DAVID BALLESTER. *Ex capitán del Rayo Majadahonda y ex futbolista internacional. Ahora que Antonio Iriondo termina su actual etapa en nuestro Rayo, me siento agradecido por partida cuádruple, por haber estado vinculado a él como persona, jugador, entrenador y aficionado. Como persona porque Antonio es de esas personas que enriquecen, que te hacen pensar y que siempre suman. Disfrutar ahora de su amistad es un privilegio para mí. Como jugador porque en mi carrera deportiva, nadie me enseñó tanto de este bello juego como él, nadie me hizo pensar tanto dentro del campo como él y nadie me hizo mejorar tanto como jugador como él. Es para mí un privilegio haber sido jugador suyo durante varias temporadas. Como entrenador, cuando tuve la oportunidad de simultanear en los años 90 mi papel como jugador del primer equipo con entrenador formador en el fútbol base de nuestro Rayo, le estoy agradecido por poder absorber las pautas que siempre nos daba a los entrenadores de la cantera, sobre el sentido del juego, sobre los movimientos de los jugadores en el campo, sobre cómo atacar, cómo defender y lo más importante, por transmitirnos como anticipar lo que en algunas situaciones del juego iba a pasar.
Como aficionado, por darnos tanta riqueza y belleza en el juego de nuestro Rayo y habernos hecho tan felices. Por hacernos campeones en Segunda B, por ascender a nuestro Rayo a la élite del fútbol profesional y poder disfrutar de un sueño como la Segunda A en nuestro Cerro del Espino. Creo que los rayistas nunca le estaremos suficientemente agradecidos por todo lo que ha hecho por nuestro querido Rayo. Y en lo personal, solo puedo darle unas enormes gracias, porque estar cerca de él, es un regalo. Gracias Amigo Antonio por todo y por tanto.
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