión

La psiquiatra Maruja Palanca y la psicóloga clínica Mónica Díaz de Neira (Puerta de Hierro Majadahonda) sacan de la depresión a 70 embarazadas cada año

LIDIA GARCIA. El embarazo no es siempre tan bello y emocionante como lo pintan porque la madre es su ser frágil que necesita ayuda. De hecho, en el Hospital Puerta de Hierro de Majadahonda dos médicas atienden a 70 embarazadas al año con problemas de ansiedad y depresión. Se trata de la psiquiatra Maruja Palanca y la psicóloga clínica Mónica Díaz de Neira, que han sido entrevistadas por la periodista Ana Torres Menárguez y fotografiadas por Tamara Rozas: «De las 70 mujeres que atienden al año, un 60% se decantan por la terapia grupal. La media de edad es de 35 años», concluye el reportaje de esta redactora de Educación de «El País» que ganó el Premio de Periodismo Digital del Injuve (dependiente del Ministerio de Derechos Sociales), fue redactora de la Agencia EFE y del periódico regional La Verdad. «El perfil mayoritario de las mujeres que acuden a esta terapia es el de aquellas que por su situación física presentan riesgo de aborto, de parto prematuro o malformaciones en el bebé; aquellas que presentan una psicopatología durante el embarazo —en algunos casos, se reactivan síntomas relacionados con experiencias previas, como haber sido víctima de abuso sexual—, o mujeres que han sufrido duelos perinatales previos. Diferentes estudios señalan que la prevalencia de depresión en gestantes oscila del 5 al 20%, mientras que la de la ansiedad va del 15 al 20%», señala el artículo publicado este 9 de agosto (2022).


Ana Torres Menárguez

Y Ana Torres Menárguez añade: «Desde ginecología del Hospital Universitario Puerta de Hierro, en Majadahonda (Madrid), le hablaron del servicio de salud mental para gestantes y unos días después empezó las sesiones grupales con otras siete mujeres. Una hora y media a la semana. Fue su salvación. Ese tipo de terapias de grupo para gestantes no están disponibles en todos los hospitales. En el Puerta de Hierro se puso en marcha en 2018 gracias al empeño de una psiquiatra y una psicóloga clínica, que decidieron abrir una nueva vía y reservar una hora y media a la semana para dar una sesión a un grupo de unas ocho mujeres dentro de su Programa de Psiquiatría y Salud Mental Perinatal, que lanzaron en 2009 como uno de los centros pioneros —solo el Hospital Cliníc y la Clínica Dexeus, en Barcelona, contaban con un servicio similar—. Ese proyecto ya contaba antes de 2018 con terapia para familias con bebés prematuros, para las que debían enfrentarse a duelos perinatales por haber perdido al feto durante la gestación, y para mujeres durante el posparto. Pero para las embarazadas solo había terapia individual».


Dra. Maruja Palanca con otro grupo de médicos con los que ganó un premio

“En el embarazado estamos especialmente conectadas con nuestra infancia. Cuando ha habido historia de maltrato, de abusos, negligencia o muchos conflictos eso puede brotar y descolocar”, apunta la psicóloga del servicio Mónica Díaz de Neira. El informe La experiencia del programa del Hospital Universitario Puerta de Hierro de Majadahonda, publicado en 2012 por dos psiquiatras de la unidad, señala que si la infancia fue grata, ese recuerdo permite imaginarse cómo será la del bebé en camino. Pero si la infancia fue traumática, marcada por los abusos o el abandono emocional, se pueden reactivar procesos psicológicos no resueltos o duelos pendientes. “La psicoterapia centrada en comprender y asumir la propia historia previa puede ser especialmente eficaz. Revisar la infancia a lo largo del embarazo puede servir para incrementar la consciencia y la empatía con el futuro bebé”, señala el estudio.

Fotografía de Maruja Palanca y Mónica Díaz de Neira tomada por Tamara Rozas

Otros de los temas recurrentes, cuenta Díaz de Neira, son el miedo al parto, o los cambios corporales que conlleva el embarazo. “Lo trabajamos en el marco de esta sociedad, la cultura del patriarcado opresor, de no ser así seguramente ninguna se preocuparía si le crece la barriga o se le descuelgue una teta. Por otro lado, si hay antecedentes en la adolescencia de anorexia nerviosa, un embarazo es un evento muy estresante para esa mujer, aunque desee con toda su alma al bebé”. También es habitual la perspectiva de género. “Pueden aparecer problemas de pareja por los cambios en el estilo de vida de la mujer, que no siempre son entendidos si la pareja es un hombre. Es ella la que se da cuenta de que ya no le vale la ropa, la que tiene que readaptar su dieta para evitar la listeriosis o la toxoplasmosis, la que ve su vida laboral alterada porque ya no llega a hacer las mismas cosas con la misma exigencia”. Muchas mujeres sienten una gran culpa por sus estados emocionales y por cómo pueden afectar al bebé. “Parece que no pueden ni llorar porque te dicen que el bebé lo va a sentir… en el grupo trabajamos que es normal que haya fluctuaciones, que un día estés estresada y otro día más en calma, y eso no tiene por qué dañar al bebé”, expone la psicóloga.

La doctora Maruja Palanca

Su colega, la jefa de psiquiatría infantil y del adolescente Maruja Palanca, habla de casos de mujeres que cuando al niño le aparece una enfermedad a los siete años se culpan por cómo llevaron el embarazo. “Hay estudios que nos dicen que niveles de estrés muy altos correlacionan con algunos problemas en el bebé por el cortisol, pero no es un tema matemático de causa-efecto, hay que relativizar”, matiza. “Hay que luchar contra el imperativo social de estar todo el día con una sonrisa y zen, los humanos no somos así”. Uno de los puntos que más les preocupan a ambas es la falsa creencia de que las embarazadas no pueden tomar ningún tipo de medicación para tratar la ansiedad o la depresión. “Hay mucho desconocimiento, tienen que acudir a un psiquiatra perinatal que conozca bien qué fármacos pueden tomar, incluso algunos médicos de familia lo desconocen o se pueden dar indicaciones mal hechas como decirle que deje de tomar una medicación psiquiátrica que ya estaba tomando”, concluye Palanca.

 

Majadahonda Magazin