MANU RAMOS. El nuevo portavoz del PP en el Ayuntamiento de Majadahonda, Raúl Terrón, que «ascendió» desde el anterior equipo de Gobierno de José Luis Alvarez Ustarroz de presidente de Pammasa a concejal de Urbanismo con la nueva alcaldesa, María Dolores Moreno Molino, sustituyendo además en la portavocía a Angel Alonso tras su paso a la Asamblea de Madrid, ya «manda» a veces más que la alcaldesa. Eso al menos se vio en la sesión plenaria de este jueves 25 de abril (2024) cuando se negó a contestar a 2 preguntas de la Oposición (Más Madrid-IU y Vox) y también le negó la palabra a 2 vecinos que preguntaban por las eternas obras en las cocinas del colegio Federico García Lorca.
El argumento esgrimido por el portavoz es que todas las preguntas eran «extemporáneas», lo que significa que se habían presentado fuera de plazo. Y en efecto, los dos grupos de Oposición y los vecinos las habían presentado por Registro en el día preceptivo pero con varias horas de retraso, según consta en el registro horario municipal. La sorpresa no residió, sin embargo, en el extremado celo del nuevo portavoz sino en la atribución que se arrogó sobre la decisión acerca de las mismas: fue él y no la alcaldesa, que es la única facultada legalmente para tomar y hacer públicas las decisiones, quien lo decidió. Las preguntas se hicieron con 3 días de adelanto en el caso de los concejales y 1 día en el caso de los vecinos: efectivamente una se presentó a las 14:51 horas y a las 18:50 horas. Como el pleno comenzaba a las 10.00 horas, el portavoz interpretó que llegaron 5 y 9 horas fuera del límite respectivamente.
Sin embargo, ese mismo celo con los plazos no fue tan rígido en su aplicación propia. Raúl Terrón tuvo que reconocer y pedir disculpas en ese turno de «ruegos y preguntas» por el «retraso» en las obras que son de su competencia en el colegio Federico García Lorca. Y puso a la primera edil en una situación incómoda: «Quería pedir la palabra en relación con unas anotaciones en la intervención del público que se han registrado en el día de ayer sobre el colegio Federico García Lorca y que se pueden considerar como extemporáneas. En este sentido y dado que son extemporáneas no cabría intervención por parte de los ponentes y deberían pasar al siguiente pleno, pero dada la importancia del asunto queríamos dar contestación como equipo de gobierno al margen de que (los vecinos) no puedan intervenir en este pleno». La alcaldesa le indicó entonces a su propio portavoz que debía ser ella quien decidiera eso en el turno de «ruegos y preguntas» de los vecinos, ya fuera del pleno, pero el portavoz le puntualizó que tenía que ser él en el turno de los concejales, a lo que ella asintió: «vale, perdón«, se resignó.
En realidad, según el actual Reglamento Orgánico Municipal (ROM) es la alcaldesa quien decide quién pregunta y quien responde, de acuerdo a la ley principal general (ROF) que obliga a responder a los concejales, y al acuerdo de Junta de Portavoces que todos los grupos alcanzaron para formular preguntas 72 horas antes del pleno, mientras que los vecinos solo tienen que hacerlas 24 horas antes de la sesión. Ante este insólito hecho, la alcaldesa posteriormente, y ya con voz propia, tuvo que parafrasear a su portavoz y precisar en el turno de ruegos y preguntas de los vecinos, lo que daba a entender que era ella quien decidía y no permitía que fueran formuladas. Y que lo hacía por decisión de ella misma, ya que eran «extemporáneas» aunque había accedido a que se contestaran «por su importancia», las mismas palabras que había dicho antes Terrón. Así las cosas, lo único cierto es que los dos vecinos no pudieron preguntar en el pleno. Una era María Elvira Arana, una mujer que quería leer un comunicado sobre el colegio Federico García Lorca y otro de ellos, del que no se dijo su nombre, indicó desde el salón consistorial que quería saber por qué no estaba lista la salida contra incendios en ese mismo centro educativo ya que «cualquier día podía producirse una desgracia».
También la intervención de José Luis Cantero, representante de la Plataforma 0,7% Majadahonda, estuvo plagada de incidencias. Cantero agradeció a Más Madrid-IU su moción de apoyo a sus peticiones y a «Vecinos por Majadahonda» y PSOE su respaldo, pero fue interrumpido hasta 5 veces por la alcaldesa, que quería que leyera solamente la pregunta escrita. «¡Cíñase al escrito«, clamaba la primera edil. «¡Necesito explicar los antecedentes de este mismo tema y hemos estado aquí varias horas escuchándoles a ustedes!», se lamentaba José Luis Cantero, que logró capear el «temporal» de interrupciones y finalmente le solicitó a la alcaldesa que «me conteste personalmente y no su portavoz». Además, le rogó que su respuesta no fuera «tan lacónica como de costumbre». Finalmente, la alcaldesa le dejó terminar pero respondió: «la posición del grupo municipal de gobierno y la mía misma en torno a esta cuestión es la que ha puesto de manifiesto el concejal, que ha defendido la moción a la que usted ha hecho referencia». Ante todos estos obstáculos, la representante de la Plataforma en Defensa de la Educación Pública, Elsa Campano, que se encontraba también en la sala para formular sus preguntas, pudo al menos expresar de forma rápida para no ser interrumpida que «quería lamentar que no se haya podido formular la pregunta porque había aquí una persona dispuesta a formularla». La propia Elsa Campano también fue advertida por la alcaldesa de que no podía hablar de las cocinas del colegio García Lorca, ya que no figuraba en su escrito.
Los plenos los han convertido en un circo, ellos los payasos.
Muy payasos.
Muy inútiles.
Muy PPs.
Que se vayan ¡¡¡¡
No tendremos esa suerte!!!
Mucha suerte! Ayto Majadahonda suele escuchar: es fácil hacerse con un concejal con una libreta o un móvil q pase un rato contigo. Luego no vuelves a saber de ellos. Las obras pueden llegar a hacerlas, pero q las disfrutemos es otro tema, como las canchas q tenéis junto al cole
Viernes a las 16h, cuando salgan los 450 niños de clase y vuelvan a ver las canchas terminadas, pero cerradas a cal y canto..