
El escritor y profesor almeriense afincado en Majadahonda (Madrid), Federico Utrera, se confiesa de nacionalidad «cervantina» y le preguntó a Amenábar por sus fuentes literarias y cinematográficas, que el director de cine no tuvo inconveniente en desvelar
FEDERICO UTRERA. (Majadahonda, 12 de octubre de 2025). *Escritor y profesor de Comunicación Audiovisual y Videoarte. Me confieso de nacionalidad cervantina, como decía Juan Goytisolo, uno de mis maestros, y quizá el novelista que mejor y más de cerca ha seguido la estirpe literaria que dejó Cervantes. Por eso acudí con mucho interés a ver la película «El Cautivo» de Alejandro Amenábar en los Cines Zoco de Majadahonda y gracias a la deferencia y generosidad de los organizadores del coloquio posterior con el afamado cineasta pude formularle algunas preguntas. Mi curiosidad radicaba en conocer qué fuentes cinematográficas había tenido para elaborar el personaje de Miguel de Cervantes porque yo no conocía ninguna película biográfica, aunque hay muchísimas sobre el Quijote. De estas últimas, muchos españoles recordarán aquella simpática serie que protagonizaban Fernando Rey con Alfredo Landa como Sancho Panza pero la que los cervantistas más críticos y heterodoxos recomiendan es la rusa «Don Kikhot» de Grigori Kozintsev (1957), que aún no he conseguido visualizar completa por no estar disponible en ninguna de las decenas de plataformas que inundan el mercado audiovisual global, aunque los fragmentos que andan desperdigados por Youtube hacen reír tanto como el Quijote.
ADEMÁS DEL NOVELISTA JUAN GOYTISOLO Y SUS LÚCIDOS ENSAYOS SOBRE CERVANTES en los que ensalza a aquel viejo profesor de Harvard y reconocido cervantista Francisco Márquez Villanueva, a quien tanto debo, le pregunté a Amenábar por mi querido Fernando Arrabal, otro de mis maestros, al que también he tenido el placer de editar y me precio de su amistad. Por eso quise saber si tenía también alguna referencia literaria más allá de las investigaciones biográficas, que también tiene un libro titulado «Un esclavo llamado Cervantes». La última de mis preguntas, pero no por ello la menos importante, mencionaba otras alusiones, pero esta vez sentimentales. Amenábar había llenado dos salas en Majadahonda, algo que podía parecer increíble y que solo se debe sobre todo al público que tenemos. ¿Qué noticias tenía Amenábar de los cines Zoco y de la gente cinéfila de Majadahonda?
LAS RESPUESTAS DE AMENÁBAR fueron precisas y muy generosas, algunas de las cuales ya las ha extractado Miguel Sanchiz en su excelente crónica del evento. Amenábar dijo de los espectadores majariegos que «se os conoce, se habla de vosotros y del esfuerzo y de la labor que estáis haciendo con la protección del patrimonio cultural que suponen las salas de cine». Y en cuanto a las referencias cinematográficas, confesó que a veces le cuesta encontrarlas, porque películas biográficas solo hay una de Vincent Sherman titulada precisamente así: «Cervantes«, del año 1967, coproducción de España-Francia-Italia con Gina Lollobrigida, Francisco Rabal y Fernando Rey. Y luego está la miniserie de televisión de Alfonso Ungría, producida por Radio Televisión Española (disponible en RTVE play). Es otra cosa que le llamaba muchísimo la atención a Amenábar: que el icono cultural por excelencia de España no haya tenido nunca una película biográfica española:
«Y YO ME INCLUYO. HE TENIDO QUE ESPERAR A MIS 53 AÑOS para dedicarle una película e intentar preguntarme quién era este tipo. Porque en el fondo, algo que al final me estaba alimentando a seguir con el proyecto era que yo quería conocer a Cervantes. Y me preguntaba: «pero este tío que va a escribir la primera novela moderna, ¿quién es?». Por eso no existen apenas referencias cinematográficas sobre Cervantes, aunque Amenábar luego contó que al ser la película un drama carcelario, sí tuvo que inspirarse en los a su juicio mejores films del género, desde «La lista de Schindler», hasta «Cadena Perpetua» o «El Expreso de Medianoche», donde recordaba que fue una de sus primeras películas donde vio besarse dos hombres en la cárcel. «Yo era entonces un niño y la vi con mi madre. Recuerdo que ese beso se me quedó grabado, así como el comentario de mi madre, que que dijo algo así como: «bueno, claro, es que están ahí en la cárcel, ¿qué van a hacer?».

