FEDERICO UTRERA. Eran 52 hectáreas de suelo público de Majadahonda, las mejores parcelas del tamaño de 52 campos de fútbol. Se trataba de urbanizar el Monte del Pilar y lo que es hoy el Hospital Puerta de Hierro. Se construyeron y vendieron miles de pisos entre 0,75 y 1 millón de euros (hoy, por la crisis, se venden a medio millón). Y se pagaron por las 2 parcelas 157 millones, aunque ya del dinero no queda ni rastro: Majadahonda no solo no tuvo un superávit histórico e hizo privilegiados a sus habitantes sino que llegó a tener una deuda de 23 millones y sus vecinos ahora están ahogados por la crisis y por los impuestos como los del resto de España. Ni siquiera pueden aparcar gratuitamente en la vía pública cuando acuden al centro a realizar sus compras, de ahí el auge de los centros comerciales periféricos, que gozan de las máximas facilidades logísticas y municipales. Baste un dato: en 1998 Majadahonda tenía 40.000 habitantes y 10 millones de euros de deuda. En 2013 subió a 75.000 habitantes y su deuda viva está en 18 millones.
Viviendas de Vallehermoso en el Monte del Pilar
¿Como es posible un déficit municipal con el ingreso extra de 157 millones que supuso la venta en 2006 de las parcelas? Ganó el concurso la constructora Vallehermoso frente a otras 11 ofertas, entre ellas la de AFAR 4 (propiedad de los hermanos Cubo, que se llevaban casi todas las adjudicaciones y que poseían relación con el anterior alcalde, Romero de Tejada, imputado también por las tarjetas black de Caja Madrid), PROINSA (cuyo apoderado y ex presidente antes de declararse en quiebra era el vasco andaluz Javier Arteche Tarascón, imputado en el “Caso Malaya” por blanqueo de capitales y cohecho); la empresa AZATA, (del empresario José Domingo Rodríguez Losada, (que fue suegro del dirigente popular Juan José Güemes y constructor del polémico hotel “El Algarrobico” (Almería) y GEURCO, (donde es accionista José María Álvarez del Manzano, ex alcalde de Madrid por el PP y que gozó de «pensión vitalicia» en IFEMA hasta hace pocos días). También optaba MARTINSA, otra de las grandes constructoras quebradas en la ya larga crisis española, que no impide que su presidente, Fernando Martín, presuma de tener su dinero en Suiza, concretamente en la cuenta “Soleado” del broker suizo Gianfranco Fasana.
La codicia, sin embargo, los delató: ahora el “capo” de la Gürtel, Francisco Correa, ha confesado que el Grupo Popular de Majadahonda quería traspasar por 4,5 millones de euros del Ayuntamiento a PAMMASA las 2 parcelas municipales para sortear los controles del pleno, aún teniendo mayoría absoluta, cuando en realidad valían al menos 96 millones, dice. Su tesis es que “Willy” Ortega se negó a esta operación urdida por el anterior alcalde, Romero de Tejada y el entonces gerente de PAMMASA, Narciso de Foxá, aliados con el arquitecto municipal, Pedro Sánchez. Y que Francisco Granados “paró” la adjudicación a MARTINSA que preparaban “Willy” y “el concejal Pepe Peñas”. En realidad, Guillermo Ortega “Willy”, cuando era alcalde, acordó sacarlas a concurso a un precio fijo de 1.600 euros el metro cuadrado, lo que suponía tasarlas en 83 millones de euros. A Correa se le “escapan” 13 millones de euros del precio “oficial” que el mismo pone, y que posteriormente Vallehermoso incrementa en 61 millones de euros más en la subasta.
