Juan Carlos Martín-Caro, al que familiarmente se le conocía como «Juanqui», psicólogo de 41 años, también tenía relación con las Fuerzas de Seguridad del Estado ya que era cuñado de un guardia civil de Las Rozas.

MANU RAMOS. El accidente mortal producido en la A-6 durante la madrugada del sábado al domingo 1 de septiembre (2024) sigue consternando a la Comunidad de Madrid. La colisión entre el Volkswagen Taigo que circulaba en dirección contraria conducido por Juan Carlos Baldeón, de 27 años, y el Passat ranchera que llevaba el policía Alberto Sánchez Arenas terminó con la vida de 3 personas y dejó otras 2 heridas, una de ellas muy grave y al borde de la muerte en la UCI del Hospital Puerta de Hierro Majadahonda, el hermano y copiloto Jorge Luis Baldeón, estudiante de Psicología de 28 años. Las víctimas mortales fueron este policía nacional de Avila que estaba destinado en Madrid y su acompañante, un amigo al que le hacía el favor de llevarlo a la capital madrileña, porque también desempeñaba allí su trabajo. Y ahora se ha sabido que a Alberto Sánchez Arenas, de 44 años, lo estaba velando una familia que no era la suya. Junto a él viajaba Juan Carlos Martín-Caro, al que familiarmente se le conocía como «Juanqui«, psicólogo de 41 años. Fuentes de la Guardia Civil señalaron a MJD Magazin que también tenía relación con las Fuerzas de Seguridad del Estado ya que era cuñado de un guardia civil de Las Rozas. La hermana de «Juanqui» tuvo que salir este miércoles 4 de septiembre (2024) en varias televisiones para informar de ese trágico error: la funeraria se equivocó y cambió los cuerpos de Alberto y Juan Carlos, aunque finalmente pudo enmendar el fallo. Y también se ha sabido que no estuvieron en las fiestas de Pozuelo sino en los locales del Burgocentro de Las Rozas.


ERROR EN EL TANATORIO: AUTOR Y VICTIMA SE LLAMABAN «JUAN CARLOS» Y CONFUNDEN LOS CUERPOS. Y es que tal y como explicaban en el programa Y ahora Sonsoles, la familia de uno de los fallecidos, Juan Carlos Martín-Caro, el hombre de 41 años que viajaba en el asiento del copiloto del coche que conducía el agente de la Policía Nacional, también fallecido, había vivido un dramático momento en el velatorio tras darse cuenta de que el cuerpo del que se estaban despidiendo no era el de Juan Carlos. »Se queda mirándolo y dice: «¡este no es mi hermano!». Y yo me quedo mirándolo y digo »este no es mi hijo», relataba Margarita, la madre del fallecido.  »Mi hermano no tiene esta nariz ni estas cejas, no es mi hermano», declaraba Magui, hermana del fallecido. Inmediatamente, notificaron lo sucedido al personal del tanatorio y les dijeron que el cuerpo de Juan Carlos estaba aún en el anatómico forense. »Nos dicen que allí no está mi hermano, que a lo mejor estaba en Valdemorillo, que es donde llevaron al chico «kamikaze», que casualmente también se llamaba Juan Carlos. Y allí nos confirman que el cadáver era del chico y el único lugar que quedaba era Ávila. Yo no me enteré de esto hasta las 9 de la noche», afirmaba. Y es que lo que menos comprendía la familia de Juan Carlos era el hecho de que no les habían dejado identificarle un día antes.  »Aún no entiendo por qué no nos dejaron identificar a mi hermano. Si me hubieran dejado verle el día anterior, esto no habría pasado», explicaba La Vanguardia.

Según las primeras hipótesis de la Guardia Civil, «el joven de 26 años se podría haber confundido de camino al volver a casa»: el control de alcoholemia en la sangre del conductor fallecido que provocó el accidente será decisivo

ERROR EN LOS CUERPOS VELADOS TAMBIÉN EN AVILA. «A las familias les habían recomendado no abrir los ataúdes por el alto deterioro de los cuerpos. Tras mucho insistir, la hermana de Juan Carlos consiguió que le dejaran mirarlo, pero el que estaba ahí, en un tanatorio de Galapagar, no era su hermano. Por su parte, la familia del policía Alberto Sánchez Arenas, había recibido en Ávila al que creían que era el cuerpo de su ser querido. Hasta allí lo había acompañado una comitiva de la policía para homenajearlo. Pero este era el cuerpo de Juan Carlos. Gracias a que un amigo de Juanqui conocía a otro de la familia de Alberto, ambas familias pudieron ponerse en contacto y cerciorar que los cuerpos habían sido confundidos. Al dolor que causó la muerte repentina de ambos hombres, se le sumó la de este desafortunado error», informaba Telemadrid. «La hermana de una víctima se manifiesta contra quienes le entregaron el cuerpo erróneo. Mientras que las autoridades continúan investigando el suceso, la hermana de uno de los fallecidos denuncia que le entregaron el cuerpo de otra víctima. “Han matado a mi hermano y confundido su cadáver”, señala la mujer en el programa ‘Vamos a ver’ de Joaquín Prat (Tele 5). El cadáver del agente de Policía finalmente fue recibido por sus compañeros en la comisaría del barrio Salamanca», señala la revista «Lecturas«.