Fernando Arrabal: «Un esclavo llamado Cervantes» lo había leído Amenábar y «en la elaboración de la trama he incluido su contenido»
SOBRE FERNANDO ARRABAL, mi sorpresa de la noche fue que el muy desconocido libro de «Un esclavo llamado Cervantes» lo había leído Amenábar y «no sé en qué punto de la elaboración de la trama» había incluido algo de su contenido, «porque he intentado pillar prácticamente todo lo que tenía que ver» con ese Cervantes que él buscaba, desde los estudios de Jean Canavaggio al trabajo «Cervantes Íntimo» de José Manuel Lucía, «que escribió una trilogía fantástica sobre Cervantes, uno de que cuyos volúmenes va sobre su juventud», que también devoró. La catedrática colombiana María Antonia Garcés, profesora en la Universidad de Cornell (EEUU), también había publicado un libro titulado «Cervantes en Argel: Historia de un Cautivo» en el que igualmente «intenta explicar también la explosión creativa a partir de un trauma tan grave como puede ser el cautiverio. A Arrabal en algún momento lo leí, y en algún momento incorporé su idea, porque eso sí que forma parte de la ficción, se sabe que Cervantes tuvo un duelo que fue el que le provocó ese giro de guión a su vida, por el que tuvo que abandonar su carrera como estudiante de Letras y reconvertirse primero en mayordomo del italiano cardenal Aquaviva, y luego ejercer como soldado», me respondió Amenábar. Y añadió que se sabe que el resultado de ese duelo fue el motivo de su huida, pero no se conoce el motivo del duelo, «y eso es algo que yo discutí mucho con Julio Peña, el actor que interpreta a Cervantes, un poco también inspirado por todo lo que había leído de Arrabal. Y yo en algún momento le decía a Julio: «solo tú sabes lo que ha pasado entre tú y tu profesor Lopez de Hoyos, pero eso es lo que se está corriendo en los mentideros, y eso es lo que te va a hacer a ti lanzarte al duelo e ir a contra el maestro de obras al que se enfrentó, que es por lo que tuvo que huir Cervantes«.
«REFERENCIAS CINEMATOGRÁFICAS SOBRE CERVANTES muy pocas, bibliográficas todas las que he podido, y literarias casi ninguna. No es una película literaria, hay muy poca literatura, yo he de reconocer que lo que más consumo es cine, aunque empecé acercándome al cine a través de la literatura justamente y luego acabé en la pantalla grande porque el cine entró en mi vida como un tsunami, y entiendo que los que protegéis el cine lo entenderéis la fuerza que tuvo para mí este sorporte, por eso casi siempre mis referencias son más cinematográficas que literarias. Y además esta es una película que quería alejar del peso literario, aunque ¿por qué no interesarse después de ver la película a acercarse y leer el Quijote, como tuve yo que leerlo para hacer esta película?. Lo primero que hice fue terminarme el Quijote, que no me había leído entero, pero nunca quise llenar la película de peso literario», concluyó.

«Los libros de los investigadores heterodoxos Leandro Rodríguez y César Brandariz, a los que tanto admiramos tan pocos, desvelan algunos misterios de Cervantes»
LEANDRO RODRÍGUEZ Y CESAR BRANDÁRIZ, LOS INVESTIGADORES HETERODOXOS QUE MÁS Y MEJOR HAN DESCUBIERTO LOS SECRETOS DE CERVANTES. Como ya tuve oportunidad de hacer una década antes con el propio Juan Goytisolo, ahora en una conversación más informal tras el coloquio tuve la ocasión de informar a Amenábar sobre uno de mis hallazgos cervantinos. Y tomó buena nota de ello. He escrito ya algunas veces sobre el mismo y tuve incluso el privilegio de conocer a su autor, lo cual me llevó a la villa de Cervantes, al otro lado de los montes de León, actual provincia de Zamora, cerca de los lagos de Sanabria: los libros del investigador heterodoxo César Brandariz, que beben de la fuente original que fue Leandro Rodríguez, al que tanto admiramos tan pocos, en su tenaz pugna por desvelar los misterios de Cervantes. No es sino uno más de todos aquellos que nos confesamos de nacionalidad cervantina, un híbrido que no entiende de fronteras, lenguas, políticas ni religiones, donde ni siquiera somos intolerantes contra el fanatismo o la ignorancia que ahora nos invade. Pero esa es otra historia…










Excelente artículo, Federico, el más didáctico y mejor documentado de cuántos he leido a propósito de El cautivo. De paso me has hecho recordar que hace muchos años, durante la temporada que viví en Inglaterra, fui a ver ese Quijote ruso que mencionas. Recuerdo que me gustó, no la recuerdo en detalle, hace tanto tiempo, casi en otra vida.
!!!! Que maravilla de artículo , Federico !!!! Gracias por vivir en Majadahonda. Tenerte como Vecino , es un lujo . !!!!
Un artículo para conservar . Federico Utrera nos muestras en sus líneas , la amplitud de sus conocimientos u, los comparte con su reconocida generosidad . Muchas gracias , vecino . Orgulloso de compartir Majadahonda
Cuánto aprendemos con tus artículos, hoy sobre Cervantes y sobre Amenábar. Para quienes no hemos podido estar en ese interesantísimo coloquio es una suerte poder leerte y participar de vuestras investigaciones y, creo, pasiones literarias. Gracias Federico.
…¡muchísimas gracias! estoy muy liado entre los viajes, los premios inmerecidos, los próximos nuevos estrenos de «Gisèle e «Irrepetible Arrabal»; querido y admirado Utrera permíteme excepcionalmente [si Pan me prestara vida] un mes consagrado a mis urgencias las más acuciantes; pediré a los editores de aquí y de allá que te envíen mi último, arrabalaicamente, fa