JULIA BACHILLER. Con un número inferior de asistentes que en años anteriores, este sábado 11 de enero de 2020 la Asociación para la Custodia del Monumento a los legionarios Rumanos caídos en Majadahonda, rindió su anual y tradicional homenaje a Ion Mota y Vasile Marin, soldados que murieron en combate el 13 de enero de 1937 en esta ciudad durante la batalla de Madrid en la Guerra Civil española. El homenaje dio comienzo con las intervenciones de Calín Gabor y a continuación Sorín Olariu en representación de la Fundación Ion Gavrilă Ogoranu. De ambas destacó su loa al “monumento testigo de la camaradería y amistad entre los dos pueblos”, así como el agradecimiento a los jóvenes rumanos que se ocupan de rehabilitar la edificación cada año y las zonas que lo rodean, ante los actos vandálicos al cual es sometido. Las bendiciones al monumento y la oración del Padre Marius Visovan, católico de rito oriental, dieron paso a la intervención de Miguel Menéndez Piñar, muy esperada por los asistentes.

El nieto del que fuera diputado de Fuerza Nueva al Congreso durante la Transición, el notario Blas Piñar, dio la bienvenida a los presentes y su agradecimiento «a los camaradas rumanos que vienen desde Rumania“, de los cuales destacó con ironía su esfuerzo en la limpieza del lugar: “el suelo que pisamos pintado y vandalizado por los enemigos del jabón”. Y continuó con más agradecimientos: “a los que me han precedido en el uso de la palabra, Padre Marius al frente de la Fundación, porque sus palabras de aliento, su compromiso religioso que no abunda al menos en sacerdotes españoles, nos alienta a conservar la fe. Gracias también a Sorín por la contribución económica anual que ayuda a la asociación a pagar el Impuesto de Bienes e Inmuebles. Y gracias muy especialmente y un reconocimiento expreso a Arturo Sanz y a su familia, que donó este terreno a la asociación gratuitamente para que pudiéramos conservar el monumento y estuviera libre de la Ley de Memoria Histórica y de cualquier iniciativa del Ayuntamiento”.

A lo que añadió: “Gracias a Arturo Sanz que como muchos de vosotros sabéis fue alcalde de Majadahonda. Me atrevería a decir que fue el mejor alcalde de Majadahonda, porque si Majadahonda a día de hoy es una gran ciudad es gracias a la labor de Arturo Sanz”. A continuación aseguró que el ex alcalde «está delicado de salud», y por ello pidió «un fuerte aplauso». Continuando con su discurso, enlazó la referencia a este ex alcalde con otro ex alcalde más actual: “Frente al perfil de Arturo Sanz, su labor, su bondad por la donación del terreno y su compromiso, encontramos una figura como la de Narciso de Foxá, que no sé si está entre nosotros, creo que no, alcalde de ese partido cobarde que se llama Partido Popular. Me refiero a Narciso de Foxá y aquí hay un testigo de lo que voy a contar, que es José Luis Jerez, presidente de honor de la Fundación para la Custodia del Monumento”, a quien animó a «continuar relatando los hechos”.

«En el pasado mes de abril de 2019, como ya habíamos anunciado en actos precedentes, la Asociación había solicitado al Ayuntamiento de Majadahonda la pertinente licencia para construir un muro perimetral que protegiese este monumento. Después de la espera de meses en que no era concedida esta licencia, en el mes de abril coincidí con Narciso de Foxá en la Casa de América en un acto de la Fundación Blas de Lezo. Le abordé para preguntarle por la licencia, y se hizo el sorprendido, como es muy habitual en estos personajillos del Partido Popular. Hizo entonces como que se interesaba mucho por la citada licencia, y me dijo, –y está aquí de testigo José Luis Jerez– “que cuando él dejase de ser alcalde acudiría al acto anual de Majadahonda en honor a Ion Mota y Vasile Marin«. Creo que hoy no lo hemos visto y Narciso Foxá no está. Lo repito: es un miembro destacado del Partido Popular, para que todo el mundo sepa una vez más el comportamiento de esta institución que se llama Partido Popular, el partido de los cobardes y de los traidores”. Y concluyó: “quiero que veáis en ese comportamiento un ejemplo de esa derecha cobarde, esa derecha que no es capaz de reaccionar ante los ataques de la izquierda, que veáis en ese comportamiento un ejemplo de lo que debéis siempre evitar”.

El discurso continuó así: “Viendo la situación política de España, nuestros propósitos para 2020 pasan por mantener la lealtad al heroísmo de nuestros mayores, principalmente de los que derramaron su sangre como Ion Mota y Vasile Marín en este campo sagrado ya de Majadahonda y la fidelidad a una herencia recibida. Propósitos que nos llevan a reafirmar nuestros ideales que no son pertenecientes al tiempo ni al espacio, van más allá de los años: son los principios, los valores y los ideales que han configurado a España durante centenares de años. No perteneciente tampoco al espacio es el ejemplo de Mota y Marín, que a miles de kilómetros de sus patrias vinieron a luchar junto con nuestros abuelos para defender a Dios, la Patria y la Justicia, como pone en este monumento”.

Por último, finalizó “haciendo piña» para que «seamos capaces de resistir al ataque que ya se cierne de manera agresiva sobre nuestra patria, de ese Frente Popular que va a tratar de arrasarnos. No tengamos miedo, no hace falta vencer, nuestro compromiso está en la lucha y la victoria clara y rotunda pertenece únicamente a Dios, veamos si la merecemos”, lo que acompañó con vítores «a Ion Mota y Vasile Marin, ¡Arriba España! y ¡Viva Rumania!». Seguidamente como cierre del acto solicitó a Manuel Andrino, Jefe Nacional de Falange, entonar el “Cara al Sol”.

Los asistentes al homenaje destacaron su respeto y acatamiento a la Ley de Memoria Histórica durante el acto. Hubo ausencia de las denominadas banderas anticonstitucionales, las cuales se caracterizan por poseer «el águila de San Juan que ya había sido utilizada en época de los Reyes Católicos» y traían «a la derecha de la cola del águila un yugo, a la izquierda un haz de flechas, y en la divisa las palabras ‘Una’, ‘Grande’ ‘Libre’”, según explicaron. Subrayar también la ausencia de menciones y exaltación hacia la figura «del que fue Jefe del Estado Francisco Franco«, ya que dicha ley “prohíbe cualquier acto de exaltación de la figura del dictador”, pero «no hace referencia a los insultos y ofensas hacia su persona», según se quejaron algunos asistentes.