Pero aún así, lo cierto es que su precio era mucho mayor. ¿Cuantos pisos de 1 millón de euros se construyeron? Sería fácil saberlo ahora para conocer el alcance del “pelotazo”. Para disfrazarlo mejor, a las parcelas les pusieron nombres técnicos: RN-1 (Área de Oportunidad) y 2D (zona este del Monte de El Pilar), con un total 52.062,86 metros cuadrados. Siguiendo la prensa de aquellos desgraciados días, –reproducimos al final de esta información tres enlaces a tres significativas noticias de El Mundo, El País y ABC– la conclusión es que esos 157 millones ingresados por el Ayuntamiento de Majadahonda solo trajeron ruina y corrupción:
La deuda municipal se multiplicó por dos, los impuestos subieron vertiginosamente (IBI incluso cobrado de más que aún no se ha devuelto), se comenzó a cobrar por aparcar y la calidad de los servicios municipales disminuyó: aún hoy hay que pagar las fotocopias por ventanilla bancaria, el registro no entrega los escritos en tiempo y forma, los teléfonos suenan sin que nadie los descuelgue, los concursos de personal se declaran desiertos para luego contratar bajo cuerda (caso de los “cursos municipales de fotografía”), las votaciones de los plenos no se cumplen, se escatiman las ayudas escolares, las actividades culturales suponen una inversión pero casi nadie va a ellas porque no se anuncian… A la apatía, ineficacia y despilfarro se ha sumado la desmoralización por tantos años de impunidad. No se tuvo en cuenta el rearme moral de la sociedad civil, que emprendió la compleja tarea de desguace de los viejos partidos, sindicatos y empresarios y ahora retoma la separación de poderes como contrapeso de los ejecutivos y legislativos, también municipales, junto a una prensa independiente de los mismos. Y esto no ha hecho más que empezar.
Si teníamos poco con un circo plagado de enanos, al caso Gürtel le ha sucedido ahora la trama Púnica: el informático Alejandro de Pedro (EICO y MADIVA), el constructor Marjaliza (OBRUM-Colegio CAUDE) y el agente musical José Luis Huerta (Waiter Music) trabajaron de nuevo con Majadahonda. Para colmo de desgracias, el tomo número 13 del sumario “púnico” relaciona de nuevo a varios integrantes con la Gürtel a través de la constructora DICO y la recalificación de los terrenos del Gran Plaza 2, así como en una venta de chalets y pisos de lujo en Roza Martín, tal y como desveló esta semana MJD Magazin.
En este contexto, surge la confesión de Correa, el capo de la Gürtel cuya ex esposa, Carmen Rodríguez Quijano, fue secretaria del alcalde majariego, Guillermo Ortega “Willy”, hoy desaparecido y localizado por MJD Magazin en Sotogrande (Cádiz), el lugar donde reside también Correa. A este último, tras pasar por la cárcel, se le ve a menudo por Majadahonda, donde dice que solo hizo para el Ayuntamiento «un vídeo y una pequeña exposición» porque Narciso de Foxá le cortó el grifo, mientras que la familia Ortega (su esposa, Gema Matamoros, ex concejala del PP en Las Rozas, también está imputada), no ha vuelto a regresar a la ciudad.
En relación con Majadahonda, la declaración de Correa no es creíble en cuanto a las cifras: se equivoca en todas. Lo es algo más en cuanto al “operativo” (“Era un montaje ceder las parcelas a PAMMASA, porque luego promovería vivienda pública a cambio de comisiones de los constructores adjudicatarios. La mecánica habitual era ceder parcelas a PAMMASA porque las sacaban de la órbita de la normativa municipal”). Lo cual suscita el debate sobre si esta empresa pública no debía ser cerrada de una vez como otra de las iniciativas de regeneración municipal. El resto de la declaración son “vendettas” de carácter personal: exculpa a su ex mujer y a su actual vecino en Sotogrande (Cádiz), Willy Ortega, manifiesta su ruptura con el ex concejal del PP, Pepe Peñas, a quien su hija “le llamaba tío”, y mantiene cierta distancia amistosa con otros imputados: Isabel Jordán «Felisa», el ex concejal Juan José Moreno (PP) y el ex dirigente del PP gallego, Pablo Crespo, al parecer enfrentado a Mariano Rajoy, según dice.
Aún así, reproducimos el folio con la confesión de Correa en relación con Majadahonda, así como su declaración completa, pero antes queríamos contextualizarlas. Aunque ahora es prioritaria la comisión de investigación sobre la trama Púnica, el “caso de las parcelas RN-1 y 2D” debería ser el siguiente en cuanto a la investigación municipal, retomándolo donde lo dejó la Fiscalía Anticorrupción. Pero uno a uno y sin solapamientos. Avanzamos no obstante que, aunque los casos se sucedan –también hemos actualizado la sección de “Corrupción”, que sin duda es la más voluminosa del diario– y los árboles no dejen ver el bosque, no cejaremos en reclamar desde la sociedad civil la máxima transparencia e investigación sobre estos asuntos que han saqueado las arcas municipales.
La historia de las parcelas en 3 versiones periodísticas:
La confesión completa de Correa
