JULIA BACHILLER. Tras el trasiego habitual que ocasiona el bar de copas tan polémico de Gran Vía 33 de Majadahonda, a su cierre a las 5:00 horas de la madrugada de este viernes 19 de agosto (2022) llegó el momento crucial de la noche. Se produjo cuando acudió uno de los habituales «caballeros andantes» que frecuentan o merodean por el lugar, ya que es el sitio idóneo donde se libran grandes batallas y donde se baten en duelo diferentes adversarios por variados motivos. Todos ellos acudían bajo el hechizo de la “Poción Mágica” que en grandes dosis se vende en el mencionado lugar. En esta ocasión, este «caballero andante» (llamado así por continuar con la temática), bajo el influjo de dicha poción en dosis elevadas para su consumo, decidió proveerse de armamento, ya que un caballero sin espada carece de significado, por lo que, al igual que el Rey Arturo, se dispuso a localizar una. Desconocemos la fuerza que tuvo que aplicar el afamado Rey para obtener su espada de entre las piedras, pero este individuo le ganó en su esfuerzo ya que apareció con la pata de una mesa.

Si algún hostelero cercano a dicha zona le falta alguna, sepa que está en las dependencias de la Guardia Civil, ya que al ser reducido se le incautó el arma. No se constataron bajas por parte del enemigo gracias a que el utensilio utilizado a modo de espada carecía de filo al ser un tubo estrecho. Y a que el espadachín en cuestión se dedicó a golpear con el suelo y mobiliario que encontraba a su paso, amedrentando así al enemigo con ruido, como los primates. Tras la llegada de la Policía Local y Guardia Civil, procedieron a su detención, inmovilizándolo ante la oposición de este y proporcionándole una camiseta para cubrir su torso desnudo. Los agentes tuvieron que lidiar con otro obstáculo: los amigos del detenido y el típico “metiche” que quiere intervenir para apaciguar al los ánimos del ofuscado. Ambos no le acompañaron por la paciencia que en todo momento mantuvieron los agentes de la benemérita.

Previamente, a las 02:00 de la madrugada se produjo también otro suceso original e igualmente ruidoso: entra en escena un individuo un tanto curioso, que horas antes ya había manifestado su presencia en esta calle. El personaje en cuestión iba montado en una llamativa bicicleta, «customizada» (utilizamos esta expresión que está muy de moda y porque sobre gustos no hay nada escrito) a su manera. La bici destacaba por su asiento en forma de “L”, llevaba tres llamativas luces azules, una en el cuadro central y las otras dos en el centro de cada rueda, estas a su vez de diferente tamaño, la trasera de inferior radio que la delantera. La rueda llevaba instalado otro accesorio para hacer constar su presencia, una bocina del tipo de la que llevaba Harpo Marx, la cual accionaba a su paso, no sabemos si para advertir al peatón de su paso, o para que las miradas se dirigieran a la gran creación sobre la que iba subido. Lo cierto es que a la hora mencionada de la madrugada, la ausencia de transeúntes es notable, motivo por el cual decidió ir a bocinazo limpio por la Gran Vía para seguramente comprobar si algún vecino abandonaba su lecho de descanso para admirar su vehículo. La Policía Local le hizo recapacitar en su decisión de continuar alardeando de su innovador diseño. Lea la segunda parte aquí: Organizan un partido de fútbol a la 1 de la madrugada en la Gran Vía de Majadahonda y despiertan a los vecinos