Isabel Ayuso en Majadahonda este domingo 1 de mayo (2022). Foto: ©Julia Marugán

J. BACHILLER/FEDERICO MTNEZ. «Pronto tendremos que empezar a dar a conocer a nuestros candidatos, para que tengan tiempo suficiente para que su mensaje y su trabajo se conozcan en todos los municipios, pero sobre todo en los grandes. Y ojalá podamos celebrar otro Congreso (del PP de Madrid) en el mes de octubre (2022), para decirles a todos los ciudadanos qué pensamos y qué ideas tenemos». Con estas palabras, la llegada de la presidenta de la Comunidad de Madrid (CAM), Isabel Ayuso, este domingo 1 de mayo a Majadahonda, no fue un «baño de masas» técnicamente hablando, pues el PP eligió una zona del Parque de Colón más pequeña que la plaza completa -la zona donde se iza la bandera el Día Nacional- que se ocupó con unas 500 personas. Pero sí le sirvió para lanzar un nítido mensaje interno. Allí estuvo el Equipo de Gobierno del Ayuntamiento al completo y el alcalde, Jose Luis Alvarez Ustarroz pero también el ex alcalde Narciso de Foxá, el ex secretario general, Alberto San Juan y el miembro del sector crítico, Félix Pedroche. Junto a numerosos altos cargos de la CAM, se echó en falta de la Zona Oeste al alcalde de Las Rozas, que estaba en las fiestas de Las Matas, y al de Boadilla -que envió a su teniente de alcalde- aunque sí fue la alcaldesa de Pozuelo, Susana Quislant.


J. Bachiller y Federico Mtnez

Solo hablaron el alcalde de Majadahonda primero y la presidenta después pero si en cuanto imagen pública todo fueron abrazos, sonrisas y gestos de complicidad, los discursos fueron muy diferentes. El alcalde contó sus ideas por halagos y lisonjas a la presidenta y aunque hasta ahora no ha mostrado su aval hacia su candidatura y siempre se distinguió por pertenecer al sector «casadista» junto a sus mentores, Ana Camins (Majadahonda), González Terol (Boadilla) y Ana Isabel Pérez (Las Rozas), aprovechó la ocasión para adular a la presidenta hasta en 7 ocasiones en 7 minutos. Cuando ella tomó la palabra pareció estar tan sorprendida que sus primeras palabras nada más subir al estrado fueron: “Bueno, ¡pues ya está dicho todo!. ¡Nos vamos!”, a lo cual sucedió una carcajada un tanto forzada. Y ya en clave interna, en sus 27 minutos de intervención lanzó varios mensajes: el más importante fue que «pronto conoceremos a los candidatos» a las alcaldías (se supone que después del cónclave del PP del 21 de mayo), que los cargos públicos tienen una duración «temporal» que siempre suelen durar «un breve periodo de tiempo«, que quiere elegir a candidatos «ganadores» y que eso lo anticipan «las encuestas» y que los aspirantes deben hacer un esfuerzo por «pisar la calle» pero también por salir en la «prensa» y en los «medios de comunicación«, a los que citó 3 veces.

Ayuso insistió, como había adelantado al diario «La Razón«, en que no le adulen ni le manden «wasap» dando a entender que cada palo deberá aguantar su vela. Antes del acto, la comitiva del PP de Majadahonda trasladó a Ayuso a la sede del partido para escenificar una inauguración donde sorprendieron 2 curiosidades: en ella «desapareció» Ana Camins, la actual secretaria general del PP dentro de la «Gestora» en funciones y que era la dirigente elegida por Pablo Casado para desbancar a Ayuso. La segunda fue que la concejala de Urbanismo, Vanesa Bravo, que se ausentó del pleno celebrado 3 días antes alegando padecer Covid, se presentó en la sede con una mascarilla. Y es que la política, en ocasiones como esta, con las listas electorales en juego, hace correr a los cojos, ver a los ciegos y sanar a los enfermos.

Majadahonda Magazin