No era un «kamikace»: se confundió

«LAS CLAVES E INCÓGNITAS DEL ACCIDENTE TODAVÍA SIN RESOLVER»: Esta misma revista indica bajo este epígrafe que «las autoridades todavía investigan las incógnitas sin resolver que yacen en el trágico suceso del 1 de septiembre. Por el momento, se desconocen los motivos que habrían llevado al joven, cuya familia asegura que era “responsable” y “trabajador”, a circular en sentido contrario. ¿Por qué Juan Carlos siguió un camino en dirección contraria durante 3 kilómetros? o ¿por qué no se frenó antes en el arcén? son algunas de las preguntas que todavía no tienen respuesta. Tal y como señalan los servicios de emergencias del 122, recibieron varias llamadas alertando de un conductor en dirección contraria pocos instantes antes del accidente. Según las primeras hipótesis de la Guardia Civil, el joven de 26 años se podría haber confundido de camino al volver a casa», indica la revista.

«Habían pasado la noche de fiesta en los bares del Burgocentro, un centro comercial de Las Rozas, con 4 amigos más. Después de horas bailando y bebiendo, los hermanos anunciaron a sus colegas que se marchaban a casa cerca de las 6 de la madrugada, y se despidieron de los demás, que se quedaron en un local de copas. Jorge Luis estaba afectado por el alcohol, pero, a ojos de sus amigos, Juan Carlos estaba en condiciones de conducir. “Había bebido muy poco. No estaba borracho”, declara uno de sus amigos

LOS AMIGOS DECLARAN QUE «NO ESTABA EN LAS FIESTAS DE POZUELO SINO EN EL BURGOCENTRO DE LAS ROZAS». El conductor que originó el choque mortal era Juan Carlos Baldeón, un ingeniero de 27 años, y su copiloto era su hermano Jorge Luis, estudiante de Psicología de 28. Ambos residían en Valdemorillo, un municipio de 13.651 habitantes, cercano a Las Rozas. Habían pasado la noche de fiesta en los bares del Burgocentro, un centro comercial de Las Rozas, con 4 amigos más. Después de horas bailando y bebiendo, los hermanos anunciaron a sus colegas que se marchaban a casa cerca de las 6 de la madrugada, y se despidieron de los demás, que se quedaron en un local de copas. Jorge Luis estaba afectado por el alcohol, pero, a ojos de sus amigos, Juan Carlos estaba en condiciones de conducir. “Había bebido muy poco. No estaba borracho”, recalca uno de ellos. El conductor causante del siniestro Juan Carlos Baldeón, era el hijo de un jardinero y una limpiadora. Vivía con ellos y su hermano desde hace casi 10 años en un amplio chalé de Valdemorillo. Juan Carlos sobresalió como estudiante y se graduó como ingeniero en la Universidad Politécnica. Estaba empezando su carrera en el sector de la construcción y era jefe de obra en Madrid. “Era deportista, educadísimo, sonriente y se dedicaba en cuerpo y alma a su familia y amigos”, dice el portavoz. “Queremos trasladar nuestro más sentido pésame a las familias de las otras dos víctimas. Esto es algo terrorífico para todos”, añade con voz afectada. “Ojalá se hubieran salido a la cuneta”, indica El País.

Guardia Civil desmiente que estrellara su coche para suicidarse por una discusión con su pareja: busca ahora por donde entró en la A-6 porque «confundió una salida de la autopista con una entrada». El examen toxicológico del conductor dirá si fue por alcohol o despiste

«CONFUNDIÓ UNA SALIDA DE LA A-6 EN LAS ROZAS CON UNA ENTRADA». Esta es la principal hipótesis y la Guardia Civil sigue avanzando en sus investigaciones y está cerca de resolver el caso: «El ingeniero de Valdemorillo Juan Carlos Baldeón, de 27 años, confundió una salida de la autopista con una entrada en la madrugada del domingo. Así lo señalan fuentes conocedoras de la investigación que lleva a cabo la Guardia Civil de tráfico y que descartan que el accidente fuera obra de un kamikaze. El conductor que circulaba en dirección contraria se llevó por delante dos vidas y falleció en el siniestro. Además, hay dos heridos muy graves», informa La Vanguardia, que añade: “La velocidad y el alcohol se investigarán como posibles causas del accidente mortal, según apuntan las mismas fuentes. Los primeros indicios apuntan a que “no se trata de un kamikaze”, sino que se metió por error en la autovía A-6 (Madrid- A Coruña) a la altura de Las Rozas. Condujo su coche en dirección contraria menos de 5 kilómetros. La Guardia Civil de Tráfico está elaborando el informe técnico con la inspección ocular llevada a cabo sobre la zona, así como con la recogida de pruebas y testimonios para reconstruir el accidente. El caso ha caído en el juzgado número 3 de Majadahonda, que realizará el informe forense para adjudicar responsabilidades. Ahí, entrarán en juego las compañías aseguradoras de los vehículos, puesto que el conductor que viajaba en el coche que circulaba en sentido contrario también ha fallecido», concluye la noticia.

 

 

 

Majadahonda Magazin