
TONY DEL VALLE. Nadie debería sorprenderse de estas decisiones políticas en los partidos, y más en el PSOE, que fueron capaces de dar un golpe para echar a su secretario general Pedro Sánchez. No entro a valorar al portavoz destituido, porque no lo conozco. Hace ya mucho tiempo que los partidos dejaron de ser agrupaciones ideológicas al servicio de la sociedad, pasando a simples franquicias al servicio de quien ostente el poder dentro del partido, según el acreditado politólogo Rotsay Rosales (Universidad de Costa Rica): “usted se hace representante de una marca que explota de manera conveniente, tanto para quién financia, como para el beneficiado”. Así funcionan hoy los partidos, como si fueran empresas de negocios cuya finalidad es ostentar el poder para hacer y deshacer a su antojo, dejando a un lado los intereses de quien les han elegido sin meternos en el cáncer que supone la corrupción generalizada en los partidos, pero como siempre digo, esto es harina de otro costal.
En este caso, el portavoz municipal del PSOE en el Ayuntamiento de Majadahonda, Zacarías Martínez-Maillo, es destituido simple y llanamente porque no pertenece a la familia que ostenta el poder en la dirección regional, en ningún momento se entra a valorar la valía de la persona y mucho menos su honradez, profesionalidad y calidad política. Ni es la primera vez que ocurre esto, ni por supuesto será la última, esto es lo que hay. Automáticamente Zacarías debería dar un golpe en la mesa y dimitir de todos sus cargos políticos que ostente en el partido, irse a su casa y a otra cosa mariposa, en política muy poquitos lo practican, muchos porque tienen dependencia económica y otros porque les falta talla política, la humillación es el golpe más duro que puede recibir una persona en la vida política.






¿FRANCO? ¿El PSOE haciendo espiritismo?