FEDERICO UTRERA. El empresario de Majadahonda, Pedro Labrandero, ha recibido un homenaje de su familia y amigos con motivo de su 90 cumpleaños. Nacido el 16 de mayo de 1926, su apellido figura vinculado a esta ciudad desde el siglo XVI, según cuenta el libro de Manuel Gesteiro y Julio Valverde “Imágenes de Majadahonda”. Su hija, Maria Antonia Labrandero, recordaba la historia del almacén de frutas más antiguo de Majadahonda, hoy convertido en una cadena “gourmet”: En el año 1955 lo crean mis padres Pedro Labrandero Gregorio y Mª Angeles Labrandero Gala. Están están recién casados y montan una frutería en Majadahonda, es el primer establecimiento dedicado a vender los productos de la huerta en este municipio. Esta frutería es el medio de vida para unos esposos emprendedores luchadores y trabajadores. En el año 1966 instalan un almacén de frutas, donde ya les ayudamos sus hijos debido al exceso de trabajo”.
Poco se sabe de la vida del empresario nonagenario más antiguo de Majadahonda. Sus padres, Lino Labrandero Alvarez y Sofía Gregorio, apenas aparecen sino en los habituales litigios fiscales de sus herederos. Una vida discreta y de trabajo constate y abnegado, sin desmayo. En cambio, el 20 de noviembre de 1911 el Boletín Oficial de la Provincia de Madrid (BOPM) da cuenta de la Presidencia del Consejo de Ministros en el que Alfonso XIII, la Reina Victoria Eugenia, el Príncipe de Asturias y los Infantes don Jaime y doña Beatriz “continúan sin novedad en su importante salud y de igual beneficio disfrutan las demás personas de la Augusta Real Familia”. A continuación el BOPM da cuenta de la Relación de los Vocales designados para formar parte de la Junta municipal del Censo de Majadahonda. Y está en ella el ex juez Anastasio Labrandero, Pedro y Andrés Labrandero, contribuyentes territoriales.
Julio Valverde cuenta algo más sobre Pedro Labrandero, a propósito de su libro “Imágenes de Majadahonda”: “Lo escribió Manuel Gesteiro, que hizo un trabajo de investigación impresionante, y yo le proporcioné las fotografías antiguas de Majadahonda. Pedro Labrandero es el yerno de Julio Labrandero, alcalde de Majadahonda, porque se casó con su hija. Coincidían sus apellidos, pero nada más. Pedro Labrandero era hijo del tío Lino y de Sofía, es una institución y todo homenaje que se le haga se lo merece. Profesionalmente ha hecho muchas cosas: sin haber ido a la universidad tiene un coco natural. Despertará sus envidias pero la verdad es que ha dado mucho trabajo a muchas familias y es un hombre que ha emprendido mucho en Majadahonda, se mueve”.
“Julio Labrandero y Pedro Labrandero no tenían nada que ver, Julio era alcalde y Pedro es de otra rama, lo que pasa es que en los pueblos se mezclaban mucho los apellidos. Tenía un hermano, José Labrandero, que luego recaló en Majadahonda y ya falleció. Su apellido es originario de Majadahonda: en nuestro libro aparece como en 1633 figura un pastor o ganadero en Majadahonda llamado Pedro Gregorio y él se llama Pedro Labrandero Gregorio. Entre las familias más antiguas del siglo XVII estaban los Labrandero. Había veces en que se casaban primos porque se quedaban viudos ¡vaya usted a saber! Pedro Labrandero también tenía una hermana que se marchó a vivir a Madrid y que se casó con un tal Juanito, propietario de una imprenta”.
Hoy Pedro Labrandero es algo más que el fundador de la industria agroalimentaria más antigua y próspera de Majadahonda y algo más que el yerno que desafió las rígidas costumbres de la época para casarse por amor con la hija del alcalde. Sus negocios alcanzan la promoción inmobiliaria, la gestión y construcción, por cuenta propia o de terceros de toda clase de edificaciones y obras, la construcción de otros proyectos de ingeniería civil, el envasado de frutos agrícolas propiedad de terceros, la comercialización de toda clase de productos alimenticios, promoción y venta de bienes inmuebles… Y sobre todo la pasión por el trabajo bien hecho. Aquel 16 de mayo de 1926 en que nacía Pedro Labrandero el FC Barcelona y el At. Madrid disputaban en Valencia la final de Copa. El partido acabó 2 a 2, pero en la prórroga Alcántara batía a Javier Barroso y el equipo culé ganaba su séptimo título. 90 años después la historia se repite. Y Pedro Labrandero vive para contarlo.
