J. FEDERICO MTNEZ. La Dirección General de la Guardia Civil con sede en Madrid ha informado a MJD Magazin que el Grupo de Menores de la Brigada Policial de Policía Judicial (GRUME) ha dado por resuelto el caso del presunto secuestro frustrado de Fátima, la niña de 14 años que aseguró a sus padres que había sido raptada por dos jóvenes a la salida de la Biblioteca Francisco Umbral de Majadahonda. Y tras investigar la denuncia formalizada por sus padres, Farid y Mounia, ante el cuartel de la Benemérita en Majadahonda, denuncia a la que tuvo acceso este periódico, emprendió sus primeras diligencias. El resultado de las pesquisas fue concluyente nada más realizarse la primera prueba testifical, tomando declaración a la propia Fátima: «Se lo ha inventado«.

Los especialistas de la GRUME llegaron a esta conclusión tras las numerosas contradicciones en las que la denunciante estaba incurriendo y según esta versión, Fátima finalmente se derrumbó y confesó que se lo había inventado todo «para evitar un castigo de sus padres» al llegar más tarde a casa de lo previsto. Los especialistas de la GRUME no saben a ciencia cierta si toda la historia fue una fábula o realmente a la chica se le fue el santo al cielo tras salir de la Biblioteca y marcharse con los dos amigos a los que citaba, pero de secuestro «nada de nada», según la benemérita. MJD Magazin se puso en contacto este martes 19 de noviembre a las 19.00 horas con Farid, el padre de la menor que en calidad de tutor legal de la misma fue quien firmó la denuncia. A preguntas de este periódico, el jardinero Farid afirmó que ni la Guardia Civil ni la Policía Judicial se habían puesto en contacto todavía con él para notificarle el archivo del caso, aunque sí admitió que había recibido una llamada telefónica en este sentido. «Aún no hemos retirado la denuncia», dijo Farid, aunque sí confesó que el testimonio de su hija sobre el presunto secuestro empezaba a desmontarse: «es una niña de 14 años» y dio a entender que quizás se habría «asustado«, acertó a decir.

Para la Benemérita, en cambio, es un caso claro de simulación por temor a un castigo de los padres, algo que por fortuna no es frecuente entre los menores pero sí que suele darse entre los adolescentes que temen un fuerte castigo paternal al haber infringido una norma. Y en el caso de Farid y Mounia, padres musulmanes de una hija ya de nacionalidad española que ha nacido en España y que habla perfectamente español como lengua materna en el colegio, el choque de culturas puede ser aún mayor, pues la rigidez de las normas de obediencia paterna en la comunidad islámica es mayor que en los hogares cristianos, según reflejaron los especialistas de la GRUME en su informe. «Fue una chiquillada y se le fue de las manos«, fue su conclusión. Así que no hubo secuestro y para la Guardia Civil el asunto está finiquitado. «Caso cerrado«, concluyeron estas fuentes oficiales de la benemérita.