Pedro Arribas y Alejandro Arribas

J. FEDERICO MTNEZ. «Mis padres han sido decisivos en mi carrera deportiva: con 14 años tuve un problema en la rodilla pero mi padre siempre creyó en mí y mi madre igual, pues era ella la que me llevaba y me traía a la Oliva. Yo tenía unas cualidades mínimas, obviamente un disléxico no puede jugar al fútbol, pero siendo normalito cada año era el mejor gracias a ese entrenamiento personal, y por eso me pasaban a jugar con los mayores. Antes de ir al colegio con 14 años entrenaba y me levantaba a las 6.00 de la mañana con 3 grados bajo cero para correr y prepararme. Yo quería y sabía que iba a ser jugador de fútbol aunque no supiera la categoría. Hay mucho trabajo detrás y mucho esfuerzo y mi padre siempre ha creído en mí. No es nada singular porque la mayoría de los niños quiere jugar al fútbol y sus padres invierten los recursos y el tiempo que tienen sabiendo que quizás nunca jueguen profesionalmente. En mi caso ha sido gracias a ellos haber llegado donde he llegado. Mi madre y mi padre me han visto todos esos partidos, desde juveniles hasta mi etapa en Mexico, que eran a las 4 de la mañana hora española. En el Rayo Vallecano tenían 40 abonos entre familiares y amigos, que ahora están deseando que firme por un equipo de Madrid para volver a la tribuna (risas)». Así se expresa el futbolista Alejandro Arribas, deportista emblema del Rayo Majadahonda, a su regreso de México, en la última de las 5 partes de la entrevista mantenida con MJD Magazin, que le quiere dedicar a toda su familia.


Arribas y Aganzo en el Rayo Vallecano

Usted es cuñado de Aganzo, el presidente de la AFE, que posee una gran relación con Rubiales, presidente de la RFEF tras derrocar a Angel María Villar cuando fue encarcelado por corrupción. ¿Esa relación le beneficia, le perjudica o le da igual? –Conocí a mi cuñado David Aganzo en el Rayo Vallecano, donde coincidí como jugador. Y fue él quien me presentó a su hermana Nuria, la que hoy es mi mujer. Me invitó a su cumpleaños, fui con los compañeros del equipo y mira donde hemos llegado. El ahora tiene su trabajo, que no tiene nada que ver conmigo, independientemente de mi faceta de jugador o de mi vida personal. Ni él se mete en mi trabajo ni yo me meto en el suyo. El es presidente de la AFE y es un cargo que ocupa pero yo como jugador, no como cuñado, si algún día tengo un problema, él está ahí para ayudarme y asesorarme. Hasta ahora no ha ocurrido y ojalá no lo tenga nunca.


Arribas con Nuria Aganzo

Y con respecto a su mujer ¿tiene relación con el deporte? ¿Le gusta el fútbol? –Nuria tiene la carrera de fisioterapeuta y de INEF en Educación Física. También tiene el master en Educación para ejercer como maestra. Y a ver si ahora que regreso a Europa puede dedicarse a ello, que es lo que le gusta. A ella además le encanta el fútbol. Su hermano ha jugado como profesional en muchos equipos desde hace bastantes años y ella ha vivido este mundo desde pequeña. Incluso ella misma juega al fútbol y lo hace bastante bien. El fútbol femenino está ahora más de moda y en un futuro podría ser que incluso el Rayo Majadahonda tuviera un equipo femenino. Hoy el club carece de los recursos necesarios porque se necesitan vestuarios independientes y sobre todo más campos, pero sería algo muy bueno para Majadahonda en particular y para el deporte en general.

En un choque con Raúl García (At. Madrid)

¿Tiene más familia relacionada con el deporte? –Tengo dos hermanos, uno quiere ser entrenador, está en ello y le va bien, y otro juega al baloncesto y está trabajando mucho para conseguirlo, con esfuerzo, dedicación y disciplina. No sabemos si llegará o no pero le diría lo que me decía mi padre: «no sabemos tu futuro pero vas a aprender que el trabajo te va a recompensar». Yo diría que cuanto más trabajas, más disciplinado eres y más te cuidas, más posibilidades tienes de triunfar. Y vas a subir más de nivel. Si yo estoy preparado para un partido, me saldrá bien o mal, pero tengo más posibilidades si me preparo que si no lo hago. Si durante la semana no he hecho los deberes, no he comido sano o no he dormido bien, llegaré al domingo con un 70% de posibilidades de que me salga mal el partido. Y si me preparo será al revés: solo un 30% de caer en errores. Y aunque haya fracasos, sigues adelante.

Con Jordi Alba disputando un balón

Marcando a Jonás (Valencia)

Majadahonda Magazin